La Segunda Oportunidad Del Villano Escoria~

Capítulo 21: Ayuda en la forma de una belleza brutal

Han pasado tres semanas desde la última vez que salió de su habitación y todavía no se atrevía a entretener a Shen Yuan o Shen Roulan.

Su madre y su padre hicieron todo lo posible por hablar con él, pero é no les permitió tal acción.

Cada parte de él se sentía entumecida.

Revelaciones aturdidoras que había pensado que había enterrado desde que renació lo golpearon demasiado rápido y fuerte después de ver a Ning Yingying.

A este ritmo, terminaré encontrándome con Luo Binghe... ¿cómo lo manejaré?

Se quedó mirando la esquina de la pared donde estaba su cama, incapaz de encontrar el deseo de dormir o comer. Ya había perdido quince libras durante el transcurso de la semana. Se sentía débil y enfermo.

Ah... mis alumnos... necesito calificar sus trabajos de investigación...

Se incorporó lentamente, pero se encontró ajustando su posición en la cama y acurrucándose de nuevo. No se había duchado en tres días, pero como su habitación siempre estaba bien aislada y apenas se movía, todavía no se sentía mal.

"¿A-Jiu?" Shen Mingyu llamó a la puerta y entró, podía escuchar los pequeños tintineos de los cubiertos en los platos.

Comida... Necesito comer.

Escuchó a su padre dejar la bandeja en su mesita de noche y sintió que la cama se inclinaba ligeramente desde donde estaba sentado su padre.

"¿Crees que puedes comer algo todavía? Sabes que es malo para ti no comer nada durante tanto tiempo". Dijo en voz baja, tirando lentamente de las sábanas.

Shen Jiu lo dejó, pero instintivamente se acurrucó ante la pérdida de su manta de seguridad.

"¿Quieres hablar con tu baba?"

Esas palabras duelen.

Shen Jiu se sintió asentir, pero no habló. Shen Mingyu sonrió con tristeza mientras su mano se cernía sobre su hombro.

"¿Está bien si te toco?"

De nuevo asintió. Shen Mingyu agarró el hombro de su hijo y deslizó su otra mano debajo de él para ayudarlo a levantarse y Shen Jiu lo dejó. Le dolía el corazón al ver a su hijo tan... roto. Tampoco tenía idea de qué lo causó. Apenas funcionando. Era como los pequeños episodios que tenía de vez en cuando cuando era niño, donde se distraía, a menudo se confundía y se perdía hasta el punto de que Shen Yuan casi nunca lo dejaba ir cuando estaba en estos estados mentales. Este fue el peor episodio que jamás había visto.

Sus hermosos ojos verdes estaban tan apagados y tristes.

"Toma, tu madre te preparó gachas y una ensalada de frutas". Apoyó a su hijo contra la cabecera, se sentó a su lado y llevó la bandeja a su regazo.

Con cuidado, tomó el tazón de avena y acercó la cuchara a los labios de su hijo, con la esperanza de que el olor lo convenciera de darle un mordisco. Shen Jiu se sentó allí por un momento, sus labios temblando como si quisiera abrirlos, pero no podía.

"Está bien, A-Jiu. Baba está aquí para ti, ¿sabes? Te escucharé si lo necesitas". Dijo con cuidado, sondeando ligeramente para asegurarse de que su hijo supiera que podía confiar en él.

Shen Jiu siempre había sido tan independiente y presionado para no pedir ayuda a nadie.

Su corazón se rompió cuando las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de su hijo.

"-lo siento..." El susurro entrecortado de una disculpa sonó de su hijo mientras pequeños sollozos sacudían su cuerpo. "Lo siento..."

Apartó la bandeja a un lado y con cuidado envolvió a su hijo en un abrazo, "No. No, no te disculpes. No has hecho nada malo".