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Sakura, Miso y Pakkun llegaron junto a Naruto y Shikamaru, la Haruno hizo unos sellos y tocó al Uzumaki, quien despertó enseguida.

–Oye, ¿Que sucede, Sakura?– pregunto adormilado.

–¡Onii-chan!– Miso abrazo su torso –Que bueno que estés bien...

–¿Miso?. ¿Que haces aquí?.

–¡Abajo!.

Miso le saco un Shuriken de su bolsillo y desvió el Kunai que iba en su dirección.

–Asombroso– murmuró Sakura –Luego te explico, quédate abajo– le dijo a Naruto.

Se arrastro hasta shikamaru mientras Miso miraba a su alrededor, pero entonces Sakura noto algo.

–Shikamaru, todo este tiempo has estado...

Pakkun se acercó al Nara y de improviso mordió su pierna.

–¡Duele!.

–Tu también dispersarse el genjutsu. ¿Por qué fíngiste estar dormido este tiempo?.

–No quería involucrarme, además entiéndeme– empezó a tirar de la cara de Pakkun –a mí no podría importarme menos Sasuke– entonces Pakkun mordió su mano –¡Duele!.

–¿Que?. ¿Que está pasando?.

–¡Naruto, atrás de ti!.

Antes que el ninja pudiera herirlo Miso salto sobre él estampando su cuerpo contra la pared.

–Que... rápida.

–No es todo– se alejo y de una patada hizo que atravesara toda la pared –No le pondrán una a mí Onii-chan...

–Miso...

–Ahora les explicaré la misión– Kakashi junto a Guy se pusieron frente a ellos –En cuánto lo indique, salgan por ese hoyo. Primero encuentren a Sasuke y deténganlo, luego encuentren un lugar seguro y esperen futuras órdenes.

–¿Algo le pasó a Sasuke?.

–Te lo explicaré en el camino, ahora vamos.

–¡Vamos, Onii-chan!– Miso sujeto a Naruto y lo hizo saltar.

(...)

Algo raro está pasando– pensó Konohamaru –Todos los maestros dejaron a los alumnos solo y Miso no regresa. Y además ese humo... Si, esto es muy raro.

Justo a la mitad de la clase, bam, nos dejan solos, y ya llevamos mucho tiempo.

–Si, Iruka-sensei ya se raro demaciado, al igual que Miso, ¿verdad, Konohamaru?.

El Sarutobi estaba concentrado en otra cosa que no respondió la duda de Udon.

–Oye, Konohamaru...

–¡Ay!. Ay, ¿por qué?– ambos vieron a Moegi –Mi mamá me lo acaba de dar.

–Tranquila, te doy mí lápiz de color.

–No lo quiero, este era nuevo, el color de es edición limitada. Ay, Miso tenía los mismos colores, pero no está. ¡Y no miraré sus cosas!. Que rayos...

(...)

–A ver, todos, por favor, muévanse rápido.

–Este día cada vez se pone peor. Primero nos dejan solos, mí color favorito se rompe, Miso no regresa, y ahora esto.

–Los simulacros me chocan. Hasta quedarnos solos es mejor que esto.

Uzumaki y Sarutobi [Konohamaru]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu