CAPITULO DÉCIMO

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—Debe de guardar más silencio, no haga mucho escandalo madre—

La pelirroja tenía en cuatro sobre su cama a una de las maestras, ella estaba con un arnés de prótesis penetrando duramente a la mayor.

—Señorita Kim mmmh—

Gemía sin control, la pelirroja solo seguía embistiendo sin tregua al mismo tiempo que azotaba el trasero de esta con una pequeña fusta dejando marcas rojas, pero la madre gozaba del dolor y esto lo sabía bien Min Hee.

—No quiero volver a ver a Tae de pareja con nadie más ¿Lo entendió? —da otro azote— ¡ENTENDIO!

—¡Si!

La madre llegó a su orgasmo cayendo rendida sobre la cama, Min Hee se fue quitar el arnés y ponerse ropa interior, la madre aún no recuperaba aliento.

—Si Tae es tu prometido, ¿Porqué esa inseguridad con que otra se le acerque?

—No es de su incumbencia.

—¿Tienes miedo de que vea lo que eres?

Min Hee se acercó y le tomo el rostro de manera agresiva a la madre.

—Tanto miedo como tú de que todos sepan que mi padre y yo te follamos.

La madre abrió los ojos como platos.

—Se lo de papá desde hace mucho, es por eso que mi padre puede hacer ciertas cosas, usted es la que cuida que nadie entre a nuestras habitaciones, además es el tipo de puta que le gusta a papá, las que son sumisas y estúpidas.

—¡No te permito! —le apretó más fuerte el rostro.

—Usted no puede hablarme así cuando está en mi habitación—la empujó —vístete y lárgate.

—Perdóneme señorita Kim, yo..

—¡Vete dije!

La madre se vistió rápidamente y salió dea habitación de la pelirroja, está se fue a tratar de dormir un poco.

Al día siguiente tenían un examen cosa que no les tomo mucho tiempo a los Kim terminarlo así que salieron del salón para estar en el patio un rato hasta la siguiente clase.

—Minnie, hay algo que tengo ganas de hacer desde hace tiempo.

—¿Qué cosa?

Tomo el rostro de la pelirroja acercándose hasta sus labios pero está lo detuvo.

—Espera.

—Perdon, no quería incomodarte.

—No, no es eso...argh espera.

Min Hee saco una servilleta de su mochila limpiándose el brillo labial.

—¿Por qué lo quitas?

—No podría dejar que me beses con eso en los labios.

Taehyung sonrió y se acercó a probar los labios de la pelirroja, cosa que añoraba desde hacer tiempo.

—Uno más —Min Hee cerro lo ojos esperando nuevamente el contacto de los labios de Tae.

—Solo uno.

No sería el último, pero si algo que marcaría a Min Hee en sus siguientes desiciones.


No sería el último, pero si algo que marcaría a Min Hee en sus siguientes desiciones

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¡Oh mi dios!Where stories live. Discover now