DEAR JOHN | taekook

01: beauty

pensé que no les iba a gustar ajaja gracias por leer unu

— 아름다움 —

Taehyung se halló a sí mismo levemente desorientado, apartando la mirada de aquellos ojos cafés por quienes estuvo delirando toda la noche en vilo.

"Quiero sus trabajos al final de la clase en mi escritorio" habló el docente claramente, haciendo que incluso el vidrio de las ventanas al fondo del salón tiemblen ante el tono utilizado.

Jungkook suspiró sonoramente, no pudiendo retener ese gesto.

"¿Qué pasa?" preguntó Mingyu quien, sentado a su lado, había notado el ligero rubor que cubría sutilmente las mejillas de su mejor amigo.

El pelinegro negó con la cabeza dejando de lado los pensamientos que abrumaban su mente y lo distraen de su verdadero deber de ser un estudiante promedio, sin mayores preocupaciones que el estudio y como balancear una vida social en conjunto con la compañía de los libros que cargaba en su mochila.

"No es nada" respondió con desdén, esperando que la simple respuesta aplaque la curiosidad de su amigo.

Claro no es nada, si no fuera porque el profesor a quien se había follado los últimos meses lo observaba con vehemencia desde el puesto privilegiado tras el escritorio de caoba, en lo alto del salón escalonado dejando en claro el puesto que mantiene en aquel lugar.

Arrogante cómo sólo él sabe serlo, Kim Taehyung alzó una ceja.

Prohibida.

Así se sentía la manera en la que se miraban, porque estaban rodeados de personas y no de cualesquiera, sino que se trataba de sus compañeros y alumnos quienes no eran conscientes del juego de miradas obscenas entre el estudiante favorito del profesor, y el profesor con el que el alumno se había encariñado. Pobre de aquellos mortales que se pierden el espectáculo que solo los ángeles tienen la dicha de presenciar desde el cielo.

Cuando sintió que era suficiente ver el labio del menor siendo atrapado entre sus dientes, Taehyung apartó la vista tomando el bolígrafo con su mano y concentrándose en el examen en su escritorio, intentando ignorar la dureza en su pantalón.

¿Por qué una simple mirada lo prendía tanto? Quizás era la esencia juvenil que Jungkook desprendía, ese calor jovial que Taehyung había olvidado cómo sentía y pensaba que nunca volvería a sentir. Incluso, el docente con treinta años habitando la tierra, el joven le hacía experimentar nuevas sensaciones desconocidas para él; que lo hacían volar por los cielos al mismo tiempo que se comportaban como su cable a Tierra cuando la situación lo ameritaba. Tanto tiempo disolviendo su sentido aventurero en la seriedad de la adultez, provocó que ante el mínimo estímulo que recibía por parte de Jungkook, incluso algo tan desabrido como una mirada, lo excitaban inconscientemente.

La belleza de perder el control y dejarse llevar, se vuelve algo adictivo para él.

Sin embargo, en ese lugar, en ese horario, en ese traje; él era simplemente el docente de análisis matemático II de Jungkook.

Cómo olvidó su costoso reloj en su casa, no tenía noción del tiempo, pero supuso que había pasado una hora entera al escuchar el chirrido de las sillas contra el piso. Era hora de ponerse en el papel de profesor y pararse frente a la clase agradeciendo que la hinchazón de su entrepierna disminuyó.

Tenía que ponerse su disfraz de docente estricto y duro, aquel que usaba frente a todos. Taehyung tenía muchos disfraces, el de ciudadano ejemplar, el de profesor, el de esposo correcto...