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Salí del auto aún con el corazón en la boca y lancé con fuerza la puerta dispuesta a enfrentarme al loco que se metió en el medio.
Solo que a medida que me acercaba a él comencé a sentirme chiquita.

Y no. No precisamente chiquita en cuanto a palabras y lo que pensaba decirle. Sino que ¡realmente era una enana al lado de él!.
Era alto. Medía al menos 1.80. Su pelo era negro y tenía tanto que me daban ganas de tocarlo y peinarlo e incluso recogerlo en una coleta. Ok. Estoy pensando demasiado. Vestía completamente de negro, pero así si el sweater que traía parecía quedarle grande era obvio que tenía bastante músculo. Añadiendo que su jeans, si era ajustado. Y mostraba unos muslos bien ejercitados guardados bajo la tela, y sus piernas...esas también no se quedaban atrás. Añadiendo toda la escultura que parecía él, vamos a incluirle los piercings.

¿Que ser perfecto era?.

Mirarlo a los ojos fue ¿como decir?. Un flechazo. No lo voy a negar.
Si a traves del cristal del auto, su mirada era intensa, de cerca podría traspasarme como un rayo. Los ojos eran oscuros, pero en el fondito, si, en el fondo lucían un leve brillo. Sus cejas densas, su nariz perfecta en ese perfecto rostro.
Sus labios rosados, gruesos y....ese...lunar que tenía bajo su labio inferior que noté al instante.

Espera YoonHee. ¿No venías a gritarle por meterse delante de tu auto?.

Cuando me enfoqué de una vez por todas noté que el me seguía observando serio. Bueno no se si serio será la palabra perfecta. Más bien estaba neutro. Como si fuera una estatua.

—¿Acaso...no miraste para los costados? —logro hablar—. Si no me detengo a tiempo ¡te hubiese matado!. Bueno...tal vez no. Pero de que te ibas a llevar un buen golpe, eso era seguro.

Sin embargo el me seguía observando fijamente. ¿Que le pasa?. Va a hacer que me sonrroje.

—¿Te encuentras bien? —le pregunto—. ¿No te lastimé?.

Y seguía sin hablarme.

¿¡Pero que rayos le pasa!?.

—¿Estás traumado? —continué preguntando.

Dió un paso hacia mi y yo por instinto dí otro hacia atrás. Extendió su mano hacia mi y recorrí con mi mirada su mano. Apartó cuidadosamente un mechón de mi pelo que se había corrido hacia delante. Aunque yo estaba lo suficientemente enfocada en reclamarle a él para notarlo.

Apartó este y volvió a observarme.

Ok...algo está pasando aquí.

—¡YoonHee! —sentí un grito y me giré para ver a mi madre venir hacia mi.

—¡Mamá! —sonreí y me acerqué a ella cortando la distancia para abrazarla.

—Mi niña —sonreí en medio del abrazo.

Nos alejamos para vernos mientras portábamos una sonrisa en nuestros rostros.

—Venía saliendo de la farmacia y te reconocí de inmediato. ¿Que hacías? —me pregunta.

—Ah. Yo estaba - —me giro para ver a ese ser extraño y perfecto pero ya no estaba.

—¿Que? —mi mamá se inclina para ver.

Me giré a verla en seguida y negué.

—Nada nada. Vamos. ¿Andas en auto?.

—Sí. Yo te guío. Vamos —asentí y la seguí aún mirando hacia atras tratando de ver a aquel hombre tan misterioso.

                 ❁ ❁ ❁

Abracé a mi abuela con fuerza una vez que nos vimos.

—Abuela —lloriquee mientras nos abrazabamos.

Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Where stories live. Discover now