capitulo 27

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Narra Virginia

Me levanté con la mamá del dolor de cabeza, no sé como llegué, solo sé que estaba durmiendo abrazada de frente a Rodrigo, lo amo siento que lo amo pero no sé como voy a seguir sin él, le acaricio el rostro y lo veo dormir. Hoy se vuelve a España y yo me quedo acá con un vacío enorme, sin saber a dónde ir pero seguro me vaya al departamento que me ofreció Felipe. No me aguanto y lo empiezo a besar suavemente.

R: Buen día bonita
V: Hola, perdón que te desperté pero no me aguanté las ganas
R: No te preocupes, fué el mejor despertar en años
V: Sos tan dulce, a qué hora te vas?
R: A las 20hs pero no pensemos en eso ahora por favor

Él se tiró a abrazarla un poco más, acariciando su cuerpo, besos va, besos vienen y se dejaron llevar por el amor que se tenían y no admitían tanto.

Narra Rodrigo:

 Estaba disfrutando, cuando ella se levantó bruscamente, y un poco agitada 

V: Realmente quieres estar conmigo? - soltó en un suspiro. Me enterneció la pregunta, así que respondí:
R: Me gustas mucho, te quiero, y está relación es la mejor en la que he estado. Me atraes físicamente, y abrazarte o besarte no basta para calmar mi ansia, porque te deseo.

Ambos agitados, sintiendo nuestra piel tibia. Entre los besos y gemidos, subí mis manos por su espalda, disfrutando su suave piel, para llegar al broche del brassier. Cuando lo solté, descubrí sus pechos. Quise disfrutarlos, por lo que besé su cuello, mordiendo suavemente, quería marcar su piel. Bajé por su clavícula, los gemidos me indicaban que estaba disfrutando, hasta que llegué a sus senos, y lamiendo sus pezones, succionandolos, estos quedaron erectos. Virginia suspiraba y me pedía más. Le besé su vientre, su cintura. Después se montó encima mío, aún sin penetración. Me besó el cuello, se apartó y con sus manos suaves me acariciaba el pecho y mi abdomen. Me relajaron esas caricias y suspiraba de alivio, hasta que bajó a mi abdomen, muy cerca de la cintura y me acarició suavemente. Sus caricias me excitaron más, así que la tomé de la espalda, y acerqué sus pechos a mi rostro para estimularlos, los succionaba, los mordisqueaba y sentía las manos de ella en mi cuello acariciandome, mientras gemía. 
Con sus manos, hizo un camino de caricias desde mi cuello hasta mi cintura, y tomando mi pene, Ella empezó a montarme, con movimientos rítmicos, el cual sentía en todo el cuerpo. Yo cerraba los ojos dejándome llevar, mientras le apretaba ambos lados de la cintura y caderas con mis manos. Ella posaba sus manos en mi cabel. Ambos llegamos al climax, con fuertes gemidos. Ella se apoyó sobre mi pecho, satisfecha y cansada, y sentimos nuestro sudor.
V: Te amo Rodrigo
R: Yo a vos
V: No me dejes por favor no te vayas
R: Me encantaría mi amor pero no puedo, vamos conmigo vengan
V: No puedo sacarlo del país a Martín sin el permiso de mi ex y él no me lo va a dar
R: Algo vamos a hacer te lo prometo

Ellos se bañaron juntos y se dieron más amor, Vir sabía que no iba a ser fácil pero no podía seguir negando lo que sentía, lo tierno y atento que fué Rodri con ellos en este último tiempo y el cariño que se tenían con su hijo la desarmaba mucho. Pero había algo que la inquietaba, hacía días que si ex le mandaba mensajes amenazandola con sacarle el bebé. Legalmente ella y Nicolás habían adoptado al niño, a pesar de que cuando él vió la condición de Martin los abandonó sin pensarlo dos veces. Y nunca pudo hacer el papel para quedar como única tutora, cualquier cosa que esté fuera de lo correcto podía hacer que se lo saquen y den a otra familia que quisiera adoptar.
Ya habían terminado de bañarse y al ver que eran las 14 hs iban a pedir comida, cuando sonó el timbre y era la mamá de Rodrigo con el bebé llorisqueando.

V: Hola mi amor que te pasa?
M: Me parece que ya los extrañaba
R: Hola campeón

El bebé sonrió al verlos y Vir sintió mucha culpa por haberlo dejado

M: Se portó de diez y recién comió un poco
V: Muchas gracias Moni, perdón que se nos pasó la hora
M: Yo chocha estaba con él solo lo traje porque lloraba
R: Gracias mà, me acompañas al aeropuerto hoy? Tengo que estar para las 19hs

Las veces que mencionaban el viaje a Vir se le hacía un nudo en la garganta, quería llorar. La mamá de Rodrigo se fué y ellos almorzaron pizzas, primera vez que ella casi ni comió y se la pasó jugando con el bebé. El jugador sabía lo que a ella la tenía mal por eso le aseguro y juró que iba a mover cielo y tierra para que ellos puedan viajar en algún momento y también le aseguró que esa relación que tenían entre comillas iba a funcionar como sea. También le dijo que se podían quedar en el departamento y le dió una copia de la llave que Vir rechazo pero él guardo en la mochila de la chica cuando ella no vió.
Al rededor de la siesta Rodrigo dormía, con Martín al lado y Vir acariciándole el cabello. Ella lo miraba hasta que no aguantó más y sigilosamente juntó sus cosas, escribió una nota  para el jugador y junto con su hijo llorando se fué sin rumbo fijo.
Cuando Rodrigo se despertó y no los encontró le agarró mucha angustia y dolor, todo fué peor cuando en la mesa se encontró con la nota que le dejó la chica, la llamó mil veces pero su teléfono le daba apagado, la nota decía:
" Ro, no puedo explicar lo mucho que te quiero y lo bien que me haces, no estoy acostumbrada a las despedidas, me rompe el corazón pensar que te vas a seguir con tu vida, con tus mujeres que son mejores que yo. Te amo y espero que seas feliz con quién sea, gracias por todo lo que hiciste por nosotros, te mereces todo lo bueno, pero me tengo que ir, no me puedo despedir de vos"
Rodrigo sintió mucha rabia al leer esto, pensó que tal vez ella solo se aprovechó de él para pasarla bien y vivir de arriba. Estaba muy enojado pero lo mismo llamó a Felipe para contarle todo, él increíblemente no sabía dónde estaba su amiga, a lo que Rodrigo le pidió que los busque y ayude a tener un hogar, también le pidió que le avise cuando los encontraba.
Un par de horas después ya estaba en un avión yéndose a Madrid, solo y triste, una vez más una mujer había jugado con sus sentimientos y le dolía porque realmente se había enamorado de ella.
Vir se había ido al merendero que siempre ayudaba, ahí Eva una de las chicas encargadas la ayudó con sus cosas y le prestó una cama para que se instalen ahí. Y allí se quedaron encerrados en un cuartito un poco frío pero juntos en fin.

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