II: But I wonder where were you?

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―La presentación estuvo bien―mencionó Akutagawa en cuanto se acomodaron―, pero pudo ser mejor.

―Dale un respiro a Chuuya, fue su primera presentación ―comentó Tachihara, acercándose a la mesa y sentándose en el asiento vacío―. Al público le gustó la nueva canción. Ya escuché varias felicitaciones de otras bandas, les gustó la nueva voz.

―No me refiero a Chuuya. Su voz estuvo bien, perfecta, pero ustedes se equivocaron en un par de notas. ―Sus iris grises se posaron en la rubia a su lado. Tímidamente, Higuchi intentó desviar la mirada―. No creas que no lo noté, casi dejas caer una baqueta.

―¡Lo siento! Estaba nerviosa, más que en otras ocasiones...

―Has tocado frente a público antes.

―Sí, pero no frente a tantas personas...

―No es excusa.

― Por mucho que me gustaría seguir escuchando sus discusiones de pareja ―interrumpió el pelirrojo―, la verdad no me interesa. Me largo.

Se levantó de la silla ignorando la mirada del resto del grupo. Parecía que ninguno se atrevía a preguntar las razones detrás de su rápida huida, pero fue la integrante más silenciosa quien sí pudo captar que no todo estaba bien, y cuestionó sin empujar más allá de la confianza que les había dado hasta el momento.

―¿Estás bien? ―preguntó Gin, con su suave voz que tan difícilmente lograba captarse entre el bullicio. Chuuya se esforzó por darle una sonrisa y le palmeó la cabeza a la estudiante de secundaria.

―Lo estoy, solo es un dolor de cabeza.

La chica no parecía muy convencida con su respuesta, pero no insistió más.

Con una rápida despedida, se alejó de la zona reservada para las bandas y entró a aquella común. Un nuevo grupo estaba sobre el escenario y la atención de muchas menos personas sobre ellos. La mayoría había vuelto a sus mesas, centrados en la bebida y en las pláticas privadas. Algunos continuaban de pie y, tal vez por buena o mala suerte, Chuuya no pudo volver a encontrar a Dazai entre la multitud.

¿Se había marchado? ¿O simplemente confundió a otra persona con su exnovio de la adolescencia? No importaba cuanto más mirase a su alrededor, no lo encontraba por ningún lugar. Se había esfumado tan repentinamente que Chuuya comenzó a dudar seriamente de su salud mental. No podía ser que lo hubiese imaginado, pensó, porque al menos cuando imaginaba a Dazai, este no le miraba con tanta frialdad.

Reprimió un suspiro, intentando quitarse de la cabeza la imagen del otro hombre. No debería pensar en él, ya era una historia pasada, una página arrancada de su libreta, arrugada y quemada. Incluso si Dazai estaba ahí, no tenía motivos para encontrarlo. En ese momento no eran nada más que dos desconocidos en el mismo maldito bar, con una historia de fondo, pero si al otro nunca le importó, entonces Chuuya tampoco se preocuparía más de ello.

Sin embargo, aún quería marcharse del bar y volver a su apartamento, pero no podía irse solo.

Se mezcló rápidamente con la gente, buscando el rincón apartado del local donde sabía que estaban sus amigos. No necesitó buscarlos demasiado, fácilmente encontró la mesa donde un guapo hombre rubio con un lunar bajo su azulado iris izquierdo le hacía una seña. Antes de que pudiese acercarse más, un brazo envolvió sus hombros y lo acercó a un cuerpo. Sintió el aroma del alcohol fuerte y pesado chocar contra su rostro en cada palabra que salía de los labios ajenos.

―¡Chuuya, eso fue increíble! ―exclamó Albatross mientras lo acercaba a la mesa―. En serio, no entiendo porqué jamás quisiste participar conmigo en las noches de karaoke si cantas tan bien.

Leave the kiss for later [SKK]Where stories live. Discover now