CAPITULO DECIMO OCTAVO

215 30 6
                                    

La noche estaba fría, solo se podía ver las respiraciones calientes de Taehyung y Min Hee que corrían tomados de la mano, buscando a sus padres, el padre de Tae había ido a encarar a Seokjin por lo que le había hecho a la pelirroja, toda la furia del moreno se vio encendida aun mas que un balde de gasolina en una fogata, al encontrar a su esposa teniendo sexo con Seokjin.

Todo esta siendo un caos en la casa Kim, Seokjin sin temor alguno le ofreció a Namjoon arreglar la situación, porque ambos perderían más de lo que pensaban si hablaban frente "los niños". Pero el moreno no sabia con que clase de animal estaba tratando.

Pensaron que solo saldrían al frente para platicar, pero no se veían ambos padres al caer, la noche.

La desesperación de Minnie aumento y salió de la casa a buscar a su padre, sabia que si no habían vuelto es porque todo había acabado mal. Taehyung corría con ella muy a pesar de las protestas de la pelirroja.

—¡Debes pedir perdón por tus pecados!

Seokjin estaba cubierto por la sangre del moreno, el cual se sostenía la herida con una mano mientras levantaba la otra.

—¡Papá basta!

Min Hee se metió entre los dos adultos.

—Mira quien llego —jalo del brazo a Min Hee y la atrajo hacia él —tu preciosa puta, la verdadera razón de tu enojo, tu orgullo herido.

Jalo su cabello causando un pequeño grito de parte de Min Hee.

—Tae vete, llévate a tu papá.

—No voy a dejarte.

—No, déjalo que se quede —tomo el mentón de su hija y le beso la frente —déjalo que se entere de lo que en realidad es su preciosa prometida.

—¡Vete Tae!

La pelirroja empezó a llorar por la desesperación de que Taehyung escuchara aquello, era mas su terror de ser vista por lo que es, un monstruo al igual que su padre.

—¿Sabias que tu padre tiene dos años acostándose con esta zorra?

—¿Padre?

Tae se gira hacia su progenitor que estaba herido, él seguía mirando a Minnie con angustia.

—No lo entenderías hijo, yo amo a Min Hee.

—¡Le doblas la edad! —empezó a sentir mucho asco —dios ella tenia 14 cuando comenzaste, eres un cerdo.

—Ella lo deseaba hijo, ella fue a buscarme, me enamoro, yo solo la quería proteger.

—¿Irónico no? Mi princesa esta aquí, para terminar contigo Namjoon, su objetivo real era matarte —paso el cuchillo por el cuello de la pelirroja que tenia los ojos cerrados para no sentir la mirada de desprecio de Tae — piénsalo bien niño Kim, el padre Anderson, esa chica de la escuela, algunos padres mas desaparecidos, todos estaban cercas de mi princesa, pero ella hace tan bien su trabajo que jamás la notaron, jamás supieron la verdad.

—No puede... ¿Minnie?

—Perdóname Tae, tu, tu eres tan puro, tan diferente, yo ya no quería hacerlo más, ya no podía.

—Yo aun sigo sin saber como es que lo hacía, como es que no dejaba ni un rastro, jamás me ha dicho su técnica —volvió a besarle la frente —¿No es perfecta? Deberías de hacer caso, tu padre ya no se mueve Taehyung.

El cuerpo de Namjoon estaba boca abajo, sin un asomo de vida, había muerto desangrado. Tae intento moverlo, pero era imposible, pesaba demasiado, Minnie saco algo de entre su suéter y lo encajo de manera directa en la pierna de Seokjin.

Este retrocedió dos pasos atrás, sacando la pequeña jeringa vacía la arrojo, sintió que su cuerpo empezaba a fallarle, las piernas no se movían, el latido se le aceleraba.

—Ahora ya conoces el secreto, papi, ya sabes como tu perfecta hija siempre logro cada petición, sentirás lo que ellos sintieron.

Seokjin empezó a correr hacia atrás hasta que sus pulmones se lo permitieron, llego a las orillas de un pequeño risco, Min Hee le dio alcance, si él había acabado con lo único bueno que tenía en su vida, por lo menos disfrutaría de verlo sufrir hasta morir.

—Ayúdame hija.

—Reza papi, reza para que todo pase, para que tu alma sea perdonada, para que dios pueda hacer algo por ti, se un buen chico y reza.

—Minnie.

Taehyung también los alcanzo, la pelirroja seguía viendo esa mirada de desprecio en él, ese odio que sabía que conservaría para siempre, con él cual no podría lidiar, no así, ella no quiere sentir el odio de Tae.

—Perdóname Tae, en verdad te amaba.

Dicho esto tomo a él brazo de su padre y se arrojó por el risco...

¡Oh mi dios!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora