— ¿No lo crees?  —suelta, alzando una ceja—. Recuerdo que decías de anular el contrato. 

Y lo he pensado. Y he decidido que no, porque tiene muchas ventajas principalmente económicas. Y analizándolo un poco... estamos en una era dónde lo más importante es el dinero, y parafraseando a Lana del Rey, el dinero es el himno del éxito. Y yo creo que necesito un buen capital para lanzar un periódico independiente en algún momento, y ser mi propio jefe. 

Cuando me pregunta cuáles son las ventajas, no pienso mucho a la hora de decirle que él es una de ellas.

— Bueno... una de las ventajas eres tú. 

Se queda callado. 

Creo que no ha entendido el mensaje. 

 — Si voy contigo, me dejan entrar a lugares a los que siendo periodista no me dejarían. O me tienen más respeto... o incluso, me han dado muchas más oportunidades laborales en las últimas semanas. ¿No te parece genial? 

— Sí  —contesta y traga saliva—. Me voy a dar una ducha y nos vamos. ¿Está bien? 

Asiento y espero a que se desocupe. 

Una vez que está listo, despedimos a algunas de las personas que están ahí, la mayoría felicita a Luke por su desempeño en la cancha hoy. Cuando encontramos a Ashton le preguntamos si quiere venir con nosotros, y él dice que sí pero sólo si paramos a comer una pizza antes, y no me parece una mala idea porque muero de hambre y estoy seguro que ellos también. 

Los tres caminamos hacia afuera del estadio, sin que ningún fanático nos vea. Luke ya ha llamado a su chofer así que en cualquier minuto él vendría a buscarnos. Esperamos un rato sin decir nada, sólo escuchando el estómago de Ashton rugir. 

— Buen partido  —digo para romper el silencio, y agradezco al cielo cuando el chofer de Luke llega y estaciona el lujoso BMW frente a nosotros y nos abre la puerta.

El camino hacia una pizzería italiana no es muy largo, escuchamos la nueva canción de Taylor Swift en el trayecto y Ashton habla de cómo le hubiera gustado que Lena esté aquí, pero que prefería dejarla dormir a despertarla muy temprano, es un buen novio.

Ashton ha estado conmigo los últimos meses y es algo que realmente valoro porque han habido momentos dónde Luke y yo no hablábamos y él siempre ha estado con una sonrisa y dispuesto a iniciar una conversación. Me gustan las personas que te hacen sentir incluidos, él es una de ellas. 

— Muero de hambre —suelta el susodicho, cuando el chofer estaciona frente a nosotros—. Creo que me voy a comer una pizza entera.

No estoy seguro de cómo es la dieta de los futbolistas —o de los deportistas en general—, pero estoy seguro que no es muy saludable comerse una pizza entera solo. 

— Yo también —dice Luke. Me encojo de hombros, yo he tomado algo antes de venir pero aún así estoy hambriento. 

Por suerte, el lugar está casi vacío cuando entramos, a excepción de una mujer de mediana edad y un hombre que están comiendo una pizza entre ellos. Luke, Ashton y yo nos sentamos en un extremo, nadie nos puede ver por si es que llegan fanáticos o algo, lo bueno es que está al lado del baño, aunque no sea el lugar más estratégico ni higiénico para estar sentado. Suena música suave en el local y Ashton canta All of the Stars de Ed Sheeran —y es bueno decir que canta bastante bien— hasta que nos atienden, los chicos deciden pedir dos pizzas de mozzarella. 

Todo el almuerzo pasa relativamente rápido, ya que los tres comemos en silencio y no hay mucho que decir. Bueno, no hay mucho que decir hasta que de repente Luke deja de masticar su porción de pizza, abre los ojos y agarra a Ashton, que está sentado a su lado.

— Nos tenemos que ir ya  —suelta. 

—  Estoy comiendo  —es lo que ha querido decir Ashton, con una porción de pizza en su boca. A decir verdad, ha balbuceado algo pero su traducción sería esa. 

