🥀 Capitulo 33.

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–Cuando me dijo tu amigo que tenía
un hermano no lo creí, pero cuando me presentó tus papeles donde figurabas como hijo de mi padre, o bueno, nuestro padre, lo pude creer.

Ambos avanzaron dentro del lugar y cuando llegaron a su mesa reservada Mew retiró una silla para que ella se sentara, la mujer le agradeció. Mew tomó asiento al otro lado de la mesa circular, así ambos quedando frente a frente.

Un mesero se les acercó, pidió sus órdenes y se retiró. Poco después volvió con sus pedidos y ambos quedaron en silencio un momento.

- Nunca pensé que tendría un hermano.

Ella habló rompiendo el incómodo silencio.

Mew la miró y asintió. — Ni yo una hermana... La verdad nos parecemos, tienes los ojos de papá, como yo.

Ella se cruzó de piernas. -Y tú tienes su gran altura, ¿Cuánto? Yo también heredé parte de su altura, mido un metro setenta.

Mew negó. - Supongo que un metro ochenta, no soy tan alto como parezco. - Sonrió algo ansioso.

-Y cuéntame, ¿Tienes novia o esposa? - Ella bebió de su bebida. - Eres simpático, dudo que no le hayas llamado la atención a alguien, hermano.

Sonrió pensando en Gulf. - Bueno, soy gay. - Ella asintió sin mucha importancia. - Mi novio se llama Gulf, es un doncel y está embarazado.

–¿Me estás diciendo que voy a ser tía? - Ella abrió la boca con sorpresa.

- Así es. Nacerán en nueve semanas aproximadamente. - Bebió de su vaso con agua pura y picó el pastel de fresas en su plato.

-¿Nacerán? ¿Es más de uno?

- Tendremos mellizas.

Mew sonrió orgulloso mientras su hermana sonreía en grande.

- Magnífico, compraré regalos para ellas pronto, los mejores.

- ¿Enserio?

Comió un trozo de su pastel y habló. - Claro, hm... Antes de entrar otra ves en un silencio incómodo. - Limpió con una servilleta su boca con cuidado de no arruinar su labial rojo. -¿Porqué no fuiste al funeral de nuestro padre?

- No lo sabía, me enteré después sobre su muerte y siendo sincero, si me hubiera enterado a tiempo no hubiera asistido. — Ya no sonreía y su hermana lo veía con una ceja alzada. Puede que para ti suene mal, pero ese hombre me abandonó a mí y a mi madre, fue un cobarde con nosotros. Fue mi madre la que hizo todo para que yo tuviera lo necesario, no él. Y la verdad, ya ni recuerdo su rostro como debería.

- Vaya... - -Ella bajó la mirada y una mueca se formó en sus labios. - Puedo entenderte, pero me lo imaginaba. Él nunca nos habló de ustedes a mí y a mi madre, debí suponer que era por algo. Tu madre fue muy valiente.

— Hm, así es. –Sonrió sin mostrar los dientes. No fue como otras madres que hubieran abortado o abandonado a su hijo en una situación similar...– Ella se hizo completamente responsable por mí y me crió lo mejor que pudo a pesar de todo. Es la mejor, nunca se rindió conmigo.

- Admirable, hoy en día ya no se encuentran esos casos. - Ella dijo con sinceridad y le regaló una sonrisa.

- Sí. ¿Y qué tal fue tu relación con nuestro padre?

-Bueno, mi padre fue un buen hombre conmigo, me crió junto a mi madre, se casaron y todo... supongo que él cambió luego de lo que les hizo.- Llevó un trozo del postre a su boca.

- Quizás... Al menos contigo fue un buen padre. - Comió un tercer trozo de su pastel.

-Sí, lo quise mucho, ahora él debe estarme cuidando allá arriba. - Suspiró.

O abajo, pensó Mew masticando.

