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                        Yoonhee;

—Te extrañé tanto —los brazos de Youngjae me rodearon y con un nudo en mi garganta, como pude respondí a su abrazo tratando de sonreír.

—¿Q-que haces aquí? —pregunté.

El se alejó para verme mientras sonreía ampliamente y reflejando felicidad.
—Estás sorprendida ¿verdad? —acaricia mi cabello sin dejar de sonreír—. Vine para estar contigo. Te heché tanto de menos...

—No...me dijiste nada —murmuré.

—Quería que fuese una sorpresa —se acercó y depositó un beso en mi frente—. Estaré por varios días junto a ti.

—¿Y...tu trabajo? —pregunto dejando algunos mechones de mi pelo tras mi oreja.

—Me encargué de ello —se encogió de hombros—. Pero...¿no estás feliz?.

Me le quedé viendo y forcé una sonrisa. Me puse en puntillas para abrazarlo.
—Si estoy feliz —musité. Mi mamá y la abuela me miraron desde donde se encontraban sentadas. Me alejé para ver a Youngjae y volverle a sonreír—. E-es solo que no me lo esperaba. ¿Por...cuantos días estarás?.

—No lo se. Uhm —acarició mi mejilla—. ¿Una semana?. A lo mejor en este tiempo logro hacer que quieras regresarte ya.

—¿Nos quieres quitar a Yoonhee, Youngjae? —pregunta divertida mi abuela.

—Por favor abuela no piense eso —ríe Youngjae y me atrae hacia el abrazandome—. Pero entiendame, la extraño mucho.

—Lo imaginamos —asiente mi madre y sonríe levemente para mirarme.

—Bueno —raspo mi garganta y me alejo para mirar a mi esposo—. ¿Ya subiste...tus cosas?.

—Mhm sí. Ya organicé mis cosas junto a las tuyas —tomó con sus manos las mías—. No puedo creer que luego de tantos días sin verte ya estemos juntos.

Le sonreí. —Iré a darme un baño.

—Haz eso —asiente la abuela—. Ya la cena estará casi lista.

Le sonreí a Youngjae y me dirigí en seguida a la planta de arriba. Al cerrar la puerta detras de mi, solté un suspiro pesado. Miré hacia mi closet viendolo abierto y al acercarme para verlo noté algunas prendas de Youngjae en este junto a las mías.
Realmente vino a estar varios días.

—Dios —suspiré.

Youngjae seguía muy atento, cariñoso y preocupado como siempre ha sido. Poniendome mas mal de lo que ya estaba.
—¿Te veo más delgada?. Come más —intenta servirme pero niego.

—No no. Ya está bien así —respondí moviendo mis manos negando.

Luego de lo incómoda que me sentí en la cena, mi abuela y Youngjae se encontraban en la sala conversando mientras yo ayudaba a mamá a limpiar los trastes sucios.

—Esto es incomódo para ti, ¿no? —pregunta ella a mi lado.

—Ni te lo imaginas.

—Creo que no deberías seguir extendiendolo más —ella se detiene y me observa—. Es por tu bien.

—Lo haré. Terminaré con esto rápido. Lo prometo —aseguré.

Ella asintió y continuamos hasta terminar.
Yangyang no quiso ir a la habitación conmigo y prefirió irse con la abuela.
Adopté a Yangyang desde que era una pequeñísima bolita de pelo. Casi cuando ya tenía un año de casamiento con Youngjae, y hasta el día de hoy, el seguía manteniendo la distancia de él. Algo que sinceramente no lograba comprender. Youngjae no era malo con él, Yangyang era el que siempre gruñía o sino lo evitaba a toda costa. Pero bueno...siempre fue así. No iba a obligar que quisiera a Youngjae; si no le cae bien, pues no le cae bien.

Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora