Hijos de La Mafia [2MIN]

O9: Durazno y Limón

En el palacio Hin, estaban la familia líder reunida para desayunar como todas las mañanas. Ya que era lunes el hijo menor, JiMin, tenía que ir a su preparatoria.

—Hijo, se que estas enojados con nosotros pero debes entender que no debes escondernos cosas importantes como lo es un novio —expresó su madre, DongHae.

—Ustedes no me entienden —reclamó el rubio con un puchero.

—¡Exacto, no entendemos como pudiste ocultarnos a tu novio tres años! —se exaltó su padre, EunHyuk.

—¡No entienden que no quiero que sepa que soy de la mafia! —gritó el menor haciendo que hasta los sirvientes quedarán sorprendidos.

—¿Acaso te damos vergüenza?—preguntó el omega líder con tono de decepción.

—No, no lo hacen. Solo hubiera deseado nacer fuera de la mafia, no me gusta que las personas les de miedo estar conmigo. —Recordó sus experiencias pasadas.

—Pues tienes que aceptarlo, es tu realidad y nunca cambiará —fue drástico su madre—. Tu bisabuelo construyó esta manada con su sangre, sudor, sacrificios y lágrimas. Deberías ser agradecido por lo que tienes.

—¿Agradecido de qué? De encerrarme porqué no tengo amigos o porqué ni siquiera puedo unirme a actividades de adolescentes comunes.

—¡No seas irrespetuoso! —Había subido de tono la discusión—. Esta manada te ha dado todo, tu padre y yo te hemos dado todo.

—¿Todo a mí? O a TaeMin, el hijo perfecto, yo siempre soy el segundo en todo porqué no seré el líder.

—¡Ya basta! —Golpeó la mesa el castaño—. ¡Estás castigado! Hoy ni siquiera iras a la escuela, tendrás que reflexionar sobre errores.

—¡Te odio! —Se fue llorando JiMin a su cuarto en el segundo piso.

—Cariño, debe ir a la escuela o se atrasará —interrumpió el alfa.

—No me importa, es la consecuencia de sus acciones y tiene que aprender. —Fue duro el omega líder.

-—Amor, se qué te molesto, comprendo que no sea justo que menosprecie todo el esfuerzo que hemos invertido en que viva bien. Pero es un adolescente que ve que sus compañeros tienen una vida muy diferente.

—Lo sé, todos hemos nacido en este ambiente y estamos orgullosos de nuestra historia como manada, ¿Por qué no es cómo nosotros?

—Mi cielo —Acarició la mano de su omega—. Todos somos diferentes.

EunHyuk, sabía que tocó un fibra sensible de su esposo la discusión porque el abuelo de DongHae tuvo una historia muy triste, y a pesar de eso construyó la manada para sus descendientes.

MinHo salió temprano a correr, eran las seis y media de la mañana. Había un gimnasio dentro del edificio, pero como sabía que se encontraría con los estúpidos de los ricos creídos prefirió ir al exterior.