Los tres caóticos (Traducción)

Capitulo 25 Duelo de los Destinos II

Historia escrita por Darth Malleus y publicada un mes después del estreno de SW: The Force Awakens, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Star Wars visto, mencionado o usado en esta historia

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En un abrir y cerrar de ojos estaba ante ellos, agachado, con la cabeza inclinada hacia abajo mientras lanzaba un amplio arco, la hoja carmesí se conectó con la esmeralda de Dooku. El viejo maestro logró bloquear el golpe, pero apenas registró la patada en el abdomen que lo envió deslizándose varios pies por la cubierta.

Dooku logró mantener el equilibrio, patinó hasta detenerse y levantó la cabeza a tiempo para ver comenzar un furioso duelo entre el gungan y su antiguo aprendiz. Sus hojas rojas y verdes destellaban mientras se movían con una velocidad borrosa, rodeándose entre sí mientras desviaban y contrarrestaban los golpes y puñaladas de los demás.

El viejo Jedi negó con la cabeza, disipando la sensación de mareo antes de volver a la lucha. Janus acababa de dar una poderosa patada giratoria a un lado de la cabeza de Jinn, enviándolo despatarrado, y estaba a punto de continuar con una incursión de decapitación si Dooku no hubiera llegado justo a tiempo para bloquear el golpe mortal por encima de la cabeza.

Ojos amarillos enfermizos se encontraron con sus ojos oscuros y pronto estaban intercambiando golpes y golpes. Dooku se encontró cediendo terreno, retrocediendo lentamente a medida que la verdadera fuerza de los golpes de sus oponentes se destacaba. Sus ojos destellaron a la derecha, y el cuerpo desmembrado de un droide, al que le faltaban ambos brazos, la cabeza y la pierna derecha, levitó y avanzó entre ellos.

El Asesino saltó hacia atrás y cortó la carcasa metálica por la mitad con un golpe diagonal desde el hombro izquierdo hasta la cintura derecha, chispas y llamas lo siguieron cuando fue cortado por la mitad. Bloqueó el ataque de seguimiento del viejo inconformista, con los ojos brillantes de burla mientras avanzaba. Qui-Gon acababa de volver a entrar en la refriega, lo que obligó al Lord Sith a alejarse de ellos, colocándose en una posición en la que podía ver a ambos Jedi y reaccionar en consecuencia.

Un pensamiento pareció ocurrírsele y el Sith saltó alto con un salto impulsado por la fuerza, aterrizando fácilmente en una de las consolas de control principales en el centro de la cámara. Levantó su mano palmeada libre mientras saltaba hacia ellos, un relámpago chisporroteó por una fracción de segundo antes de ser desatado en un torrente de destrucción arqueada de color blanco azulado.

Ambos Jedi se vieron obligados a retroceder, con las espadas frente a ellos mientras bloqueaban el rayo. La fuerza detrás de la embestida obligó a Qui-Gon y Dooku a retroceder paso a paso precario, un gran peso presionándolos por la liberación de poder de Janus.

Sin embargo, no fue el único maestro practicante.

Dooku miró varias sillas, se echó hacia abajo y se concentró mientras se defendía. Pronto hubo un gemido de metal cuando los pernos fueron forzados y los vítores de acero se levantaron de la cubierta y se enviaron volando hacia el Lord Sith. La andanada de objetos obligó a Janus a terminar su incursión y saltar hacia atrás con un salto aumentado, aterrizando en una de las consolas frontales agachado, con la hoja del sable de luz lista mientras sonreía a los dos Jedi.

"Sí", murmuró Janus entre dientes, una sensación de euforia lo atravesó cuando los dos Jedi se extendieron para rodearlo. "Esto es lo que quería".

Se levantó en toda su estatura, apagó su sable de luz y lo sujetó a su cinturón de herramientas antes de levantar ambas manos palmeadas en el aire y concentrarse. En unos momentos, todo lo que no estaba atornillado se levantó del suelo, suspendido en el aire entre ellos, desde los cuerpos de la tripulación anterior hasta los escombros y los blásters desechados.