Capítulo 31

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"Fase 3: Luchar"

Raina Karsten.

El último mensaje que recibí de Cassian, hace exactamente veinte minutos, me avisaba de que ya estaba en Roma. El chalet de Chiara se encuentra justo en la otra punta de donde ha entrado, pero no se suele tardar tanto, y más con Cassian, que siempre acelera más de lo necesario, casi compite con Dashiell por ser un idiota descontrolado con el coche.

Repiqueteo mis uñas en la barandilla de las escaleras de la entrada. Estoy nerviosa. Por muchas cosas, y que Cassian tarde más de lo necesario me pone aún más alterada.

Ya llegará, deberías relajarte. — La voz autoritaria de Adrien suena a mi espalda. — Se te nota intranquila desde la distancia, se va a dar cuenta que algo te pasa.

Es fácil decirlo cuando toda tu vida no pende de un hilo.

Apoyo mi cadera contra la barandilla y giro mi rostro para obtener una vista completa del perfil de Adrien. Su cabello castaño está revoltoso, sus ojos marrones están camuflados con la penumbra del porche y fijos en el portón abierto para cuando llegue Cassian. Sujeta con sus labios un cigarro mientras trata de encenderlo. Cuando una humareda sale por su nariz, aparta el cigarro y me mira.

Te creía más segura de ti misma. Oye si estar enamorado significa ser débil, creo que nunca quiero enamorarme. — Consigue aligerar el ambiente cuando suelto un bufido.

No tiene nada que ver, solo que no me considero invencible. Enfrentarme con el hombre que me enseñó parte de lo que sé, no es algo simple.

Tú puedes con eso y con más, Raina. — Da una calada. — Así que dime la verdad, ¿Qué es lo que te preocupa?

Él. — Susurro después de unos segundos. — Yo. Él me hace replantearme muchas cosas, pero sobre todo me preocupa lo que mi yo pueda hacer. Sé que quiero destruirlos, sé que voy a enloquecer cuando los tenga delante, pero últimamente hay cosas que han cambiado en mí misma.

Ya no eres la perra fría y sin sentimientos que creías. Aunque nunca has sido eso, solo que preferías hacerte creer eso.

Es más fácil creer que nada te duele, ser indiferente que enfrentarte a todas y cada una de las emociones que este mundo te presenta.

Lo sé, pero no podías encerrarte por completo, que ese fue tu error hace años, y Cassian ha conseguido sacarte de ese pozo en el que estabas.

Por eso una parte de mí, cree que le debe una explicación de lo que voy a hacer.

El sonido de un motor me hace incorporarme y observar cómo el coche de Cassian entra en el chalet. Inconscientemente suelto un suspiro de alivio, pero sé que ahora viene la peor parte.

Nunca te dejaría enfrentarte tú sola, y lo sabes. — Su rostro se camufla un poco cuando suelta el humo del cigarro. — Y puedo entenderlo, yo nunca dejaría a la persona que quiero hacer ese movimiento suicida.

Ese movimiento suicida puede llevarnos a la liberación de ambos.

Tal vez, por eso, sea una batalla en la que debáis participar los dos. — Deja caer el comentario sin darme oportunidad a responderle por qué esa no es una opción viable, cuando Cassian aparece en el pie de la escalera.

Luce cansado, probablemente no haya hecho ninguna parada para llegar antes. Pasa la mano por su pelo y alza la vista, chocando su mirada con la mía. Veo alivio cuando eso pasa. Tal vez pensaba que lo iba a traer mientras yo volvía a Alemania, y bueno, no va tan desencaminado.

Mafia Alemana | Herederos 1 ©Where stories live. Discover now