Capítulo 14

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"Confusiones"

Raina Karsten.

Una nueva misión a la que añadir a mi larga lista de tareas. Ray por primera vez está callado. Raro. Lleva gafas de sol, siendo de noche. Más raro. Y no me ha hablado ni ha insistido en ser mi amigo. Doblemente más raro.

— ¿Algo que yo deba saber?

Desvío mis ojos de la carretera para volver a mirarlo. Está dejado caer de una forma poco normal en el asiento del copiloto, su codo apoyado en el reposabrazos y agarra su frente con la mano mientras parece mirar la carretera también. No sabría decirlo con seguridad, pues las gafas de sol que aún no le encuentro explicación cubre sus ojos.

Carraspea antes de hablar por primera vez.

— Todo bien. — Su voz suena ronca.

— No lo creo, no sueles ser así.

— Al final te agrado. — Vuelve a carraspear, pero sigue sin hacer ningún movimiento en su cuerpo.

— No he dicho eso. — Adelanto un par de coches volviendo a tener la carretera despejada para volver a mirarlo. — Te puedes quitar las jodidas gafas de sol, es de noche.

— Me quedan guays.

— Las gafas Ray. — Bufa antes de medio incorporarse en el asiento, alza sus manos y aleja las gafas. Sus ojos están cerrados, pero cuando vuelvo a mirarlo me sorprendo al ver sus pupilas totalmente dilatadas y los ojos rojos. — Pero qué... ¿Estás drogado Ray?

— No lo estoy. — Carraspea por tercera vez. — Pero en el hipotético caso de que estuviese, ¿Qué pasaría?

— En el hipotético caso de que mi compañero estuviese apunto de hacer una misión drogado, me enfadaría muchísimo, tanto que si hubiese alguna posibilidad de ser mi amigo estaría totalmente enterradas y encineradas. — Su cuerpo se tensa. — Además, disfrutaría mucho torturandolo porque me haría tener que esforzarme el triple para encargarme de su parte y de la mía.

— Uf, m-menos mal que no es el caso. — Hace el intento de ponerse las gafas pero se las arrebato de las manos. — Eh mis gafas.

— ¿Tus gafas? Yo creo que deberías preocuparte por algo más que eso. — Bajo la ventanilla y lanzo las gafas.

— ¡Que me costaron una fortuna!

— Una fortuna me va a costar como se te ocurra arruinar la misión por drogarte.

— Es que la pastilla que me dieron era muy fuerte. — Hace el intento de quedarse recto en el asiento pero vuelve a dejarse caer. — O yo que soy un débil, porque Cassian y Garin también tomaron y no se les veía tan...

— ¿Cómo? — Interrumpo su parloteo. — ¿Cassian?

— Sí, y Garin.

— ¿Fuisteis a drogaros ayer?

— No precisamente, es una larga historia, pero prefiero descansar y tampoco creo que te interese. — Suelta un pequeño bostezo y apoya de nuevo su cabeza en la palma de su mano.

Por un momento me pierdo en mis pensamientos, y solo escucho las palabras de Ray repitiendo el nombre de Cassian. Hasta donde sé, él odia tanto como yo a mi compañero, además de que irse de fiesta con ellos es dar un paso bastante grande.

Un movimiento sucio y rastrero por su parte.

— Todo lo que influya en la misión me interesa. — Suelto mordaz, molesta por lo que recientemente he descubierto. — Y bien, ¿Qué sucedió anoche entre los tres? ¿Y por qué tengo a mi compañero de misiones drogado aún?

Mafia Alemana | Herederos 1 ©Where stories live. Discover now