Seduciendo Un Alfa |NamJin|

6: Dedos calientes y agiles.

—¡Mi hijo siempre es tan modesto con sus habilidades! —JiEun interrumpió con una sonrisa. Ella giró el rostro levemente para darle una pequeña mirada a SeokJin, y él casi echó humo por las orejas al ver que su madre no pretendía disminuir su orgullo por el bien de la misión. Esto era inaudito—. Pero él puede cocinar excelentemente bien. En la próxima ocasión, te invitaré a nuestra casa para que tú mismo pruebes su comida, SeonJo-ssi.

SeokJin apretó los dientes al escuchar sus palabras. Pero aunque estaba enojado, no podía permitir que el sentimiento lo domine; tenía que calmarse a sí mismo para evitar gritar y hacer una rabieta por lo poco que su madre estaba colaborando con él.

Ciertamente, está era una de las razones por las cuales prefería hacer las cosas a su modo; su madre y él eran demasiado orgullosos para acatarse a las formas del otro. Aunque era verdad que sí sabe cocinar muy bien, porque fue uno de sus hobbies cuando era un niño, no era tan excepcional como su madre quería hacerlo ver solo para enaltecer su imagen.

—Si es tan bueno cocinando... —NamJoon habló de repente, llamando la atención de todos, pero sus ojos estaban fijamente en SeokJin. No parecía estar respondiendo a JiEun—. ¿Por qué sería modesto con sus habilidades? Es algo por lo cual regodearse y estar orgulloso. No todos los hijos de familias ricas se toman la molestia de aprender.

Al escuchar su pregunta, SeokJin deseó estar a solas con el alfa, para poder reírse a carcajadas y aplaudirle por su gran ingenio.

¿Era esto lo que NamJoon deseaba? ¿Qué SeokJin y su madre se pusieron ellos mismos al descubierto frente a SeonJo? Muy listo de su parte, pero si eso era lo que Kim NamJoon estaba esperando que sucediera, definitivamente, se quedaría sentado esperando que ellos cometieran un error.

SeokJin sabía jugar a los disfraces mejor que él. Era un actor por naturaleza.

—Dicen por ahí que la humildad hace al hombre, ¿no lo crees así, NamJoon-ssi? —SeokJin le miró con una sonrisa, sus ojos brillando con sarcasmo y cinismo, mientras notaba como la expresión de NamJoon se mantenía inalterable sobre él—. Considero que no debería regodearme cuando hay otros por ahí que no son capaces de hacerlo... Pero si tengo que hablar de mí mismo, lo haré orgulloso de mis buenas habilidades.

—¿Es realmente así? —NamJoon respondió con calma. Pero SeokJin podía entrever la ironía en las palabras del alfa—. Pareces tan orgulloso de tus habilidades culinarias que me provoca desear probar...

Había algo en las palabras del hombre que hizo a SeokJin mirarlo fijamente a los ojos y sentir un extraño sentimiento asentarse en su estómago.

Oh, Kim NamJoon, no puedes solo decir algo así sin esperar que te responda de la misma forma... SeokJin pensó para sí mismo, mordiendo ligeramente su labio inferior.

—NamJoon-ssi, sabes que puedes venir y probar cuando quieras —él respondió con lo que para todos pareció amabilidad—. Estoy seguro que te encantará todo lo que pruebes y querrás más...

Solo Kim NamJoon, que lo estaba viendo fijamente a los ojos, podía entrever las palabras no dichas detrás de su frase. O mejor dicho, el doble sentido de sus palabras, porque SeokJin estaba jugando con él.

Y NamJoon lo sabía, que SeokJin estaba siendo descaradamente desvergonzado, por la forma en la que su mandíbula se tensó, y sus ojos se estrecharon, mientras lo veía como una pequeña cosa molesta e irritante.

Tal vez NamJoon sí deseaba probar, y le molestaba querer hacerlo. SeokJin no lo culparía por eso.

Pero al ver al hombre girar el rostro e ignorarlo para no responder a su invitación, SeokJin también se dio la vuelta para observar a SeonJo y el resto de la familia de NamJoon con una sonrisa agradable.