2:«Biblia»

3.5K 475 175
                                    


Changbin se las arregló para mantenerme entretenido el resto de la noche, ignore el hecho de que cada vez que mi vaso de alcohol estaba por terminarse él lo llenaba nuevamente hasta arriba.

Este es mi trago número...¿Cinco? No, creo que tomé más.

Me tambaleo por el pasillo oscuro en dirección al baño, bueno, al menos eso creí que era. El pasillo parecía infinito, tan oscuro y lleno de puertas que ni siquiera sé cuál de todas es el baño.

Odio todo, quiero estar en mi cama.

Cansado de ver tantas puertas decido adentrarme en una, encontrándome con una habitación completamente negra. Lo primero que llama mi atención es la colección de arneses sobre la cama.

Carajo, ¿Dónde me metí?.

La música de afuera ni siquiera se escucha en esta habitación, lo que me permite ponerle atención a la nueva música de este lugar, es sexy, demasiado para mí gusto.

Pero no puedo quejarme si él está bailando frente a mi.

El chico del antifaz se mueve por toda la habitación con una bata negra cubriendo su cuerpo, es imposible que no me haya visto, literalmente estoy parado en medio de la habitación.

Mamá, no quiero volver a casa.

Sus ojos se clavan en mi mientras sigue el ritmo de la música, probablemente debería seguir buscando el maldito baño pero es imposible moverme en estos momentos.

Este chico va a matarme.

Se detiene en seco a unos cuantos pasos de mi, mirándome a través de ese antifaz que deja en misterio su identidad.

¿Qué va a ...?.

Mis pensamientos quedan en el olvido mientras me pierdo en sus manos, mueve sus caderas de acá para allá, tan lentamente que me tiene mal.

Me siento nervioso, estoy nervioso...

Sus manos se detienen en el nudo de su bata y lentamente va descubriendo sus hombros desnudos.

Nononono, mamá, necesito salir de aquí.

Pero por alguna razón no soy capas de moverme, ese chico esta hipnotizandome.

—Solamente me equivoqué de habitación.—Confieso en un murmullo. Él me ignora y deja caer la bata al piso sin dejar de bailar.
Su cuerpo no está completamente desnudo, lleva unos boxers negros que resaltan sobre su blanca piel, sin embargo, no puedo dejar de ver aquel arnés que recorre todo su cuerpo.

Cuando está lo suficientemente cerca de mi, vuelvo a contener la respiración.

—Si te relajas será más fácil.—Dice tomando mis manos y dejándolas sobre su cintura.— Es tu primera vez aquí... Debe ser inolvidable.

Mi corazón golpea tan rápido mi pecho que apenas puedo respirar.

¿Cómo sabe que es mi primera vez aquí?. 

—No me malinterpretes.—Me alejo un poco de él pero vuelve a acercarse.— No estoy aquí para que me bailes...

—Que malagradecido.—Dice sonriendo.— Yo no bailo para cualquier persona.

—¿Y qué me hace diferente?.

Sus dedos juegan con el cuello de mi camisa y finalmente enrosca uno en mi collar, para luego jalar de él y acercarme un poco.

Verga, creo que me mié.

—Eso quiero averiguar.

Me tambaleo un poco en mi lugar mientras lo escucho reír.

—Parece que alguien ha bebido demasiado.

Sigue bailando cerca de mi, de vez en cuando se acerca para cantar parte de la canción cerca de mis orejas, ocasionando escalofríos y que la piel se me ponga de gallina.

Con un fuerte empujón me deja caer sobre la cama, no recuerdo en qué momento ha ocurrido eso, a mí parecer ni siquiera estaba tan cerca de la cama.

Carajo, no debí beber tanto...

Ahogo un quejido cuando lo veo sentarse sobre mi, moviendo su cuerpo sin perder el ritmo de la música, me mira tan seductoramente que mis pantalones ya comienzan a molestarme.
No sé en qué momento me ha atado las muñecas a la cama, pero eso le da el paso libre a hacer lo que quiera conmigo.

Tengo miedo pero me gusta.

—Relájate, Hyunjin...

¿Cómo sabe mi nombre? No recuerdo habérselo dicho.

Él sigue bailando, esta vez de pie sobre la cama justo frente a mi, sus manos recorren su cuerpo con tanta lentitud que me hace desear tocarlo yo también.

Piensa en la biblia.

Pero es imposible mantenerme relajado cuando sus manos están masajeando mi miembro por encima del pantalón. Cierro mis ojos en un intento de concentrarme en otra cosa pero eso solo hace que se ría de mi.

—No intentes resistirte a mi.

Dios,¿ qué estoy haciendo en este lugar?.

—Pensé que solamente eras un bailarín.—digo entre jadeos, él vuelve a clavar sus ojos en mi.

—Soy una caja de sorpresas.

Trago con dificultad cuando sus dedos juguetean con el borde de mi pantalón, me mira sonriendo y finalmente comienza a bajarlo.

¿Changbin en qué carajo me metiste.?

¡Gracias, gracias, gracias!.

Mis piernas tiemblan cuando una de sus manos se adentran en mis calzoncillos, su calidez pronto envuelve mi miembro, dándole sutiles movimientos.

Jadeo fuerte cuando repentinamente se inclina hasta él, sin apartar la vista de mi.

¡¿Cómo alguien que se ve como un ángel, hace este tipo de cosas!?.

Comienza a dejar cortos besos en el glande para después comenzar a jugar con su lengua.

—¡Mierda!.— dejo caer mi cabeza hacia atrás mientras él sigue haciendo lo suyo. Pasa su lengua desde el tronco un par de veces hasta la punta de mi pene, soltando uno que otro gemido.

Es tan fascinante escucharlo.

Ahogo un gemido cuando se lleva todo mi miembro a su boca, tengo la necesidad de tomar su cabello pero los arneses en mi muñeca me lo impiden eso provoca que vuelva a reírse.

Sus movimientos comienzan lentos acompañados por su lengua pero a nada minuto que pasa comienza a subir la velocidad.

Sus arcadas se escuchan en toda la habitación pero eso ni siquiera lo detiene, mientras lo chupa su mano se ocupa de subir y bajar una y otra vez.

Voy a venirme...

El cosquilleo en mi abdomen se hace presente, no me queda mucho en esta situación...

—Me...me vengo.

Su mano me masturba aún más rápido y finalmente me dejo venir en su boca. El chico me mira unos segundos antes de tragar todo mi semen y sentarse a un lado.

¿Qué carajo fue todo eso?.





DELICATE // HYUNIN.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن