DEAR JOHN | taekook

15: soul

— 영혼 — 

"Es todo por hoy, Jungkook-ssi"

Jungkook escucha aquello y detiene sus movimientos.

El trapo que sostiene su mano y con el que limpiaba la mesa del laboratorio de física queda en pausa. Baja la mirada y observa la brillante madera laqueada. ¿Cuándo tomó el trapo? ¿Cuándo le echó producto de limpieza? ¿En qué momento llegó allí?

No lo recuerda y aunque es algo que hace mucho no le ocurría, lo toma con naturalidad.

Deja el trapo donde estaba y se dirige a su profesor mientras con la mano estirada tantea la correa de su mochila colgada en el perchero.

"¿Necesita que también venga mañana, señor?"

El profesor Kang alza la mirada de sus documentos y observa a su alumno.

"No, Jungkook" responde desde su asiento. "La semana que viene te necesito para el próximo turno, pero mañana tienes la tarde libre"

El joven asiente con la cabeza y se inclina noventa grados.

"Buenas noches, señor Kang"

Se da media vuelta y sale del laboratorio de física sin darse cuenta de que tiene la mirada fija del señor Kang pegada a su espalda.

Jungkook baja las escaleras del edificio de exactas y se dirige hacia las zonas de las aulas que obligatoriamente tiene que pasar si quiere llegar a la salida de la universidad. El viento frío de la noche de mediados de octubre lo acobarda, lo hace encogerse en la chaqueta que viste y acelerar el paso por el concreto que cubre el suelo del pasillo a la intemperie.

Maldice haberse olvidado la bufanda ni haberse fijado en el clima antes de salir de su casa, siempre le pasa lo mismo.

Con la vista fija en llegar al pasillo que lo lleva directamente a la puerta principal del campus, el reflejo de una luz lo hace frenar.

Retrocede un par de pasos hasta que llega al aula con la puerta abierta de donde provenía la luz prendida.

Por pura curiosidad observa dentro y oh, menos mal que lo hizo.

La sonrisa en su rostro delata quién está dentro de esa sala sentado en el asiento de la primera fila, con la barbilla hundida en su mano y el codo en la pequeña mesa, una expresión de incertidumbre cubre su semblante.

Es tan enigmático y a la vez, transparente cuál cristal.

El cabello negro y ligeramente rizado cae por su frente, los labios rosados sobresalen por sobre la piel canela y los anteojos de marco dorado se resbalan por el puente de su nariz, su elegancia es evidente cuando alza el dedo medio para acomodarlos.

Sin hacer movimientos bruscos, sin una pose sugestiva y mucho menos sin hablar, Jungkook se siente completamente seducido por ese hombre.

Por el simple hecho de existir.

"Hyung" lo nombra, un honorífico que sólo él puede decirle.

Taehyung se endereza y dirige su mirada hacia el joven de pie en el marco de la puerta, y no puede evitar sonreírle con suavidad.

"Hola, Kook" le dice mientras se pone de pie, pero permanece cerca de la silla. "¿Qué haces aquí tan tarde?"

"El señor Kang me retuvo hasta ahora ordenando en laboratorio" responde al instante, rodando los ojos porque todos conocen la locura del profesor de física.

El joven se aventura y entra en el salón con cautela, avanza por el aula.

Se detiene a una distancia prudente porque están en un lugar público, uno donde ambos tienen reputaciones que mantener.