Just a Little Bit of Hope

Capítulo: 07

CW: Pesadillas

Las pesadillas del TEPT no son una broma. 0 estrellas, no lo recomendaría. Gracias por leer este fic, todos. La gente que deja comentarios y elogios literalmente hacen mi día entero.

Esa noche soñó con Rin, también soñó con Obito, y luego con Minato. Todas sus muertes mientras la escena cae hacia abajo hacia un niño pequeño de rodillas junto a su padre muerto. De repente, el cuerpo de su padre se desvanece. Kakashi levanta la vista para ver a un Itachi asesino ensangrentado que le mira sin emoción. 

—¿Por qué? —pregunta—: ¿Qué te ha llevado a hacer esto?

—¡Hermano mayor Kakashi! ¡Hermano mayor! —La voz de Itachi sale sonando como la de Naruto—. ¡Despierta!

Los ojos de Kakashi se abren de golpe. Se levanta disparado de la cama y mira a su alrededor en busca de alguna amenaza inminente. Intenta desesperadamente calmar su corazón palpitante cuando lo único que encuentra es a Naruto a los pies de su cama.

—¿Qué pasa, Naruto?

—Creo que Sasuke está teniendo una pesadilla. 

Creo que sería impresionante si no estuviera teniendo una. Kakashi se levanta de la cama y sigue a Naruto hasta el dormitorio que ahora comparten. Se agacha junto a la cama de Sasuke. Su pequeña frente está empapada de sudor y se sacude en su sueño. Probablemente huyendo de algo ahí dentro. O conociendo a Sasuke, el irreductiblemente valiente e inteligente Sasuke, hacia ello. 

Kakashi se inclina hacia atrás para dejarle espacio al chico y lo despierta dándole un suave apretón en la mano. Sacándolo del país de los sueños a una realidad no mucho mejor. Seguramente sus pesadillas ya han ocurrido. Kakashi no es un llorón o al menos, no quiere serlo.. pero ver como el rostro de Sasuke se contorsionaba en miedo, confusión, y luego finalmente caía en una pena que le rompía los huesos y la tierra. Eso podría hacer que cualquier hombre quisiera quebrarse. 

—¿Sasuke? —Sasuke levanta la vista hacia él y luego busca frenéticamente en la habitación hasta que ve a Naruto. Una exhalación aliviada sale de los labios del chico antes de asentir. 

Kakashi mira hacia la ventana revelando que aún no es de día. No sabe qué hacer. Este es un territorio tan nuevo.  

Naruto no conocía a sus padres, por lo que no intentaba ayudarle a superar ningún tipo de duelo o trauma. En el caso de Naruto, Kakashi era el afligido y fue Naruto quien ayudó a Kakashi a sanar sin siquiera darse cuenta. Lo único que tiene Kakashi a su favor es saber cómo es. 

Al parecer, se le notaba en la cara lo perdido que estaba porque Obito intervino para ayudar.

—¿Qué tal si juntamos todas las mantas en el salón y vemos una película?

Naruto se anima ante esto.

—¡Oh! ¿Podemos hacer un fuerte?

El cansado cerebro de Kakashi tarda más de la cuenta en ponerse al día.

—¡Ah, sí! Podemos hacer un fuerte de manta. Sasuke, ¿te parece bien? Puedes elegir la película.

El chico, se da cuenta Kakashi, está haciendo una expresión extremadamente adulta. Una que ha visto más que algunos adultos. Una oscuridad que se extiende por esos pequeños rasgos, una ira. Una ira legítima que a Kakashi le resulta familiar.  

Él había vuelto esa ira hacia sí mismo. Infligiéndose un auto-castigo como si fuera a curar las heridas que había en su interior. No había tenido a nadie con quien descargar su rabia, pero Sasuke sí. Eso asusta a Kakashi.  

Aunque le cuesta conectar la cuerda del niño tranquilo y reservado que conoció y el asesino de sangre fría que masacró a su propia familia. No es por Itachi por quien Kakashi teme. Tampoco duda de que Sasuke desarrolle la fuerza suficiente para vengar a su familia. Lo que Kakashi teme es que Sasuke se pierda en la consecución de esa venganza.

La mirada oscura sólo disminuyó cuando Naruto se acercó y tiró de la mano de Sasuke.

—Vamos a mirar juntos. 

Un sentimiento parecido al alivio tiró de su corazón cuando Sasuke asintió. Los ojos siguen siempre a Naruto. Kakashi mira a Obito sin pensar por qué. Sus miradas se encuentran por un momento, una comunicación silenciosa que los atraviesa. Obito asiente. 

Cuando el sol comienza a salir, ambos niños se han quedado dormidos en su mullido fuerte de mantas. Kakashi mira impotente a los dos niños dormidos, con la pesadilla de unas horas antes pasando por su mente. Se esfuerza por no mirar a Obito, aunque siente que los ojos del otro lo observan. De alguna manera, siente que si lo hace, podría soltar por fin esas estúpidas lágrimas que ha estado reteniendo. 

—Ya sabes —Obito rompe el silencio con un susurro, Kakashi salta un poco ante el repentino sonido—. Nunca pensé que vería tu cara real.

—¿Qué? —Kakashi finalmente lo mira, con las cejas fruncidas. Obito se recuesta en el sofá a su lado con los pies apoyados en una de las sillas que sostienen el fuerte de mantas. 

Obito sonríe, dejando ver un pequeño hoyuelo en su mejilla sin cicatrizar.

—No llevas máscara.

Kakashi se toca la cara. Está desnudo. Debe haber olvidado ponérsela cuando fue a consolar a Sasuke. Se ríe incómodo.

—Supongo que no.

La sonrisa de Obito se suaviza un poco y Kakashi se siente un poco expuesto bajo esa mirada. Sin embargo, no le importa tanto como debería... Lo encuentra un poco agradable. 

Sólo esa pequeña distracción ayuda a Kakashi a soltar la mandíbula y a relajar los hombros. Aliviando temporalmente el dolor y el miedo que lo agobian desde que se enteró de la masacre. Un momento de paz robado era exactamente lo que necesitaba.