Capítulo 10: Poción de amor

561 107 15
                                    

 El sábado en la mañana cuando despertó su cabeza daba vueltas y sus ojos estaban algo hinchados de tanto llorar la noche anterior; deseaba faltar a su clase pero debía ir, tenía que exponer y se había comprometido a ayudar al profesor Aron y no podía faltar a su palabra solo por un corazón destrozado.

Al salir de su departamento se encontró con su vecina, una mujer algo arisca de unos 80 años; Gulf la saludaba todos los días pero ella solo le gruñía en respuesta.

— ¡Buenos días señora Mari! —

— ¡Buenos días mi niño hermoso! — le dijo con una sonrisa dejando en shock al joven.

— ¿Tienes clases un día sábado cariño? —

— Si... — respondió con una sonrisa pensando que algo muy bueno le había pasado a la arisca mujer, cuando se despidió de ella se sorprendió aún más al escuchar lo que esta murmuro.

— ¡Si tuviera unos 50 años menos, feliz lo meto a mi cama y no lo dejo salir en días! — sonrojado y sin saber cómo sentirse siguió su camino.

— Señor... Ka... Kanawut a... a... aquí está su correo, que tenga un lin... lindo día — le dijo avergonzado y tartamudeando el conserje quien no se atrevía a mirarlo a los ojos.

Gulf estaba desconcertado, no sabía que estaba pasando; recordó que no había desayunado así que se dirigió a su cafetería favorita, se bajó de su moto una cuadra antes ya que la calle estaba cerrada y se sintió sumamente cohibido al escuchar las cosas que los hombres de la construcción le gritaban.

— ¡Con lo bien que coloco los ladrillos, menudo castillo le haría mi rey!—

— ¡Muñeco de que juguetería saliste, para ir a comprar uno igualito... papacito! —

— Por ese culito, me corro... un maratón —

— Que bonitos pantalones, pero quedarían mejor en el suelo de mi cuarto.

— ¡Súbete a mi andamio guapo y te cuento como va a ser el resto de tu vida! —

— Si pasas por delante de mi obra no muevas esas caderas que nos la desmoronas —

— Quien fuera maquillaje para echarte muchos polvos —

— ¡Ese cuerpo es el que me pone el cemento duro! —

Ojalá fuese papel para poder envolverte, bombón —

A lo mejor mi hogar no es un palacio, pero me gustaría que tú fueses mi príncipe

Tengo suficiente calor con aquél que emana de tu mirada, mi amor

Por un beso te regalaría el sol, pero no sé qué te daría por hacerte el amor

Acabo de perder tres besos bajo tu camisa... ¿Me ayudas a buscarlos?

Ojalá fuese tu sangre, para recorrerte todo el cuerpo y finalmente entrar en tu corazón

No es que seas precioso. ¡Es que eres un Dios!

Si estoy pecando contigo, prefiero ir al infierno

¿Por qué me acabo de encontrar con una linda estrella a plena luz del día?

— Quisiera ser tu cuenta de free fire para que te duela perderme —

Temor, vergüenza y sonrojo lo invadieron, era la primera vez que sufría acoso verbal callejero, quería volver a su moto pero sentía que los hombres pensarían que se estaba luciendo, así que paso lo más rápido que pudo y fue directo a la cafetería, una vez ahí se sintió más tranquilo, pidió lo mismo de siempre, un té helado y un sándwich de pollo, cuando fue a pagar la chica de la caja le dijo que iba por cuenta de la casa, cosa que Gulf no acepto y de igual forma pago por su compra, al recibir el té vio que en el vaso había un corazón con un número de teléfono.

Por una poción de amor✔Where stories live. Discover now