10« Piel con Piel»

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Se suponía que no estaba aquí por el sexo pero sin duda el bailarín exótico cuyo apodo es Agni, me tiene realmente sorprendido.

—Puedes tocarme ahora.—Dice pero vuelve a ajustar el antifaz de mis ojos.—Pero no te quites eso.

Asiento con mi cabeza y con algo de temor comienzo a pasar mis manos sobre sus muslos, su respiración es pesada y puedo sentirlo temblar sobre mi.
Presiono con algo de fuerza la zona de su cadera cuando él accidentalmente se mueve, suelta un fuerte jadeo que hace que todos mis sentidos se activen.

Quiero escucharlo.

Realmente quiero escucharlo gemir.

Mis manos hacen un lento viaje hacia su abdomen completamente desnudo, siento los gruesos elásticos del arnés sobre mis dedos, juego un poco con ellos hasta finalmente llegar a su cintura, una vez allí comienzo a guiarlo para que comience a moverse en círculos mientras estoy dentro de él.

Lo escucho quejarse, pero no sé si es de dolor o placer y eso hace que me detenga.

No, no pares.

Con desesperación vuelve a poner mis manos en su cuerpo y sigue moviendose con mi ayuda, sus jadeos son silenciosos y a pesar de que me gustan, yo solamente quiero más de él.

¡Ah!, ¡Hyunjin!.— gime cuando comienzo a embestir contra él.— ¡Más despacio, más despacio!.

Está incómodo...
Puedo sentirlo.

En un rapido movimiento termino sobre él, aún con el antifaz en los ojos, si él no quería que me lo quitara entonces yo debía obedecerlo.
Puedo sentir su respiración lo suficientemente cerca de mi, mientras sus piernas están alrededor de mi cadera y sus manos sobre mi cuello.

—¿Es tu primera vez, no es así?.

No dice nada, y tampoco hace falta verlo como para saber que lo he sorprendido con esa pregunta. Sus piernas tiemblan debajo de mi y lentamente aparta sus manos.

—¿Cómo te diste cuenta?.

—¿Soy sincero?.

—Si, por favor.

—Estas muy apretado, tus piernas hacen presión sobre mis caderas, lo que significa que estás incómodo, te estás quejando mucho y creo que es porque lo hice muy brusco.—Amaga para bajar sus piernas pero lo detengo al instante.— Vamos a hacerlo más cómodo, pero esta vez a mi manera, ¿Está bien?.

No hay respuesta, en cambio sus dedos se deshacen por completo del antifaz de mi rostro  y con sus ojitos brillosos del otro lado de su antifaz asiente con la cabeza.

Con cuidado me acerco a sus labios, rozandolos con los míos, Agni suelta un jadeo desesperado cuando me aparto un poco de él, vuelvo a acercarme pero nunca llegó a tocar sus labios y eso lo tiene frustrado.

—¿A qué estás jugando?.—pregunta bastante molesto, me es imposible no soltar una risa y finalmente estampar mis labios con los suyos.
La corriente recorre todo mi cuerpo y sé que también puede sentirlo porque su piel se ha puesto de gallina. La sensación es tan magnífica que a pesar de que nos estamos quedando sin aire, ninguno de los dos quiere separarse.

Ahoga un suspiro mientras nos besamos, abre un poco su boca dejándole paso a mi lengua mientras con una de mis manos voy bajando lentamente de su pecho hacia su abdomen.

Hyunjin...— gime contra mis labios cuando mis dedos juegan con la piel de su miembro duro.
Beso su cuello, mordiendo y succionado la zona mientras él arquea su espalda en cada movimiento de dedos que hago.
Me voy frotando lentamente contra él, probablemente siga siendo algo incómodo para él sentirme ahí dentro, así que sigo trabajando la zona hasta que se sienta completamente cómodo.

¡Ah!.—sus lindos ojos oscuros tienen un brillo increíble pero me miran como si quisieran devorarme y a la vez es tan dulce y delicado que temo romperlo.

Sus dedos se clavan en mis caderas y me mira casi suplicando.

Dios mío... ¿De dónde salió este chico?.

—¿Que ocurre?.—pregunto fingiendo inocencia. Agni muerde su labio echando su cabeza hacia atrás mientras los movimientos de mi mano se van intensificando sobre su pene.—Hablame, no puedo entenderte.

—Hijo de puta.—murmura entre jadeos.— Quiero que me lo hagas, por favor.

¿Ha dicho por favor?.

—¿Qué es exactamente lo que debo hacer?.

¡Por favor, Hyunjin!.

Hace un poco de presión cuando comienzo a moverme otra vez, su respiración es agitada y cierra un poco sus ojos algo incómodo, así que mientras me encargo de eso, también sigo jugando con su miembro.
Pronto él mismo mueve sus caderas junto con las mías, no coordinamos pero no es necesario, cada maldito movimientos nos llena de placer a ambos.

—Me gusta...— Confiesa en cada embestida que doy contra su cuerpo.—Me gusta mucho esto...

El sudor cae por mi frente mientras el sonido de nuestra piel chocando inunda la habitación. Agni arquea su espalda y yo presiono con fuerza su cintura mientras me muevo aún más fuerte.

¡Me voy a venir!.—Grita frunciendo sus cejas. Pronto yo también siento el hormigueo en la parte baja de mi abdomen y así ambos caemos rendidos sobre la cama.

Su cabeza se acomoda en mi pecho mientras sube una de sus piernas por encima de las mías.

—¿Estuvo bien?.—Pregunto en un susurro, no quiero incomodar el ambiente ni destruir el lindo silencio que hay entre nosotros.

—Estuvo más que bien.— deja un beso en mi pecho antes de ponerse de pie.— Gracias Hyunjin.

Lo veo cubrir su cuerpo con una bata completamente negra y me veo obligado a tambien comenzar a vestirme.
Me sonríe con aquel brillo en los ojos que parecen esconder un montón de historias y a pesar de que el chico me tiene completamente fascinado, sé que no debo hacerme ilusiones.

Realmente solo lo conozco desnudo.
¿Qué más sé de él?.
Solo que tiene muchas reglas y yo acabo de romper una.

—¿Por- Por qué fui la excepción, Agni?.—pregunto con curiosidad.— ¿Por qué yo?.

—No sé...—Su sonrisa es tierna.— Supongo que me gustaste desde que te vi.

Bueno, tenemos algo en común.

—¿No vas a decirme tu nombre, verdad?.

Él niega y esa sonrisa desaparece por completo.

—En serio fue hermoso, eres un chico súper lindo y en serio me gustas... Pero esto no va a volver a repetirse.

—¿Eso es todo?.—me pongo de pie completamente indignado.—¿Tuvimos sexo y ya está?.

Me siento...usado.

Soy un bailarín exótico, Hyunjin y tu eres un bailarín respetado.

Mis ceño se frunce mientras lo veo dirigirse a la puerta, es una señal de que ya debo irme pero antes de salir me detengo.

—¿Cómo sabes que soy bailarín?.

DELICATE // HYUNIN.Where stories live. Discover now