CAPITULO QUINTO

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Los ruidos morbosos de las intensas penetraciones se escuchaban por toda la habitación, ambos cuerpos sudaban con intensidad, los gemidos de la pelirroja iban en aumento. Le encantaba tener el control se apoyaba del pecho del hombre para poder mover las caderas a placer y al ritmo que le gustaba, sintió que tomaron sus caderas apretandolas un poco, la pelirroja se detuvo un segundo para abofetear con bastante fuerza el rostro de su acompañante.

—No te di permiso de tocarme.

—Pero..

Dio otra bofetada más, sintió como el miembro dentro de ella palpitaba de la excitación.

—¡Las manos sobre la cabeza! Que no se te olvide quien es tu ama, maldita escoria.

—S..si ama.

 Hizo su cuerpo un poco para atrás colocando las manos en los muslos del mayor volviendo a moverse con más intensidad, los círculos con su caderas además de los rebotes estaban llevando al límite a su pareja.

—¡Oh dios!

Gimió en un intenso orgasmo, acompañado de la explosión caliente del hombre, el cual gruño al sentir las uñas de la pelirroja clavadas en sus muslos. Está se levantó para irse a limpiar y buscar su ropa.

—¿Ya te irás?

—Debo estar en el instituto antes de que amanezca, igual lo veo mañana en la junta de padres.

Se acercó y mordió el hombro desnudo del mayor, para después dejar una marca en el cuello.

—Nos vemos mañana.

Salió de la habitación del hotel, para tomar un taxi y encaminarse hacia el instituto.

La junta de padres bimestral era un evento para presumir los logros de los estudiantes y que los padres compitieran por ¿Quién era el mejor hijo?, El más prometedor, el que sobresalía más. A él instituto Sant Claire le convenía este evento puesto que es donde los generosos padres donaban más dinero para la educación de sus hijos.

—Mi pequeña —La pelirroja fue abrazada y besada en su frente por su amoroso padre —¿Cómo está mi niña?

—Perfectamente padre.

—Señor Kim —un hombre de traje se acerca a saludar —Es un gusto tenerlo aquí como cada bimestre.

—El placer es mío director, adoro venir a ver cómo va mi pequeña.

—Nada que agregar, es una alumna ejemplar, no podemos dar ni una sola queja, sigue siendo la mejor en el instituto.

—Es un gusto escuchar eso. Se que mi niña siempre es obediente y hace todo por complacer a su padre—acaricia el cabello de la pelirroja.

—En efecto, no se olvide de firmar la boleta de calificaciones— se inclina un poco —ire a saludar a los otros padres.

—Adelante director.

Ambos vieron como este se marchaba, el padre de la joven se giró hacia su hija.

—¿Hiciste lo que te dije?

—Claro padre, se que tendrás ese contrato.

—Mira nada más si es Kim Seokjin —se acercó un hombre alto y moreno a estrechar con fervor la mano del padre de Min Hee —¿Cómo estás Seokjin?

—Siempre tan animado Namjoon, estamos bien ¿Cómo estás tú?

—Perfecto, muy feliz porque mi hijo conserva las mejores calificaciones.

—Claro que si, justo después de mi hija.

Min Hee se acerca al joven moreno que tenía cara de molestia.

—¿Qué pasa Tae?

—¿No te molesta que nuestros padres compitan con nuestro desempeño?

La pelirroja se encoge de hombros.

—Supongo que están orgullosos de nosotros.

—Claro, me pide excelencia cuando el llega con todo el cuello marcado haciendo notar que volvió a serle infiel a mi madre.

—Igual eso no es tu culpa, tu padre es un adulto, no debes dejar que sus acciones te amarguen el día.

El joven de sonrisa cuadrada suspiro algo cansado.

—Lo único bueno de esto es que al parecer hará un negocio con tu padre, estaremos más tiempo juntos Minnie.

—Es algo que me alegra oír.

—Es algo que me alegra oír

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