EPÍLOGO.

2.5K 374 210
                                    


La fuerte música ensordece a Hyunjin, el lugar está repleto de gente y las luces rojas que iluminan su rostro lo llevan a revivir viejos recuerdos de hace tres o cuatro años atrás.

La gente baila en la pista pero Hyunjin no aparta la vista del enorme escenario frente a él. Sintió nostalgia aunque de cierto modo, no extrañaba absolutamente nada de su pasado, excepto...

—¿Por qué me trajeron aquí?.—preguntó llamando la atención de Jisung y Minho, quienes bailaban a su alrededor con sonrisas en sus caras. No pudo evitar poner sus ojos en blanco, cuando dijeron que saldrían a divertirse Hyunjin no pensó en ir a bailar.

—Hay presentaciones de bailarines famosos hoy, te va a encantar.—Responde Jisung, evitando mirar a su amigo.—¿Otro trago?.

El chico ni siquiera pudo responder cuando Jisung volvía a llenar su copa con whisky. Y así transcurrió la primer hora, viendo bailar a gente que creyó que nunca conocería, Hyunjin quedó fascinado, incluso ignoró que Minho y Jisung llenarán su copa cada vez que está parecía vaciarse aunque sea un poco.

Entonces las luces se volvieron aún más oscuras, con la música lenta llamando rápidamente su atención. Un vago recuerdo lo inundó y se estremeció por completo.

El bailarín gateo por el escenario con su rostro descubierto, el traje blanco se había vuelto característico en él, la gente gritaba a su alrededor pero Hyunjin no podía escuchar más que la música y su corazón golpeándole los oídos.

Movió sus caderas mientras sus miradas volvían a coincidir una vez más, haciendo que la electricidad recorra ambos cuerpos como la primera vez. Hyunjin no pudo evitar sonreírle y de cierto modo esa fue la respuesta que estaba buscando Jeongin a todas sus preguntas.

Hace un año atrás había vuelto a la ciudad en busca de Hyunjin, descubriendo así que él se había mudado hace mucho tiempo. No quería romper la promesa que le había hecho a Chris, pero no podía vivir pensando en «que hubiera pasado si...»

Las miradas de Minho y Jisung también chocaron entre sí, con esa chispa de complicidad, porque por supuesto, nada de eso había sido casualidad.

—Que hijos de puta.—dijo Hyunjin en voz alta, todo comenzaba a tener sentido.
Jisung había visto a Jeongin hace algunos fines de semanas atrás, y aunque al principio quiso salir corriendo, agradeció haberse quedado.

Jeongin realmente quería volver a ver a Hyunjin en su vida y con ayuda de este par pudo conseguirlo.

—Terminó la universidad y se volvió bailarín profesional. Es bastante famosito ahora.—Informa Minho sobre su oreja.— Pero eso ya lo sabías, ¿No es así?.

Por supuesto que lo sabía, Hyunjin evitaba ver las noticias por su culpa.

Mordió su labio, notando un pequeño color rojo asomarse por su blanco traje, fue el único en darse cuenta y por unos minutos creyó que ese era algún tipo de mensaje para él.

Cuando la música terminó, la luz del lugar se fue y al encenderse Jeongin había desaparecido del escenario, dejando a Hyunjin con el corazón en la boca y la ansiedad invadiendo su cuerpo.

¿Y eso fue todo?.

El gusto amargo en su boca lo acompañó todo el camino a casa, por un instante pensó que aquello había sido solo producto de su imaginación.
Pero Jisung y Minho estaban ahí, claramente lo vieron, eso no podía ser su imaginación.

Se tambaleó intentando abrir la puerta de su casa mientras sus dos amigos intentaban no reírse a sus espaldas.

—¡Duerme bien Hyunjin!.

DELICATE // HYUNIN.Where stories live. Discover now