Capítulo 26

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"CAOS (Segunda parte)"

Raina Karsten.

Luchar y pelear.

Aparentemente sinónimos, pero yo llevo toda la vida diferenciándolos.

He peleado contra mafias, contra soldados, contra Cassian,... contra tanta gente que hacerlo contra Enrico se siente algo natural.

Aún sigue sorprendido, apenas se mueve con rapidez y ni siquiera trata de hacerlo, ni siquiera trata de pelear conmigo.

— ¿Ahora quién es el muñeco? — Le provoco. — Te comportas como un jodido objeto que solo sirve de decoración. — Pateo su estómago provocando que retroceda unos pasos. — Cuando acabe contigo, eso es lo que vas a ser. Una puta alfombra en mi casa.

Sin embargo, solo he luchado una vez en mí vida. Y a día de hoy, sigo embarcada en esa misma lucha.

Lucho por el poder, por gobernar mi mafia, por derrotar a todos aquellos que me han subestimado, que han pensado que simplemente era eso, una muñeca bonita a la que moldear.

Acabar con Enrico provoca muchas cosas en mí. Desde la satisfacción de eliminar a otro hombre que juega y menosprecia a la mujer, hasta derribar un obstáculo más de mi lucha eterna por el poder.

— Freya.

— No querido, aún no has pillado el tema. — Lo derribo en un rápido movimiento de pies y piso su pecho. — Soy Raina, sublíder de la mafia alemana. De la verdadera mafia alemana y la única que debe haber aquí.

— ¿Todo fue un juego? ¿Una manipulación?

Sonrío, muestro mi sonrisa más retorcida mientras lo libero.

Quiero una pelea de verdad, quiero verlo sudar por derribarme.

— Llámalo como quieras, pero el objetivo de todo eso era acabar así, justo como estás ahora mismo. — Se incorpora, sacando una navaja. — Ahora sí. Muestrame todo de lo que eres capaz, aparte de follar terriblemente mal.

Su shock se transforma en ira, dando comienzo a la verdadera batalla.

Esquivo sus golpes, la mayoría, pero sin librarme de un corte profundo en mi abdomen. Sus ojos relucen de maldad, pero ni en sus más húmedos sueños, conseguirá ganarme.

Saco mi navaja y antes de lanzar un corte a su muslo, le muestro la hoja limpia y perfectamente afilada.

— Que pena que no queden rastros, pero hasta hace unas horas, aquí en esta misma hoja que va a cubrirse con tu sangre. — Se la muestro, sin quitarle un ojo de encima. — Estaba llena de la sangre de tu querido consejero, de Adam, ¿Te acuerdas de él?

— Serás perra. — Corto su muslo y lo rodeo pateando su espalda provocando que caiga de boca.

— Bueno, poco a poco, de muñequita a perra. — Presiono mis pies tratando de mantener el equilibrio mientras Florian mueve el furgón como un loco. — ¿Qué será lo próximo?

Presiono mi herida del abdomen, alzo mi mano y veo todos mis dedos cubiertos de sangre.

Bloqueo su muñeca haciendo que suelte la navaja y la tiro lejos, fuera del furgón. Gruñe furioso, antes de patearme justo en la herida. Jadeo de dolor y retrocedo hasta que mis pies pierden el soporte y quedo colgando de mi mano.

Miro hacia el suelo, sabiendo que si caigo, moriré aplastada por las ruedas del furgón.

— ¡Era esto lo que querías! — Agita sus manos. — ¡Que peleásemos como dos enemigos!

Mafia Alemana | Herederos 1 ©Where stories live. Discover now