OffGun: Avena y Lavanda | #Omegacember2021

29. Cuidados

Día 29~ 🥲

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-          ¿Por qué te tapas la cara Gunnie? ¿Acaso no estás acostumbrado ya?

Gun separó los dedos de sus manos, que estaban cubriendo sus ojos, para poder ver a Off. Éste estaba hincado entre sus piernas abiertas, observándolo con una mirada de deseo demasiado evidente. El nudo acababa de deshacerse, y Gun se sentía muy cansado. Por fin había terminado su celo y felizmente gracias a su alfa ya no era para nada doloroso, pero siempre acababa muerto de cansancio.

Negó con la cabeza y volvió a juntar los dedos para ocultar su cara. Escuchó a Off reír y unos segundos después sintió algo muy suave y con mucho pelo sobre sus piernas. Nuevamente hizo un espacio entre sus dedos, y lo primero que vio fue a un gran lobo negro regresándole la mirada. Tal vez su aspecto físico había cambiado, pero eran los mismos ojos y la misma mirada de hace unos instantes. De inmediato Gun comprendió, y también él se transformó en lobo.

Off se re-acomodó, echándose detrás suyo, y comenzó a acicalarlo con la lengua. Inevitablemente Gun empezó a ronronear. Que su alfa lo acicalara era una de sus cosas favoritas, aunque nunca se lo había dicho en voz alta. Era muy relajante y de alguna manera, sentía que fortalecía el vínculo entre ellos. Por supuesto que su madre lo había acicalado cuando era un cachorro, pero la sensación era completamente distinta. Soltó un suspiro y cerró los ojos, dejando que las caricias de Off lo ayudaran a quedarse dormido.
 

Despertó al sentir que se estaba asando. 

Abrió los ojos y lo primero de lo que fue consciente, aparte de que se estaba muriendo de calor, fue de Off ya en su forma humana observándolo con esa mirada de adoración que ya conocía tan bien. Se percató de que él todavía estaba en forma de lobo, así que se transformó para poder hablar con su alfa.

-          ¿Cuánto tiempo dormí? –preguntó frotándose los ojos y más aliviado al ya no tener todo ese pelaje que le estaba dando más calor del que ya hacía. 
-          Una hora con diecisiete minutos –el mayor le respondió, sonriéndole dulcemente. Gun frunció el entrecejo al escuchar esa respuesta tan exacta. 
-          ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso me tomaste el tiempo?
-          Algo así… te he estado observando desde que cerraste los ojos. No me he despegado de ti ni un segundo.
-          ¿Eh? ¿Por qué? –Gun se sentía más confundido que antes. La sonrisa de Off desapareció y su expresión también se volvió confundida, como si estuviera pensando.
-          Pues… estaba cuidándote… por si acaso llegaras a necesitar algo.
-          ¿Mientras duermo? –Gun sonrió enternecido.
-          No lo sé, solo sentí que tenía que quedarme a tu lado y no dejar que nada te pase –Off hizo un puchero con los labios fingiendo estar indignado, pero eso solo hizo que la sonrisa de Gun se hiciera más grande.
-          Ou, muchas gracias, mi fuerte y protector alfa.

Se acercó a Off para abrazarlo y frotar la nariz contra la piel de su cuello. Escuchó al mayor quejarse infantilmente por su pequeña burla, pero aun así su brazo le rodeó la espalda. Se quedaron un rato en esa posición, hasta que Off se levantó de la cama y lo cargó para comenzar a caminar hacia el baño.

-          ¿Qué haces? –Gun se sintió avergonzado, pues ambos estaban desnudos y Off lo llevaba al “estilo princesa”.
-          Vamos al baño a limpiarnos bebé.

Gun no respondió. Era cierto que necesitaba un baño, pues prácticamente no se había levantado de la cama en tres días, y había sudado bastante durante ese tiempo.

No dijo nada más y dejó que Off lo llevara hasta el baño. Una vez ahí, se metieron bajo la regadera y entre risas y algunos besos, se enjabonaron y enjuagaron mutuamente. Cuando terminaron, Off insistió en secar a Gun él mismo, así como ponerle su ropa. Gun se dejó hacer, disfrutando del momento. Sin embargo, el resto del día se volvió cada vez más y más extraño. Off insistía en hacer casi todo por él, como si tuviera miedo de que en cualquier momento fuera a caerse y romperse como un vaso de cristal. Incluso lo acompañó hasta el baño y se quedó esperándolo afuera, en forma de lobo, hasta que salió.