SABBRA CADABRA - (ScarletStrange)

7. Encantamientos.

" How could I know my spell was broke?
I am nothing like the girl you thought I was without your love...

How could I haunt you, keep you close
When you can see my seams, the fraying of my dress?
I am defenseless...

Yes, I am a carnival
A house of mirrors
And I will con you
And all my tricks and all my magic
Will keep you dizzy
With desire... "

Witch - The Bird and the Bee

Strange se sentía inmerso en una atmósfera embriagadora, como ni el más poderoso de los hechizos podía haberlo logrado. Jamás había experimentado semejante idilio.

Sofocado por tanto besar, el hechicero se separó lenta y delicadamente de sus labios, tomando aire. Por muy placentero que haya sido aquel intenso encuentro, pronto su sutil sonrisa se borró pues al ver nuevamente el rostro de Wanda recordó su la naturaleza de su situación, y comenzó a inquietarse. La bruja, notando esto, se inclinó buscando otro beso de él, encontrando su mejilla.

—Oh, no... —dijo aquel, "despertando" del hechizante embeleso. —No, Wanda.

— ¿Qué...?—  musitó ella, acariciando su rostro. —Me gustó... ¿A ti no?

El hechicero se perturbó, rompiendo con la ensoñación que lo había envuelto en ese pequeño instante.

— Wanda, te aprecio mucho, y... eres hermosa, ¿sí?, pero esto no es correcto —sentenció, apartándole la cara y desprendiéndose del abrazo, ligeramente mareado —. N-no... no negaré que me gustó... pero no sé por qué lo hice. Perdóname.

Strange retrocedió unos pasos desde donde estaba, tratando de sosegarse.

—Entonces, ¿por qué me besaste...?— preguntó Wanda, con un dejo de tristeza ante él.

—No lo sé. No sé qué me pasó...— dijo extendiendo ambos brazos, a la defensiva— . Yo, ahm... no me reconozco. Pero no debemos hacer esto, comprende... No es correcto.

—¿Por qué?— preguntó la bruja, con los ojos centelleantes del enfado. Él le rehuía la mirada, sintiéndose incómodo y culpable. No dejaba de mover la cabeza con nerviosismo.

—¿Cómo que "por qué"? Acabas de perder a Visión, y además, apenas nos estamos conociendo. No es apropiado... sin mencionar que soy como tu maestro. Y fuiste tú quien me besó.

—Y tú a mí — le contradijo, con determinación, buscando enfrentar su rostro —. Ambos nos dejamos llevar. ¿Qué tiene de malo? Ni tú ni yo tenemos compromiso con alguien, ya no. Creí que, cuando me invitaste a la boda de esa ex tuya, algo había iniciado entre nosotros...

Strange seguía negando con la cabeza, impactado.

—Te confundes. No es el momento para iniciar algo, y mucho menos cuando hay problemas a diestra y siniestra. Si eres una persona inteligente comprenderás que hay cosas más importantes. Y no quiero jugar contigo, no quiero...

—No quieres lastimarme, ¿verdad? —preguntó, intentando parecer decepcionada. La situación era sin dudas, irónica, considerando que era más probable que ella hiciera eso con él.

—... no sé si ponerlo de esa forma.

Se produjo un silencio incómodo en medio de la quietud del bosque. Strange no se sentía capaz de mirarla a la cara, azorado ante lo que acababa de pasar.

—Disculpa — dijo por fin ella, con desdén.

—No hay nada que perdonar. Estás confundida y cansada. Ambos lo estamos... te ayudaré a salir de aquí e irás a dormir.