"Will you still love me when the magic's gone?..."
Situado tras los sucesos de Westview y NWH. Strange decide acudir a Wanda por ayuda ante la inminente rotura del multiverso. Mientras el caos se avecina, descubrirá lo mucho que ambos tienen en com...
//Nota: Este capítulo transcurre exactamente después del final de WandaVision y No Way Home. Para ponernos en contexto, es una escena similar a la del trailer de MoM.// . . . . . .
Los cerezos comenzaron a dar hermosas flores, y el sol inundaba la zona del bosque en un cálido tono propio de una mañana primaveral.
Aún cuando hace escasos días, se había sentido más poderosa que nunca en su corta vida, ella sentía miedo de sí misma y de la capacidad de sus poderes. Al menos, más de lo que realmente quería admitir. Tras lo sucedido en el Hex, y el enfrentamiento con Agatha, no tuvo el coraje para enfrentarse a nadie más, y se limitó a aislarse en un lugar lejos de la vista de todos.
Wanda procedió a podar parsimoniosamente las flores del camino, para distraerse.
Pero no dejaba de pensar en el Darkhold. Inicialmente, no tenía planes de leerlo, pero su curiosidad por saber más sobre sus poderes fue más fuerte. Desde la última semana, había aprendido mucho de ese libro. En él, se establecía que la Bruja Escarlata era una suerte de diosa y ningún hechicero o mago podría derrotarla, de alcanzar su máximo potencial.
Dedicaba sus horas a explotar su ser astral, a conocerse a sí misma a fondo. Era completamente capaz de infinitas cosas, y aún restaba tanto por descubrir... Tenía que recuperar a sus hijos de algún modo. Cada noche los podía oír, sus voces llamándola desde algún rincón de otra dimensión. Su corazón no resistía, pero se mantuvo fuerte en su misión. De pronto algo interrumpió sus pensamientos.
—¿Wanda?— preguntó una voz masculina muy profunda que le resultaba un tanto... ¿familiar?
Pronto cayó en cuenta. Era él. Volteó para enfrentar al dueño de la voz.
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—Strange...
Él la observó con una leve sonrisa casi inadvertida, pero al mismo tiempo lucía como si intentara acercarse a ella sin asustarla. Sus ojos azules brillaban luciendo un poco preocupados, más allá de todo, buscándola, intentando romper la barrera de las palabras.
Wanda estaba segura de que esto pasaría tarde o temprano, y él llegaría. De no ser por cierto encanto perceptible en su rostro ahora exhausto, podría confundirlo con un hombre normal; aunque no uno precisamente ordinario. La joven desvió la mirada, un poco nerviosa. ¿Por qué se sentía así, si estaba segura de que Strange ya no le inspiraba ningún temor?
No le resultó tan imponente como cuando lo vio por primera vez en la batalla contra Thanos. Durante el funeral de Stark, apenas él si le había dirigido un par de palabras, lo cual ella no se había atrevido a hacer por iniciativa propia... y no estaba segura del porqué. También le resultaba raro e incluso un tanto gracioso el verlo sin su característica capa roja.
—Sabía que tarde o temprano aparecerías — exclamó ella, intentando permanecer en calma. —Mira, he hecho cosas horribles, he cometido errores y permití que mucha gente sufriera. Yo...
