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                        Yoonhee;

—Sal de mi cabeza —digo frente al espejo mientras me daba leves palmaditas sobre mis mejillas tratando de olvidar todo lo que había pasado con Jungkook hace unas horas.

Lancé un suspiro con mis ojos cerrados y salí del cuarto de baño.
—Debes tener cuidado la próxima vez —dice mi madre.

—Sí. Sé que fue una irresponsabilidad mía —digo cogiendo el peine y sentándome en el borde de la cama para desenrredar mi pelo—. Pero sabes como soy con Yangyang.

—Es demasiado travieso. Tienes que traerlo cuando sepas que no va a hacer de las suyas —me aconseja.

Asiento —Anotado para la próxima.

—Bueno entonces te dejo —besó mi cabeza—. Buenas noches.

—Buenas noches —le digo y ella me sonríe antes de salir por completo de la casa y cerrar la puerta tras de ella.

Suspiro una vez mas y miro a Yangyang durmiendo profundamente en el borde de la cama.
Me dirigí a la ventana y me senté en el borde del muro de esta, mientras desenrredaba mi pelo. Cuando terminé miré hacia el bosque. El cuál estaba oscuro, y claramente no se veía nada.

Y mis pensamientos una vez más divagaron hacia Jeon Jungkook.

—¿Que se supone que daba hacer con esto que siento por ti? —su pregunta nuevamente hizo eco en mi cabeza.
Y luego sus labios depositados con suavidad en mi frente.

Palmee mis mejillas una vez más.
—Reacciona, reacciona —me repito varias veces seguidas.


A la mañana siguiente me despierto temprano con un buen ánimo. Me senté en la cama –antes de bajar y preparar el desayuno–, y tomé mi celular yendo al chat de Youngjae para enviarle un mensaje deseandole un buen día.

Mientras recogía mi pelo salí de mi cuarto con Yangyang detrás de mi. Y los dos bajamos las escaleras.
Me dirigí a la cocina y comencé a preparar el desayuno.

Justo empezaba a organizar todo sobre la mesa cuando siento pasos descender por las escaleras, y al poco rato la presencia de mi mamá y la abuela se hace notar.
—Buenos días ~ —canturreo mientras sonreía.

—Alguién despertó con buen ánimo —responde mi mamá sonriendo.

—Creo que hoy va a ser un buen día —me encojo de hombros aún sonriendo.

—Así será —dice mi abuela añadiendo una sonrisa también.

Las tres nos sentamos en la mesa para empezar a desayunar.
—Oye Hee, ayer no te pregunté porque parecías bastante cansada —comienza a decir mi abuela y la observo—. ¿Y ese hombre tan apuesto que te acompañó?.

Toso un poco y trato de que la mirada curiosa de ambas mujeres no me intimiden.

—Uhm —trago—. Es...Jungkook.

—¿Jungkook? —mi mamá arquea una ceja—. No creo haberlo visto por el pueblo.

—Jungkook...—dice mi abuela casi para si misma y yo la observo—. ¿Es ese chico grandote, con el pelo largo y que se ve que deja loca a todas las mujeres?.

Pestañeo seguidamente mientras miro a mi abuela en total asombro.
—¿Tengo que decir que sí? —pregunto bajo.

—Nah. Si ya lo sé —dijo ella y le dió un sorbo a su café—. Es un chico bastante interesante.

—Supongo... —traté de no enfocar el desayuno en ese tema.

Mi madre se había ido a trabajar y decidí llevar a mi abuela a la cafetería. Por pedido de ella misma. Ya que quería hacer sus observaciones semanales y comprobar que todo estuviese bien.
—Buen día —dice Jennie recibiéndonos.

Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora