17.Dañar

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24 de abril del 2020.
Lorena

En los días siguentes de ese suceso no he tenido el ánimo siquiera de ir al instituto, por lo que me mantengo en casa ignorando los mensajes, llamadas y las constantes visitas de Dylan a mi casa.

Me duele que mientras esperábamos por los resultados a los que en rehúse a ver él fuera tan idiota como para admitir que Loretta logró su objetivo, Dylan había visitado a Elena exactamente el dieciocho de este mes. Ni siquiera pude asimilar que se vio con su ex. 

Sonrío ante mi hermano que me regala un bello dibujo de lo que es su familia y me pregunta por Naomi, amablemente le digo que seguro no tardará en venir porque es la única que estoy permitiendo que me vea que no sea mi familia, además de que me pone al día con las clases.

Corro el riesgo y me armo del valor que no había tenido para abrir el chat de Dylan.

Dylan: No sé por qué diablos escapaste de la clínica, pero es importante que veas los resultados.

Bonita ¿estás ahí?

¿Por qué no respondes a mis llamadas?

Bonita, me estás volviendo loco, estoy en tu puerta, por favor ábreme, siento mucho si me porté como un imbécil pero necesito que hablemos.

No te cierres a mí, escucha; cuando no dieron con algo formándose en ti el doctor dedujo que tu intestino delgado puede no estar produciendo la cantidad suficiente de la enzima lactosa y una mierda de cosas más. Lo importante aquí es que no, no estás embarazada y sería de mucha ayuda que descartaras intolerancia a la lactosa o alguna enfermedad para que tú intestino no esté haciendo este trabajo, aunque el doctor ha dicho que puede ser que tengas alergia a algún alimento y esto diera comienzo al problema.

Me estás preocupando, ¿te encuentras bien?

¡Ábreme la puerta, maldita sea!

Dejo de leer sus mensajes y noto las fotos de lo que supongo es la negativa que no me molesto en ver, confío en él y no me interesa descifrar los códigos médicos.

Los mensajes son de diferentes días, muchos, y me causa meter las dedos entre mis hebras ver de lo que me estuve escondiendo por tanto tiempo.

Bajo por un vaso de agua y vuelvo a leer la parte que dice que no me encuentro embarazada, no voy a ser hipócrita, así que simplemente diré que es algo que me produce alivio y me devuelve el alma al cuerpo.

Escucho el timbre y con la esperanza de no ver a Dylan me encamino a abrir la puerta guardando mi teléfono en mi bolsillo, sin embargo al hacerlo mis dedos pican por cerrarla en la cara de la persona frente a mí.

—Pero si es el bombón de novia que se trae Dylan, no sabía que vivías aquí, estás bien forrada en dinero muñeca.

—Jó...

—No, no, nada de malas palabras para mi muñeca.

—Mira...

—Marco —termina él.

No es nada más ni nada menos que el imbécil que no me brindó su ayuda mi primer día en el instituto por el simple hecho de no cumplir con sus estereotipos.

Molestando a Lorena ✔️Where stories live. Discover now