-Bueno, cambiando de tema y ya que estamos en confianza... Soy soltera, vivo en el centro de Bangkok y como ya debes saber, soy abogada de famosos por alguna razón. — Sonrió divertida, Mew la siguió.

- Justo iba a preguntar todo eso.

Ambos rieron juntos por la broma.

– Eh, yo quisiera seguir hablando, pero la verdad te cité con tanta urgencia por medio de mi amigo, porque tengo un problema y quisiera tu ayuda.

La mujer lo miró un momento y frunció en ceño, Mew temió parecer interesado.

-¿Acaso quieres mi dinero?

Mew negó rápidamente. - ¿Qué? No. Por favor déjame explicarte... - Ella se cruzó de brazos y asintió.

Era una persona seria al parecer, pudo identificarse con ella y lo atribuyó a que quizás ambos heredaron el temperamento de su padre.

- Bien. Soy toda oídos.

- No te busco por tu dinero, al contrario, necesito que seas mi abogada.

-¿Porqué yo específicamente? ¿Quieres que haga el trabajo gratis porque somos hermanos?

Sin duda tiene un carácter dificil. 

- No y por favor déjame terminar. — Dijo él lo más serio que pudo y ella alzó una ceja. — Tengo problemas familiares, mi madre está hospitalizada por tuberculosis desde hace unas semanas. Tengo gastos que atender y necesidades de mi familia que cumplir con mi trabajo.

Se tomó una pausa cuando pudo ver como la mirada de su hermana se suavizó.

–Antes no teníamos nada más que lo básico y algunas veces ni eso, pero hace un mes conseguí un buen trabajo donde la paga es realmente buena, o lo era, que conseguí con ayuda de mi amigo, el mismo que te contactó. La cosa es que ahora estoy teniendo problemas en mi trabajo y realmente necesito ayuda para salir de ahí.

Ella lo escaneó un momento y habló con la voz más comprensiva. —¿Y porqué no consigues otro abogado? ¿Porqué yo?

No tengo nada en mi bolsillo ahora para pagar un abogado decente que esté dispuesto a ir contra los abogados de mi jefa... Esa mujer es muy mala y basta con decir que me odia sin sentido. - Frunció el ceño al recordarlo. - Quiero salir del trabajo por ella, ya no quiero seguir aguantando su odio.

- ¿Me estás diciendo que eres víctima de maltrato laboral?

- Sí. Ella me obliga a hacer trabajos lejos de lo que debería hacer como su secretario, me redujo el sueldo a la mitad y amenazó con que si renuncio se asegurará de que nadie más me contrate... Todo solo porque odia a los donceles y se enteró que mi pareja es uno. — Lamió sus labios por la ligera ansiedad. - Necesito alguien en quién confiar, alguien que me espere por un tiempo hasta que tenga el dinero suficiente como para pagarle... Se que no nos conocemos desde hace nada, pero enserio necesito salir de esto y volver a estar con mi familia. Creo que tú eres la persona indicada para ayudarme. - Sus ojos miel suplicaban a la mujer frente suyo.

Su hermana asintió a sus palabras y lo que hizo fue terminar su postre junto a su bebida con calma bajo la mirada incomoda y nerviosa de Mew. No dijo nada, solo era silencio. Mew se resignó a hacer lo mismo.

Pronto sus platos estaban siendo retirados por un mesero.

- Mew.

Mew la miró chocando sus miradas mieles, mirándola expectante a sus próximas palabras.

Era un todo o hundirse en préstamos para salir de la situación. Su última alternativa.

— Te ayudaré, sólo porque somos hermanos y me he compadecido de ti. Tienes plazo de seis meses para pagarme, eso es todo.

-¿Enserio? - Dijo sin creerlo, las comisuras de sus labios queriendo elevarse.

- Lo es.

Mew sonrió en grande y con agradecimiento habló. - Muchas gracias, Love.

Desire of Love🥀MewgulfWhere stories live. Discover now