Seduciendo Un Alfa |NamJin|

3: Una boca placentera.

Pero eso fue una mentira a medias.

Aunque Kim SeokJin no era realmente su tipo, el omega logró cautivar parte de su atención con su apariencia y persistencia.

SeokJin parecía ser una persona bastante paciente, y aunque no tenía una personalidad muy destacable, era realmente determinado. NamJoon trató de ignorarlo en todo momento para mostrar desinterés y no crearle falsas expectativas, porque él no deseaba un compromiso, mucho menos casarse. Pero el omega era tan bonito como persistente. Al final, tuvo que rechazarlo directamente.

Y aunque no se había preocupado en investigar acerca de este omega, porque ha estado muy ocupado con asuntos más importantes, él escuchó todo lo que su padre le habló sobre él: Kim SeokJin es el hijo mayor de una familia muy influyente. De hecho, NamJoon había conocido a su padre y a algunos de sus tíos anteriormente. Pero SeokJin era un niño rico, bonito, educado y amable. Un omega perfecto. Y alguien así, con su familia protegiéndolo detrás, estaba fuera del interés de NamJoon. Él realmente no estaba dispuesto a tener algún conflicto que dañará su reputación solo por querer jugar un rato con Kim SeokJin. Y si se atrevía a tomar y tirar al omega, su familia no se quedaría de brazos cruzados.

Pero entonces, NamJoon también se vio a sí mismo pensando inadvertidamente en cómo se veían los labios de este omega, suaves y abultados, como un pequeño y esponjoso dulce. Y luego, él también recordaría su aroma a jazmín, lo dulce y agradable que era; lo apreciable que era para su olfato y gusto... Kim SeokJin, ese omega aburrido, realmente olía como verdaderos jazmines; al olor de un hechizo amoroso y seductor.

Y a él no le gustaba que algo robara su atención de esa forma. Tenía más control que eso.

—NamJoon-hyung, ¿me estás escuchando? —Jungkook estaba moviendo una mano delante de sus ojos—. ¡Incluso estás disociando ahora!

—No estoy disociando, Jungkook. No uses ese término a la ligera. —Se palmeó la cara y peinó su cabello hacia atrás con frustración—. Continúa con lo que quieras decir. No me hagas perder el tiempo.

Jungkook arqueó una ceja y sonrió levemente. Pero él no dijo lo que estaba pensando. En cambio, él dijo: —Un conocido me ha dicho que hay alguien que ha estado preguntando mucho sobre usted, hyung.

NamJoon no estaba sorprendido por eso. Hay muchas personas que siempre están preguntando sobre él y su vida privada.

—¿Entonces? —respondió sin mucho interés.

—Estuve investigando de quien se trata, y descubrí que es Park JiMin, el hijo menor del Primer ministro Park —Jungkook contó con una pequeña mueca de confusión. Al escuchar el nombre, NamJoon también mostró un poco más de interés—. Al principio, no entendía por qué este Park JiMin estaba averiguando sobre usted. No es un omega con el que hyung haya tratado anteriormente... ¿al menos que nunca me haya enterado?

Jungkook miró a NamJoon con el ceño levemente fruncido por la duda. Pero él no mentía, NamJoon nunca ha tratado con Park JiMin. Aunque ha visto a uno de sus hermanos, y ha tratado con el primer ministro, NamJoon nunca se ha visto interesado en conocer a sus hijos omegas.

De hecho, a NamJoon nunca le han atraído los hijos de familias adineradas y reconocidas. Normalmente, eran un dolor en el culo cuando se enamoraban. Y él ya tenía mala experiencia con ellos durante su juventud.

—Nunca he tratado con él —le respondió a Jungkook con simpleza—. No lo conozco.

—Como lo imagine —Jungkook respondió con suficiencia. Por alguna razón, NamJoon sintió que el omega se estaba jactando de conocer casi todos los detalles de su vida privada—. Por eso, investigué un poco más, y descubrí que Park JiMin es un amigo muy cercano de Kim SeokJin, el omega con el que se reunió el anterior sábado. De hecho, siempre se les ve juntos... —NamJoon frunció el ceño al escuchar el nombre del omega en la conversación—. Entonces, estuve pensando por qué este Park JiMin, que es amigo de Kim SeokJin, ha estado averiguando sobre usted... ¿Podría ser por qué hyung rechazó cruelmente a su amigo y ahora quiere vengarse? ¡No podemos permitirlo!