Los tres caóticos (Traducción)

Prólogo

Historia escrita por Darth Malleus, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Star Wars visto, mencionado o usado en esta historia

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Poniéndose de rodillas, limpiando la arena de su armadura, Finn miró hacia el cielo casi sin nubes y suspiró. "He estado aquí antes."

Había una cierta sensación notable de déjà vu que admitiría mientras se arrodillaba allí, en medio de un desierto sin nada ni siquiera cerca de la civilización, sin importar en qué dirección mirara. Todo lo que quedaba eran los restos de un caza TIE en llamas reclamado por las arenas ardientes y él decía algo, probablemente la fuerza, lo había hecho retroceder en el tiempo.

Él resopló ante eso, se puso de pie y miró a su alrededor. Hubo varias inconsistencias en torno a esa extravagante teoría. Una era que no llevaba armadura de Stormtrooper, la segunda era que sus amigos estaban dispersos por la duna en la que estaba parado. Rey apenas se estaba poniendo de pie, sacudiéndose la arena de su cabello oscuro, y Poe se estaba hundiendo lentamente en unas arenas movedizas al pie de la duna.

Espera...

"¡Ah, mierda!" Finn maldijo cuando activó su jetpack en una ráfaga corta de tres segundos, navegando desde su posición elevada por la empinada ladera de la duna y aterrizando bruscamente en el suelo a unos pocos metros del piloto.

Tropezó unos pasos, recuperó el equilibrio y corrió a su lado, algo estorbado por la armadura que llevaba puesta y el suelo no tan sólido bajo sus pies. Alcanzó a Poe con bastante facilidad, agarró su mano, pero luego se dio cuenta demasiado tarde de que se había hundido justo por encima de las rótulas.

Se tomó un momento para admitir que, sí, eso podría no haber sido una buena idea.

"¡Rey, un poco de ayuda por favor!" Llamó, levantando a su amigo con un pequeño costo para él mismo que se hundió aún más. "¡En cualquier momento será genial!"

Estaba hasta la cintura y el piloto hasta los hombros cuando fueron agarrados por un poder invisible y empujados hacia arriba. Rey se acercó a ellos, con la mano extendida mientras usaba la fuerza. Los levantó y los sacó de las arenas movedizas con poco esfuerzo aparte de fruncir el ceño levemente, flotaron a su lado y fueron arrojados al suelo sin contemplaciones.

"¿En serio?" Preguntó, sin dejar de quitarse el polvo mientras Finn se ponía de pie de un salto, haciendo una mueca al sentir arena en sus botas. "No te detuviste a pensar, ¿verdad?"

"Sí, ese soy yo", respondió el ex Stormtrooper con un toque de sarcasmo. "Nunca miro antes de saltar".

"Eso es decirlo suavemente, pero está bien". Permitió antes de mirar a su alrededor, completamente imperturbable. "¿Dónde estamos?"

"Pensé que lo sabrías". Finn respondió mientras se arrodillaba junto a Poe y lo estudiaba por un momento. El piloto as no parecía gravemente herido.

Un resoplido poco femenino fue su respuesta. "El hecho de que sea un Jedi no significa que lo sepa todo".

Así es. Ahora era una Jedi. En muchos sentidos, ella era la misma carroñera huérfana que conoció en Jakku hace tantos años. Todavía vestía las mismas ataduras ceñidas a la piel, los antebrazos y las patas delanteras bien envueltos en vendas de gasa, botas de viajero en los pies. Era ropa básica del desierto hecha para protegerse lo más posible del sol, pero también era la ropa con la que Rey se sentía más cómoda. El único cambio real fue el cinturón utilitario atado con fuerza a su cintura, una empuñadura de sable de luz recortada y una pistola bláster. enfundado, el NN-14 que Han le dio en Takodana lo que parecía una vida atrás.