CAPITULO DÉCIMO QUINTO

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—¿Estás nervioso?

MinHee susurraba en los labios de Taehyung, mientras se acomodaba encima de él.

—Es solo que me da miedo que nos puedan oír.

La pelirroja dejaba besos en el cuello del moreno, ambos estaban desnudos en la habitación del chico, los habían dejado solos para que sus padres fueran a una gala de verano.

—No suelo ser ruidosa —tocaba la punta del miembro del moreno —te diría que nos detuviéramos, pero tú amigo aquí abajo está muy firme en continuar.

Tae detuvo las manos de Minnie, está se quedó paralizada y comenzando a sentirse insegura.

—Jamás he hecho esto.

La pelirroja ladeó la cabeza.

—¿En verdad?

—Solo fanfarronee, eres la primer mujer que tengo desnuda sobre de mi.

Un virgen, Taehyung no podía ser más puro ni corrompible.

Minnie volvió a besarlo usando su lengua para calentar la situación, pego su pecho al torso desnudo del moreno, frotando sus pezones duros contra él, animándolo a tocar su trasero terso.

—Tae —empezó a colocarle el preservativo —¿Te molestaría saber que no eres el primero?

El chico la tomo de las mejillas juntando sus frentes.

—No, solo me interesa saber que estás conmigo ahora.

—Entonces déjame demostrarte lo bien que te puedo hacer sentir.

Min Hee bajo su cadera lentamente sobre el miembro de Taehyung, este se mordió los labios al sentir por primera vez el interior de la linda pelirroja.

Esto debe ser el paraíso.

Fue lo que pensó al primer movimiento de las caderas de su novia, por su parte Min Hee estaba extasiada, esto nunca lo había sentido con nadie más, cada jadeo de Taehyung eran mejor que mil blasfemias dichas por sus anteriores amantes.

Rezaría todo el tiempo, cada plegaria escrita por estar siempre con él.

Lamentablemente eso no podría pasar, no ahora que estaba apunto de hacer lo que su padre tenía destinado para ella.

Lamentablemente eso no podría pasar, no ahora que estaba apunto de hacer lo que su padre tenía destinado para ella

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