— Pero nos tenemos que ir ahora  —Luke replica, empezando a pararse. 

Decido voltear a ver cuál es el punto al que está mirando y lo entiendo. Es su padre —al parecer— el hombre que está sentado al frente de la mujer —que observando atentamente puedo notar que tiene el cabello parecido al de Liz— y la joven que está al lado de Andrew no es nadie más que la tenista Lisa Hemmings, que nos está mirando. 

— De todos los putos lugares de España, tenía que venir aquí  —Luke gruñe, Ashton simplemente le da una palmada en el hombro. 

—  ¿Y si nos vamos? —propongo, parándome también. Ashton se para y Luke deja cien euros —que es más de lo que consumimos pero tenemos que marcharnos ya. 

Los tres empezamos a caminar hacia la entrada, al mismo momento que Lisa también se para y camina hacia nosotros. 

Esta es posiblemente la situación más incómoda en la que he estado alguna vez.

— No quiero hablar contigo —Luke suelta a la nada, advirtiendo que su hermana se está levantando para venir con nosotros—, ni contigo, ni con ninguno de ellos. Ni ahora, ni nunca.

Y cuando dice eso, sale por la puerta más rápido de lo que Ashton y yo podemos alcanzarlo. 


Como consecuencia de su huida temprana, Ashton y yo nos quedamos sin chofer y sin auto para volver a casa. Como consecuencia, también, decidimos salir a dar un paseo por ahí hasta encontrar un teléfono público porque ninguno de los dos tiene batería como para llamar a Luke o a alguien. Debo admitir que los hechos acontecidos hace un par de minutos siguen sorprendiéndome, y la principal razón es... ¿qué hacía Liz Hemmings ahí? Según lo que sé, Liz se quedó con Lena y Luke mientras el padre de Luke, Andrew, se fue con Lisa a Rusia para que entrene tenis profesionalmente. 

Ahora, mi cabeza está llena de incógnitas. Sé que quizás Ashton pueda decirme algo, pero no quiero aprovecharme de él. 

— Así que...  —empiezo a decir, sin darme cuenta. Soy periodista, me gusta saber la verdad. Amo la verdad. 

— Así que... has tenido el placer de ver a Lisa Hemmings  —él dice, justo en el punto en el que quería. 

— Sí. 

 — ¿Qué es lo que quieres saber? —inquiere. Lo miro sin entender—. Calum, puedes pensar que soy idiota o todo el mundo puede pensarlo, sí, no terminé la secundaria, ni tengo un título universitario, ni tampoco sé sumar bien, pero no soy idiota en estas cosas y sé que quieres saber algo del tema. 

— ¿Quién no?  —contesto rápidamente. Es verdad, ¿quién no quiere saber lo que pasó entre Lisa y Luke Hemmings? 

— No me corresponde a mí decírtelo... quizás sólo pueda ayudarte un poco a entender.

 No digo nada. Creo que tiene razón en ese punto. Se supone que estoy saliendo con Luke, él debería decírmelo. Entiendo que toda nuestra relación es una farsa, pero estaría bueno de alguna manera, saber un poco más de él. Uno no puede fingir cosas que no conoce. Yo no puedo fingir que salgo con Luke si no conozco su historia, ¿no es así? 

— ¿Hay algo que me puedas decir para no dejarme tan desorientado?  —indago, él suspira.

— A veces creo que tú y Luke son la pareja del año... los dos siempre están detrás de lo que quieren y no paran hasta conseguirlo, pero cómo sea... sólo puedo contarte una pequeña parte de la historia de por qué Luke y Lisa no se hablan, y por qué sus padres se separaron...

Asiento, feliz de saber que estoy a punto de meterme un poco más en esto. 

— Hace un par de años, en Australia, yo...  

— ¿Tú? ¿Qué tienes que ver tú con toda la historia?  —pregunto con asombro. 

Ashton vuelve a suspirar.

— Calum, yo fui quién desató la historia.  

Y eso me deja mucho más perdido aún. 




players; cake.Where stories live. Discover now