Acampando

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Capitulo 10

El centro comercial esta repleto de personas, pero estas no nos dirigen la mirada y estan ocupadas en sus asuntos lo que me tranquiliza.

—¿Que compraremos?— Pregunto.

—Solo sigueme y no te separes de mi— asiento ante la orden del chico.

Siempre que me separo de él termino siendo capturada por algún hombre así que no objeto.

Sigo a Scott en silencio mientras él avanza hacia el área de alimentos tomando varios cosas y depositandolas en un carrito que traíago yo a vuelta de rueda. Después pasamos por el area de caza donde toma algunas navajas entre otras cosas que no miro ya que me distraigo al mirar el área de ropa. Llevo la misma ropa de días apestosa, estoy segura que esta tiene diferentes fluidos corporales como sangre, sudor y lágrimas.

—Megan— me llama el castaño, pero no aparto la mirada de allá —. Debemos continuar hay más cosas que hacer.

—Quiero ropa nueva, quiero un cepillo de dientes, dentrifico y una larga ducha y una cama comada, me duele todo el cuerpo— me quejo.

—Sabes que no es momento para que comiences con tus exigencias de niña rica— él camina hacia mi y toma el carrito.

—Perdon— ejerzo más fuerza en mi agarre en el carrito para evitar que el chico lo mueva.

—Megan.

—Scott.

—No cederas.

—Me conoces lo suficiente bien como para saber que no me iré sin obtener algo de eso.

El castaño aprieta la mandíbula y después suelta un suspiro.

—Bien, pero nada llamativo, tiene que ser ropa cómoda.

—Si— digo al darle una sonrisa. Estoy por correr, pero recuerdo que no tengo dinero —. Oye necesito dinero.

Él rueda los ojos —Iremos juntos.

—Yo puedo ir sola, tengo esto — digo al mostrarle discretamente mi arma al sonreir.

—Esconde eso— me reprende serio —¿Como?— niega y suspira al pasar una mano por su cabello.

—Solo serán unos minutos tu espérame en la entrada— insisto —. Prometo no utilizarla.

Scott duda mientras observa del area de ropa a mi así a por unos segundos.

—De acuerdo— este me extiende unos billetes —. Nisiquiera creo que sepas dispararla.

Ruedo los ojos, tomo el dinero y comienzo avanzar, al dar unos cuantos pasos paro, giro y miro al chico a unos metros de mi donde lo deje apunto de avanzar con el carrito.

—¡Hey!— lo llamo él lleva su mirada a mi —¡No te vayas sin mi!— le ordeno al sonreir señalandolo con mi dedo índice.

Y sin respuesta de este sigo hacia el área de ropa tal y como lo dijo Scott escojo ropa cómoda y sencilla. Pero en cierto punto no sé si él fue muy tacaño o si las cosas estan realmente caras ya que tengo que devolver algunas prendas.

Antes de marcharme de esa área ya llevo una blusa blanca nueva puesta. Esta tiene una tela tan suave que no dude en ponermela. Su olor a nuevo inundo mis fosas. En un estupido momento que me encontraba en el probador me parecio escuchar un ruido y ya que estaba tan paranoica pensé lo peor y di tal respingo que hizo que un correa de mi sostén se rompiera y por ello termine saliendo sin sostén, pero por suerte esta me queda un tanto holgada y también la tela es gruesa y no se nota que no llevo puesto sosten. No me incomoda no llevar este al contrario me siento más cómoda.

El desconocidoWhere stories live. Discover now