||4th of July - Sufjan Stevens||

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Capítulo 2

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Capítulo 2

|| Presente ||

Asher

—Me siguen insistiendo, Asher.

La insistencia del ser humano a veces era pedante e inconformista, me ponía nervioso, me ponía enfermo porque de una manera me hería hasta sentir el sabor metálico de la sangre salir de mi boca. Era un puñal que todos estaban dispuestos a clavar y eso era realmente decepcionante.

Nunca entendí las necesidades, pero las miradas me gritaban como si mil voces me quisieran arroyar hasta dejarme sin respiración y, la de Serena era una de ellas. No podía ignorar el hecho de que sus ojos negros me estuvieran golpeando hasta perder mi propia voz, mi propia consciencia.

—Asher...

Observando el suelo, buscando una forma de entender la razón por el cual tenía que sufrir aquello, suspiré. Realmente odiaba que la gente se metiera en mi vida sin que yo les dejara, era como si buscaran de una forma brusca de abrirse una puerta a un lugar donde no pertenecen, donde no les llamaban y, si pudiera ser algo de propiedad privada sería un allanamiento de morada en toda regla.

—Te he dicho que estoy yendo cada semana —ni siquiera me creía—. Con eso es suficiente para ellos —tampoco tenía la necesidad de que lo hiciera—, y para ti —no le gustó lo último, lo demostró en su pequeño gesto y sus brazos cruzados en su pecho donde resaltaba el tatuaje de tinta roja que se asemejaba a una rosa mal hecha—. ¿Qué es lo que ocurre?

Por fin me digné a enfrentarla, su mirada era todavía más feroz que sus palabras.

—Una cosa es ir y colaborar —dio un paso en forma amenazante, por inercia quise dar un paso hacia atrás, sin embargo, choqué contra la encimera— y otra muy diferente es ir a contar cuantas veces pasa las manecillas del reloj por el número siete.

—Es mi tiempo.

—No lo es.

—Lo es. Al psicólogo le van a pagar igualmente haga lo que haga.

Serena se calló y se acercó a la nevera.

—Pero lo estás desaprovechando, estás dejando que ganen, estás dejando que tus padres tengan la maldita razón en esto.

Me dolió.

Me dolió demasiado.

Yo nunca sería como ellos.

Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca. Nunca.

Entre rosas de Ira y Muerte [Editando]Where stories live. Discover now