Un lugar para volver a casa

Capitulo 6

No fue hasta que se acercó para abrir la puerta de su apartamento que Fareeha se dio cuenta de que tenía dos problemas. Uno, se había llevado a Angela y se había ido de Helix sin siquiera decirle a nadie adónde iba, lo que significaba que en realidad nunca se había presentado a trabajar hoy. Esa fue una gran marca negra en lo que había sido un récord impecable, y bien podría volver a morderla la próxima vez que estuviera lista para un ascenso. Fareeha llamaría en el momento en que Angela se instalara y probablemente no se enfrentaría a medidas disciplinarias si lo citaba como una emergencia familiar, pero aun así la molestaba.

Y el problema número dos, estaba trayendo a Angela a su apartamento. Su pequeño apartamento de una sola habitación, que apenas tenía espacio suficiente para que viviera una persona, y mucho menos dos. Especialmente no cuando una era una omega asustadiza que no confiaba en el autocontrol de la Alfa con el que compartiría el espacio.

--"Lo siento, es muy pequeño."-- se disculpó Fareeha mientras abría la puerta y se hacía a un lado para dejar entrar a Angela primero. --"No paso mucho tiempo aquí. Al menos está limpio."-- Su madre había mantenido su casa con precisión y limpieza militares, y Fareeha se llevó el hábito con ella a su propio servicio militar. Ahora estaba más contenta por eso, porque traer a Angela de regreso a una casa llena de platos sucios o ropa interior tirada por ahí habría sido mortificante.

Angela dio tres pasos adentro, luego se congeló, como si hubiera visto algo peligroso. Cerró los ojos y respiró hondo, estremeciéndose. Preocupada, Fareeha la siguió adentro y cerró la puerta, luego apoyó su mano en el hombro de Angela. --"¿Ángel? ¿Estás bien?"--

--"Sí. Por supuesto, estoy bien."-- Ángela no sonaba bien; sonaba como si estuviera a punto de estallar en lágrimas. Pero cuando abrió los ojos y miró a Fareeha, no había rastro de humedad. Sin embargo, su sonrisa era claramente forzada. --"Creo que nunca he estado en la casa de un Alfa, eso es todo."--

--"Oh. El olor."-- se dio cuenta Fareeha, sintiéndose tonta. --"Puedo abrir las ventanas, pero afuera hace mucho calor y la arena entrará."-- Había desventajas en vivir tan cerca de un desierto.

De todos modos, el aire fresco solo ayudaría un poco. Angela se encogió de hombros y se adentró más en la habitación, mirando a su alrededor. --"Este es tu territorio, y tu olor impregna todo lo que hay aquí. Todavía es mucho, mucho mejor que esa habitación húmeda del sótano, y prefiero mucho más tu olor que el de él."--

El mero pensamiento del mal olor de Gilberto Moreno en Angela fue suficiente para enfurecer a Fareeha, y ella tembló al borde de la furia repentina. Sorprendida por su propia reacción, luchó por contenerse y controlarse antes de asustar a Ángela.

Excepto que fue la omega quien se acercó, tomando las manos de Fareeha entre las suyas y acariciándolas con sus dedos, canturreando desde la parte posterior de su garganta todo el tiempo. Su aroma a caramelo se volvió aún más dulce, hasta que debería haber sido empalagosa y abrumadora y, sin embargo, era de alguna manera la cosa más increíble que Fareeha había olido.

--"Respira, Fareeha."-- murmuró Angela. --"Estoy aquí, estoy a salvo y me protegerás de cualquier daño."--

--"Por supuesto que lo haré."-- respondió Fareeha, sin saber por qué Angela estaba diciendo eso como para tranquilizarla . Seguramente era la omega quien necesitaba consuelo por el trauma por el que acababa de pasar. Y, sin embargo, había una oleada de culpa debajo de la ira de Fareeha, una especie de horror por no haber sido capaz de evitar que Angela sufriera daño, que estaba carcomiendo los lazos de su autocontrol.

Era el instinto protector que cualquier Alfa bueno poseía, pero aumentado mucho más allá de diez, más fuerte de lo que Fareeha lo había experimentado antes. Lo único que ayudó fue respirar profundamente el aroma azucarado de Ángela, escuchando el canturreo relajante. Cuando habían estado cerca en el pasado, Fareeha era demasiado joven para apreciar cuánto más poderoso era el efecto de un omega.