Capítulo: 05

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Kakashi y Obito tuvieron algunos problemas para convencer a Hiruzen Sarutobi de que les permitiera llevarse a Sasuke, pero incluso con el problema de que un hombre dado por muerto apareciera de la nada, no fue mucho más difícil que conseguir a Nar...

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Kakashi y Obito tuvieron algunos problemas para convencer a Hiruzen Sarutobi de que les permitiera llevarse a Sasuke, pero incluso con el problema de que un hombre dado por muerto apareciera de la nada, no fue mucho más difícil que conseguir a Naruto hace tantos años. 

Kakashi hace tiempo que demostró su capacidad para cuidar de los niños. Fue simplemente la presencia de Obito la que tuvo a Sarutobi colgado. Kakashi actúa sin inmutarse, pero sigue teniendo muchas preguntas. 

—¿Podemos llevar a Sasuke a casa desde el hospital?

—¿Tienes una cama para él? 

Kakashi exhala.

—Todavía no la tengo pero iré a buscar una ahora mismo si es necesario. Puede compartir habitación con Naruto.

Obito se mantiene bastante callado durante toda la conversación, sólo habla cuando se le habla. Sarutobi saca una bolsa y se la lanza a Kakashi.

—Esto es suficiente para comprarle una cama.

Kakashi se limita a asentir. Sarutobi dirige su atención a Obito.

—Te dieron por muerto, ¿tienes alguna razón de por qué no regresaste a la aldea?

Obito lanza una mirada a Kakashi mientras responde.

—Tenía la intención de volver a casa, pero había presenciado la muerte de Rin Nohara. Mi primer amor.

Sarutobi escucha expectante. Kakashi aprieta su mano temblorosa en un puño que se hace polvo. Es como si pudiera sentir el rayo en su palma. Rin..

Obito evita la mirada de Kakashi mientras termina.

—Necesitaba tiempo para llorar para no arremeter contra la persona equivocada.

Sarutobi lo considera y dirige su mirada a Kakashi antes de asentir.

—Me parece razonable. ¿Hiciste lo que pretendías?

—Sí, señor. 

—Bien. Con eso fuera del camino, se suponía que el dinero dejado por el clan Uchiha sería entregado a Sasuke cuando llegara a la mayoría de edad porque pensábamos que era el último miembro de los Uchiha. Ahora que sabemos que no lo es, tienes derecho a un porcentaje del dinero.

—Me gustaría ceder mi parte de la herencia a Kakashi Hatake. 

—¿Qué? —Kakashi mira incrédulo a Obito, piensa para sus adentros que no es la primera vez en el día de hoy, realmente necesito que estas sorpresas y sucesos impactantes dejen de ocurrir. Mi corazón no puede soportarlo. 

—¿Estás seguro? —pregunta Sarutobi, aunque parece que ya sabe la respuesta. 

—Sí, señor.

—Muy bien.

Kakashi levanta las manos.

—No puedes hablar en serio. No tengo derecho a tener nada de ese dinero. No soy un Uchiha.

Los otros dos hombres se giran para mirarlo seriamente. Obito da un paso más hacia Kakashi.

—Mira, dejé a mi familia atrás. No necesito ni me importa ese dinero, pero Sasuke te llamó hermano mayor, así que a sus ojos, eres un miembro de la familia. Toma el dinero y úsalo para cuidar de él y de Naruto. Asegúrate de que ninguno de los dos se quede sin nada.

Kakashi no dice nada, rogando mentalmente a Obito que deje de joder. Busca aunque sea una grieta en la máscara de seguridad del otro hombre y no encuentra nada. Obito vuelve a hablar, esta vez en voz más baja.

—Sasuke no tendrá acceso a esa herencia hasta que sea mayor. Lo has hecho fenomenal con el cuidado de Naruto pero ahora tendrás dos hijos que cuidar. Puedo encontrar la manera de ganar mi propio dinero.

—Quédate con nosotros —Kakashi suelta antes de tener tiempo de pensarlo bien. 

Obito se queda atónito en silencio,

—¿Qué?

—Prometiste ayudarme, ¿verdad?

—Bueno, sí, pero...

—Entonces quédate conmigo y ayuda. Tomaré el dinero si vienes con él —Kakashi ignora los latidos de su corazón por lo patético que suena. Teme que Obito vuelva a desaparecer y después de todo, Kakashi necesita a alguien que no se aleje o muera. Sólo una persona. Sólo hace falta un poco de esperanza. Obito siempre tuvo un poco de esperanza. 

Obito lanza una mirada al hokage, que está escuchando con los dedos entrelazados y con un comportamiento algo tenso.

—Después de todos estos años, ¿aún quieres dejarme entrar? Ni siquiera éramos tan amigos.

Kakashi se levanta y empuja la diadema hacia arriba, dejando al descubierto el sharingan que obito le dejó.

—Si eso es cierto, entonces ¿por qué me dejaste esto? ¿Fue para recordarme cómo fallé? ¿Para recordarme a ti? ¿Fue para herirme o para ayudarme?

—... ¿es eso lo que te hizo mi don?

Kakashi esquiva la pregunta.

—¿Le habrías dado esto a alguien que no te importara? ¿A Genma? ¿Asuma? Se lo habrías dado a cualquier conocido.

—No. No, no lo habría hecho.

—Entonces entiendes por qué te pido que te quedes. 

Obito suspira y mira al Hokage como pidiendo permiso, Hiruzen asiente. Obito esboza una sonrisa casi imperceptible y vuelve a mirar a su compañero de equipo de la infancia.

—De acuerdo. Me quedaré.

Sarutobi esboza una pequeña sonrisa que ninguno de los dos nota y asiente,

—De acuerdo, tendrás que preparar tu casa para dos nuevos ocupantes. Usa el dinero que te di y el resto vendrá después.

—Sí, señor —Ambos hombres dicen al unísono y se inclinan. Se despiden. 

 

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