Entre rosas de Ira y Muerte [Editando]

||Mind over matter-Young the Giant||

PASADO Y PRESENTE
PARTE 1

Capítulo 1

||Pasado||

Asher

Los latidos de un aura silenciosa abarcaban toda la estancia recordándome a un vacío: silencioso, decaído y, de alguna manera, monstruoso. Los bolígrafos siendo abiertos y cerrados por la maraña de nervios que activaban a los estudiantes para desconcentrarse buscando la divina iluminación a la respuesta de aquel examen. Escuchaba las suelas de las zapatillas chirriar contra el suelo blanco una y otra vez debido a su nerviosismo. Alguna que otra hoja de examen siendo arrancada del blog.

Mis manos estaban temblando y sudando.

Alcé la vista hacia la pared de delante donde se podía ver mis reflejos por las baldosas que me deformaba un poco el rostro, buscaba que alguna anomalía me hubiera salido de la cara como si fuera algo lo suficientemente horrible para detener el examen y cambiarlo a otro día. Suspiré y cerré los ojos una vez más buscando que la respuesta llegara a mi mente por arte de magia.

—Os dejo dos minutos más, aprovechadlo —habló el profesor yendo y viniendo, observando que nadie estuviera copiando.

Cansado, cerré el bolígrafo sabiendo que no tendría más opción y acepté mi destino de perder aquella pregunta y no ganarme mi tal ansiado diez en la asignatura. Por mucho esfuerzo que hubiera puesto no parecía haber servido de mucho. Toda la tarde de ayer desperdiciada. Parpadeé un poco aclarando mi vista y levanté la mano llamando la atención del profesor que no tardó mucho en recogerme el examen. Me miró como si estuviera sorprendido de haberlo terminado tan pronto y yo solo me encogí de hombros en modo de respuesta.

Salí del lugar colgando mi mochila al hombro esquivando las mesas de mis compañeros, el haberme sentado justo en la esquina opuesta a la salida no decía mucho de mi inteligencia. Cerré la puerta detrás de mi escuchando nuevamente la advertencia del tiempo restante, me giré para mirar por el ojo de buey hacia mis compañeros que se resignaron pidiendo un poco más. Observé que el pasillo comenzaba a llenarse de gente hablando y quejándose de las clases. No me gustaba cuando eso sucedía.

Choqué con un par de personas al intentar salir de allí en el trayecto hacia la cafetería, la gente no miraba por donde iba...Y eso se le sumaba el que yo, muy bajo, no se me consideraría, tenía diecisiete años y media más de uno noventa. No había excusa.

Conseguí salir a la cafetería sintiendo el aire volviendo a mí. Apretujaban como si no hubiera suficiente pasillo para todos ellos y era asfixiante. Casi podía sentir el cómo me agarraban de las mangas y tiraban de ellas en busca de algo, me recordaba a mis ansias de conseguir algo que me motivara, algo que pudiera llenarme a parte del baloncesto. Exhalé, era una pena que yo no tuviera nada.