11. Construcción del nido

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Día 11~~~

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Ya habían pasado dos días y ninguno de los dos se había quitado el parche aún. Off decía que tenían que esperar más tiempo, y Gun le creía.

Desde que se habían mordido, de verdad había algo diferente entre ellos. Era como si hubieran subido de nivel en su relación. Necesitaban estar pegados el uno con el otro casi todo el tiempo, de lo contrario sentían desesperación y un extraño dolor en el pecho. El lobo de Gun decía que eso era normal después de la mordida y que sería pasajero. Solo tenían que esperar un tiempo más y poco a poco la intensidad de las emociones iría disminuyendo, para que no tuvieran que estar pegados las 24 horas.

Además, había momentos en los que Gun juraba que podía leer los pensamientos de Off. Era como si supera lo que iba a decir antes de que lo dijera.

-          No sé si voy a poder soportar esto –Off habló, sosteniendo a Gun por la cintura.
-          Debemos intentarlo –Gun contestó, parándose de puntitas para darle un beso rápido al mayor–. Tengo una idea, espérame aquí.

Se soltó del agarre del alfa y corrió hacia la habitación. Buscó un suéter en su mochila y regresó con él hasta donde estaba Off, y se lo entregó en las manos.

-          Llévate mi suéter, yo me quedaré aquí en la cama que está llena de tu aroma. Tal vez así no nos extrañemos tanto…

Off se colocó el suéter en la espalda.

-          No quiero ir –el alfa se quejó.
-          Tienes que ir. Debes traer dinero para nuestros futuros cachorros –dijo, y los ojos de Off se iluminaron de repente, haciendo sonreír a Gun.
-          Está bien… lo haré solo por ti –de nuevo lo tomó por la cintura y lo acercó a su cuerpo para besarlo una última vez antes de irse a la reunión con su jefe.

Tardaron unos minutos más en despedirse, y cuando Off finalmente salió del departamento, Gun corrió hasta la habitación y se lanzó sobre la cama. No podía creer que estaba siendo tan cursi y meloso, pero simplemente no lograba evitarlo. Además Off estaba igual que él, al menos no sufría solo.

Se abrazó a la almohada de su alfa, inhalando el aroma que ya conocía tan bien. Estaba empezando a tener esa sensación de vacío en el pecho que había aparecido la primera vez que Off fue a la tienda después de haberse mordido. Había sido horrible. Gun pensó que algo le había sucedido a Off, y éste pensó lo mismo de Gun, así que él salió corriendo del departamento en dirección a la tienda, solo para encontrarse con el mayor a medio camino, quien regresaba desesperado al departamento. Ahí fue que sus lobos intervinieron y les explicaron lo que aparentemente estaba pasando. Pero aunque Gun ya tuviera conocimiento de eso, no significaba que lo pudiera soportar. Estaba haciendo un gran esfuerzo solo porque Off debía ir a esa reunión, pues era su trabajo.

Al no tener a su alfa a su lado, Gun tenía ganas de llorar y sentía un vacío terrible en el pecho, como si toda la felicidad en su mundo hubiera desaparecido completamente. Y si así estaba él, no quería imaginar cómo se sentía Off. Debía ser muy difícil ir a trabajar sintiéndose así.

Dijiste que será algo pasajero, ¿cierto? Gun le preguntó a su lobo. Necesitaba confirmarlo una vez más.

Así es. Si nuestro alfa no nos hubiera permitido morderlo, posiblemente las sensaciones serían un poco más débiles. Tal vez incluso lo sentiríamos más nosotros que él.

Vaya…

Pero fue su elección. Él deseaba ser mordido también. No tenemos por qué sentirnos culpables, lo hizo por voluntad propia y porque nos ama.

OffGun: Avena y Lavanda | #Omegacember2021Место, где живут истории. Откройте их для себя