Un lugar para volver a casa

Capítulo 7

Acurrucada en el suelo de la ducha, Ángela ocultó la cara contra las rodillas y dejó que el agua se derramara sobre ella, limpiándola del hedor y la suciedad de la última semana infernal. Desafortunadamente, nada podía borrar su mente de los recuerdos. Parecía que no podía dejar de temblar, sintiendo frío en el centro de su ser a pesar del calor del agua.

Podría haber sido mucho peor, y ella lo sabía. Las historias que había escuchado de algunos de los refugiados eran realmente horribles e hicieron que la semana pasada pareciera un viaje al spa. Pero fue la experiencia más estresante y aterradora por la que jamás había pasado personalmente. De alguna manera había mantenido la compostura en todo momento, pero ahora que estaba a salvo, se produjo una reacción.

Ese Alfa, Moreno, estaba muy disgustado de que ella pudiera resistirse a él de alguna manera. Claramente había estado deseando tener un omega para satisfacer todos sus caprichos, pero la voluntad obstinada de Angela combinada con la protección ofrecida por su vínculo a medio formar con Fareeha le permitió negarse. Al menos había una ventaja en la situación imposible en la que ahora estaba atrapada, y la protección duraría incluso un tiempo después de que ella finalmente se fuera, pero finalmente la separación de Fareeha rompería el vínculo naciente.

Ella sabía que algo así podía pasar si fuera una beta, pero nunca había oído que un omega rompiera un vínculo con un alfa. Por supuesto, los vínculos eran raros, los omegas eran aún más raros, y los pocos enlaces omega de los que había oído hablar eran con betas en lugar de alfas. Probablemente porque cualquier omega cuerdo haría lo mismo que hizo Angela, y evitaría a los Alfas a toda costa por el bien de esa cordura continua.

Cómo romper el vínculo, si tal cosa era posible, era un problema para más adelante. Por ahora, tenía que pasar los próximos días, hacinada en un pequeño apartamento con su Alpha unida, sin dejar que ese Alpha se diera cuenta de que se estaban uniendo, y sin perder el dominio de Fareeha en el proceso.

Pensándolo bien, el temblor podría ser tanto el miedo a lo que se avecinaba como una reacción a lo que ya había sucedido.

Finalmente Angela tuvo que arrastrarse fuera de la ducha, o correr el riesgo de convertirse en una ciruela pasa. Se envolvió en una de las toallas grandes y esponjosas de Fareeha, robó el cepillo de dientes de la otra mujer para limpiarse los dientes y tomó prestado un peine para deshacer los nudos de su cabello antes de secarlo. Mientras tanto, seguía repitiéndo 'Tú puedes hacer esto' en su cabeza, tratando de mantener su coraje.

Cuando abrió la puerta, no vio señales de Fareeha. Junto a la puerta había un montón de seda terriblemente pequeño, y cuando lo recogió, se desdobló en un camisón con paneles de encaje transparentes a los lados. Al menos Fareeha era lo suficientemente alta como para que el camisón llegara hasta las rodillas de Ángela, pero eso era lo único bueno que podía decir al respecto.

'Inapropiado' apenas comenzaba a describirlo. De otro Alfa, Angela podría haber pensado que era un juego de poder deliberado, o incluso un movimiento lujurioso. Pero Fareeha sonaba tan tímida y avergonzada cuando se disculpó a través de la puerta, Angela pensó que legítimamente podría ser lo único disponible. Suspirando, se retiró al baño para ponérselo.

Debería haber sido lo suficientemente grande como para colgar sobre ella como un saco, pero su busto era más generoso que el de Fareeha y la tela cortada al bies se adhería a sus curvas. Aunque el tono coral no era tan favorecedor para los tonos de piel de Angela como lo sería para Fareeha, ayudó a aliviar la palidez causada por una semana lejos del sol. La imagen en el espejo era más delgada de lo que le gustaba a Angela, pero no hasta el punto de ser demacrada. Si hubiera tenido el cabello recogido y se hubiera maquillado, seguramente estaría muy atractiva.