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No se imaginan cuanto amé escribir este
Capituló...

—Dios... esto es demasiado perturbador—dice Eira, hace muecas graciosas mirando el celular—. Ojalá y algún día cancelen el porno.

Mis mejillas se encendieron, ¡¿acababa de decir porno?!

—¿Y por qué lo estás viendo? ¡Eres una pervertida!

—¡No lo estoy viendo!—se escudó— Cuando leo mis manhwas en páginas ilegales siempre me aparece eso, ¡no lo veo, lo juro!

—Es por eso mismo que te aparecen esos anuncios— me pongo de pie para estirar mis piernas, pero al estar de pie mi cabeza punza.

El cumpleaños de George fue hace poco, no voy a mentir diciendo que no bebí o que solo me tomé un trago o que no me fume un porro por primera vez en toda mi vida. La fiesta de George fue una experiencia muy interesante.

Además, el no me pidió un carro, comida, fiesta, ropa o algo material. Lo que me pidió fue ser suya tooodo un día, por lo que mis piernas dolían al sentarme, caminar ¡incluso estar de pie!, pero luego recuerdo que es por el cumpleañero.

Y mi prometido.

No duré mucho tiempo de pie porque mis piernas temblaron, caí en la cama y solté un jadeo por el dolor. Maldije en voz baja.

—¿Te dieron duro?- preguntó Eira, no pude evitar taparme la cara con las dos manos y ponerme totalmente roja. Asentí apenada y solté un »si.

Desde que conocí realmente a Eira, es decir, su personalidad y más cosas sobre su vida cotidiana. Descubrí que entre mas la conozca, ella se deja llevar y toma mas confianza. Cuando le toca hablar con personas desconocidas ella es tímida y apenada. Conmigo ya no lo es. Adiós a Eira tímida.

Mi celular comenzó a vibrar, lo dejé sonar. Volvió a sonar y esta vez Eira me lo pasó, antes de mirar el nombre un recuerdo de mi madre me vino a la mente, fruncí el ceño, hacía mucho que no me recordaba ni mucho un recuerdo de cruzaba por mi mente, sacudí la cabeza y miré el nombre y la foto en la pantalla y sonreí. Se trataba de Azul.

—Hol...

—¡Tienes que venir a Cardys, YA!— grita histérica.

—¿Por qué? ¿Qué pasa, está todo bien?

—Es Hanna, no tengo idea de cómo es que está aquí. Ella intenta hablar con George. Están afuera del local, ya le dije a Alan que fuera a ver qué pasa porque George tiene cara de estar incómodo, George dijo que no te dijera nada pero es que siento que está mal no decirte, entonces ahora te estoy diciendo porque siento unas vibras terribles y no confío en que todo está bien, ¡por favor ven!

Al escuchar sobre la cara incómoda de George me pongo de pie rápidamente. Cuelgo el teléfono y le doy una señal a Eira de que tenemos que irnos, no pienso en cuanto me duelen las piernas al caminar. Estando ya en el ascensor me siento desesperada, preocupada y con unos nervios hasta el culo. Tengo tantas ganas de golpear a alguien y ese alguien sea se llama: Hanna.

George una vez me comentó que él no quería ver nunca más a Hanna. Sentía que no iba a poder reaccionar a ella y... ¡AGH! ¡Odio a esa chica!

Perfectamente imperfectos ©Where stories live. Discover now