CAPITULO CATORCEAVO

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Antes de irse a la casa de verano de los Kim, MinHee pasaría unos días en la casa con su padre, pero está vez no estaría sola, Taehyung fue muy respetuoso al pedir quedarse con la pelirroja, cosa que no le quedó de otra a Seokjin porque después de todo se iban a casar ellos dos.

—Tu casa me encanta es sencilla y acogedora, se nota que tú padre ama lo sencillo.

—Si, nunca le vio el caso a una mansión si solo éramos Mamá, él y yo.

MinHee llevaba de la mano a Tae a la habitación que estaría ocupando mientras estaría ahí.

—Puedes ir desempacando, iré a dejar mis cosas  a mi habitación, te veo en un momento.

—Claro hermosa.

La pelirroja caminó despacio hacia su alcoba, no quería entrar ahí, nunca la ha gustado estar en "casa", menos en su habitación.

Cuando abrió la puerta, todo estaba igual que siempre las paredes rosas, las almohadas de encaje, el decorado infantil, la pared llena de reconocimientos, una vitrina con trofeos por sus logros académicos y al frente de su cama, un enorme crucifijo, el cual siempre a odiado.

"Debes de mirar a dios y rezar, no pongas atención en papi, debes solamente rezar Minnie solo reza para que Dios te perdone"

Crueles recuerdos de la primera vez que "rezo" ella solo tenía 5 años, el dios que debía protegerla nunca estuvo para ella, siempre apoyaba al monstruo de su padre, es por eso que pensó que si dios permitía tales actos, debían de ser correctos.

Minnie creció torcida.

Creció creyendo algo incorrecto.

A manos de un monstruo, que la llevo a hundirse en la oscuridad total.

Por eso es que ahora no sabía cómo salir de ese abismo, no sabía que cuerda tomar, todo es confuso, más cuando las pesadillas son tan palpables y lo único que siempre ha tenido es el amor enfermo de un padre despiadado.

Por eso es que ahora no sabía cómo salir de ese abismo, no sabía que cuerda tomar, todo es confuso, más cuando las pesadillas son tan palpables y lo único que siempre ha tenido es el amor enfermo de un padre despiadado

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