Felicity entra a la oficina y su semblante cambia a uno serio lo cual me parece extraño.

—¡Vaya!—Exclamo—Son más lindos en persona—Me miran en silencio.

—Tal vez deberíamos empezar con las finanzas—Una mujer rubia me entrega un folder. Lo tomo entre mis manos y comienzo a hojear las tantas hojas, el hombre seguía hablando pero yo permanecía helada, no sabía lo que significaban esas letras, dibujos y graficas y mentalmente maldije a Ray que rápidamente perdí perdón por el muertito, esperen, no, eso sonaba peor, "Lo siento Ray, no quería insultarte" me digo a mi misma.

—¿Pueden explicarlo con palabras que entienda?—Pido cuando la preocupación aparece en sus rostros.

—Básicamente nos pide que despidamos a los trabajadores—Me explica Felicity.

—Mi algoritmo señala que la única manera de que la empresa sobreviva es reduciendo los gastos, de manera de que recortemos el personal—Habla un chico moreno de lentes, su cabello es rizado y suda—Pero reducción de gastos se escucha mejor que despidos... Ya saben de manera educada... Debo callarme—Dice nervioso.

—¿Quieren que despida a personas?—Siento un hueco en mi estómago—¿Personas que necesitan dinero para poder vivir? No podemos hacer eso—Hablo segura—¿Cierto?—Me dirijo a la rubia y ella asiente apenada—No es justo.

—Tampoco es justo que el señor Ray le diera la mitad de la empresa a una niña que no tiene idea de lo que hacía mientras jugaba al matrimonio feliz y gastando el dinero de su amigo difunto pero aquí estamos—Mi boca toca el piso cuando el hombre moreno sentando al frente de mi dice aquello.

—Okey amigo, que estés amargado y no te den...—Felicity golpea mi hombro—Amor—Agrego—No es mi problema, tampoco es tu problema saber cómo me gasto mi dinero y con quién así que si no tienes nada que decir sobre la situación de la empresa no lo hagas—Me pongo de pie y salgo enfadada.

Miro hacia abajo jugando con pies mientras espero el ascensor, cuando las puertas se abre me adentro sin fijarme, mi pecho chica contra otro, alzó mi mirada y lo miro, sin evitarlo sonrió.

—¡Aidan!—Exclamo feliz.

—Camille—Una sonrisa se forma en su rostro—Volviste.

—Si—Suspiro—Es bueno verte.

—Opino lo mismo—Llevaba cajas en su manos—¿Cómo estás?—Pregunta.

—Bien, supongo—Bufo—¿Tú?—Cuestiono.

—Mejor ahora que te veo—Siento mis mejillas arder—¿Qué tal si salimos para ponernos al tanto?—Sugiere.

—¿Me volverás a dejar plantada?—Me burló y el ríe, su risa es contagiosa.

—Eso... Fue un malentendido—Se excusa.

—No creo que a mí novio le guste la idea—Hago una mueca.

—¿Pero aún así coquetas conmigo?—Alzo mi ceja.

—¿Quién coqueta con quién?—Sonrió—En ese caso serías tú, con esa bonita cara—Me arrepiento cuando caigo en cuenta de mis palabras—Pero la de mi novio es más linda.

—Claro—Finge estar de acuerdo—Estar con Oliver debe de ser tan divertido—Asiento confuso con su tono—De seguro es divertido quedarse en casa y no salir por qué el ya es todo un señor—Mi boca se abre—Anciano—Agrega.

—¡Oye!—Me quejo—No es tan viejo, solo es cinco años mayor que yo—Explico.

—Como sea—Sale del elevador—Si alguna vez te aburres sabes dónde encontrarme—Me guiña un ojo.

—No lo haré, tenlo por seguro—Gruño.

...

—¿Tenemos noticias?—Pregunta Oliver entrando al búnker.

Rápidamente limpio mis lágrimas tratando de esconder mi rostro, no era divertido despedir a personas y tampoco las cosas estaban bien en el equipo fecha, Oliver y John discutían, Thea no era la misma, Felicity y Laurel estaban distanciadas y me sentía muy emocional.

—No—Susurro.

—¡Ey!—Oliver se acerca a mi y toma mi rostro entre sus manos para limpiarlo—¿Qué sucede?—Pregunta preocupado.

—Esto es tan deprimente—Lo alejo de mi—No sabes nada y cuando lo hagamos habrá otros y otros y yo ya no se nada, ya no puedo ayudar y me siento tan inútil—Exploto.

—Ya sabíamos que las cosas serían así—Oliver se sienta al frente de mi.

—Cuando decidimos esto, está feliz creí que las cosas estarían bien pero una semana después, tu y John siguen mal—Oliver gruñe—Thea está demente, Felicity amargada y yo despido personas que necesitan su trabajo—Explico.

—Crees que nos equivocamos pero no es así—Toma mi mano—Lo valioso no se obtiene así de sencillo—Sonríe a medias.

—Cierto—Apoyo—Te costó tres años aceptar que está enamorado de mi—Bromeo y el ríe.

—Dijimos que haríamos las cosas diferentes y eso estamos haciendo—Su teléfono suena y me enseña la pantalla donde se ve "Capitan Lance" ambos comienzan a hablar y Oliver sale rápidamente del búnker—Los tenemos.

...

Pensaba en como ayudar a Curtis, prácticamente mentí y dije que el tenía una idea para evitar los despidos y aún así me sentía mal por haberlo llevado en esto, miraba los demás edificios, estar en el balcón era grato pero también me recordaba que yo no pertenecía a ese lugar, en mi lugar no había edificios así de altos, no había esa brisa, solo había cuatro paredes que me encerraban.

—Hola—Giro un poco cuando Oliver entra al departamento.

—Hola Oliver—Respondo un poco más feliz.

—Te vas más feliz—Lo nota.

—Aja.

—No me digas ¿Empezaste a disfrutar el despedir a personas?—Cuestiona.

—Nop—Me niego—No más despidos Ollie—Me burló.

—Bien—Dice para después besarme rápidamente.

—Encontre otro modo—Informo aferrándome a su brazo.

—Deberías decirme cómo—Suspira—Hacer las cosas diferentes es lo que prometí.

—Lo estás haciendo—Animo.

—No lo suficiente—Niega—Tanto Lance cómo Jessica me dijeron que la cuidad necesita algo que flecha verde no puede ofrecer.

—¿Un restaurante decente de comida Mexicana?—Me burló, evitó su mirada pero de reojo lo miro sonreír

—Esperanza—Corrige—Inspiración—Agrega—Una persona que no tenga miedo de hacer las cosas de día... Una persona que pueda protegerse... Camille.

—Si.

—Me postularé para alcalde.



GOLD EYES ~Oliver Queen~Where stories live. Discover now