30:«Castigos II»

2.4K 343 24
                                    


P.O.V HYUNJIN.

Sus ojos están en mi, tan cargados de deseo que tengo ganas de abalanzarme sobre él, pero no puedo permitirme tal cosa.
Su mano juega con su miembro, de arriba hacia abajo, soltando pequeños gemidos que hacen que toda mi piel se erice.

¿Tenías que ser tan sexy?.

Muerdo mi labio masajeando mi sexo con algo de brusquedad, viendo como él relame sus labios un par de veces sin apartar la vista de mi.

¿A qué estamos jugando, Yang Jeongin?.

—Me gusta que me mires.—Gime, tirando su cabeza hacia atrás y volviendo a mi.—Me gusta que me toques, me gusta todo lo que haces conmigo.

Hijo de puta.

Un escalofrío me recorre.

—Hyunjin.— jadea, más que llamarme es como si estuviera provocandome.

Acelero mis movimientos a la vez que él aumenta la velocidad de su mano.
Mueve sus caderas en círculo, soltando suspiros que encienden por completo mi cuerpo.

Se supone que estoy enojado.

Siento mis piernas temblar, viéndolo cerrar sus ojos y levantando su cabeza.

Oh no, no voy a dejarte venir.

Me levanto de un salto, dirigiendome a él y empujando su cuerpo hacia la cama, frunce su ceño algo confundido pero no dice nada cuando comienzo a masturbarlo yo mismo.

Entonces se levanta un poco para besarme con desesperación, soltando suspiros sobre mis labios que realmente me gustan mucho.

—En serio perdón.—Murmura.— No te mentí porque quise... Te...

—No es momento de hablar.—Vuelvo a besarlo.—¿Abrirás tus piernas para mí, bebé?.

Rápidamente lo hace.

—Solo para ti.

Sonrío satisfecho cuando vuelvo a meterme dentro de él, chocando una y otra vez contra su cuerpo. Ganandome fuertes gemidos de súplica.

Aferro mis dedos a su cintura, viéndolo arquear su espalda y moviéndose para mí.

—Estas siendo muy agresivo.—Dice mirándome.— ¿Debería hacerte enojar más seg...¡Ah!.

¿Te dije que me encanta escucharte gemir?.

Él no dice nada, toma una de mis manos para guiarla hasta su cuello, dónde me obliga a apretarlo sutilmente.

¡Será...!

—¡Más fuerte! ¡ah! ¡Hyunjin!.

Obedezco a todo lo que me pide, incluyendo cuando me pide que me detenga.
A duras penas lo hago, viendo como intenta sentarse sobre la cama con algo de dificultad.

—¿T-te lastimé?.

Él niega, me toma por los hombros y me obliga a tirarme en la cama. Segundos después se sube sobre mi, dejando a la vista tu perfecto cuerpo desnudo.

Sus mejillas están sonrojadas, las gotas de sudor caen desde su frente, mojando un poco su pecho y el mío.

Ahogo un gemido cuando presiona su culo sobre mi pene.

Se siente tan bien...

Dejo que él haga todo el trabajo, moviéndose sobre mi, pasando sus manos por todo mi cuerpo.
Entonces es inevitable no jadear cuando una de sus manos me toma por el cuello a la vez que se mueve con más agresividad.

¡Mierda! ¿Por qué te mueves así?.

—¿Me detengo?.

—¡No!.

La habitación vuelve a llenarse una vez más de nuestros gritos, el sonido de nuestras pieles chocando y el aroma pasional de nuestros cuerpos.

—Me vengo.—avisa Jeongin y es cuando aprovecho para tomar su cintura nuevamente y comenzar a darle con más rapidez.— ¡No aguanto!.

Sus cuerpo tiemblan y finalmente se deja venir sobre su abdomen, salpicando también el mío. Se baja de mi cuerpo para ponerse de rodillas sobre la cama, inclinandose hacia mi.

—¿Que vas a...? ¡Verga!.

Su lengua sube por el tronco, haciendo una leve presión y luego succiona con cuidado el glande, provocando un cosquilleo.
Lo dejo jugar sin prisa a pesar de que me falta poco para terminar.
La velocidad de su boca va en aumento, tomo sus cabellos oscuros entre mis dedos para apretarlos con fuerza cuando lo mete todo en su boca.

—Voy a venirme.—digo palmeando su mejilla para que se aleje, sin embargo no lo hace.

—Hazlo.

—¿Qué?.—vuelve a meter tomo mi pene en su boca, mis piernas vuelven a temblar y el cosquilleo en la parte baja de mi abdomen me anuncia que estoy a punto de llegar a mi orgasmo.—¡Jeongin!.

Lo veo cerrar sus ojos con fuerza, mi pecho sube y baja mientras siento su lengua pasar sutilmente sobre el tronco, terminando de saborearme por completo.
Me incorporo para tomar con mi mano sus mejillas.

—¡Escu...!

Sonríe, sonríe mostrando sus dientes.

Que...

¡¿Te lo tragaste?!

Sus ojitos me miran adormilados entre las sábanas de la cama, me debato en si debo irme ya o quedarme un rato más

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sus ojitos me miran adormilados entre las sábanas de la cama, me debato en si debo irme ya o quedarme un rato más.

Llevamos una hora mirándonos en silencio.

—¿No confías en mí?.—pregunto finalmente.

—No digas eso.—murmura.— Confío en ti... Creí que... Creí que dejarías de quererme si te decía.

Mi corazón da un brinco viendo como sus ojitos comienzan a llenarse de lágrimas.

—Soy un bailarín exótico que trabaja los fines de semana para pagar la puta universidad.—cierra sus ojos.— Mi mamá...

Lo acerco a mi cuerpo, dejando que me abrace y apoye su cabeza sobre mi pecho.

—No es necesario que me lo digas.—Murmuro.—Esperaré hasta que estés listo.

Nos mantenemos en silencio durante unos minutos.

—Te amo.—Abro mis ojos sorprendido, bajando mi vista a la suya, sin embargo no puedo encontrarla.

En su lugar hay un par de párpados cerrados.

¿En serio se durmió en un momento así?.

No puedo culparlo.

Beso su frente, pegando mi cuerpo aún más al suyo, cerrando mis ojos y dejándome llevar por el cansancio.

Mañana sería un largo día...



DELICATE // HYUNIN.Where stories live. Discover now