26. Anidados

655 98 8
                                    

Gun sintió como si su corazón se hiciera pequeño dentro de su pecho, y un vacío que le impedía respirar correctamente.

Se dio la vuelta y regresó sobre sus pasos hasta un lugar donde no lo podrían observar tan fácilmente desde el restaurante al que había estado a punto de entrar. Apoyó su espalda contra una gran barda de color blanco y cerró los ojos, inhalando profundamente y exhalando despacio, tratando de calmar su corazón y sus pensamientos. Llevó la pequeña lonchera que llevaba en las manos hasta su pecho y la abrazó, concentrándose en respirar y en pensar claramente.

No es algo tan grave…

Su lobo le hablaba con un tono tranquilo y calmado.

Lo sé.

Gun inhaló y exhalo un par de veces más hasta que se sintió listo para salir de su escondite improvisado. Y al hacerlo, se encontró de frente con la mirada preocupada de su alfa.

-          Gunnie, ¿está todo bien? ¿Por qué estás aquí? ¿Pasa algo? ¿Te pasó algo a ti? –Off lo miró de arriba a abajo, inspeccionándolo, como si buscara alguna señal de que algo andaba mal, y luego le acunó el rostro con ambas manos.

Gun suspiró, sintiéndose un poco mal por haber preocupado a Off sin motivo. En realidad, él había decidido por su cuenta ir a visitarlo al trabajo en su hora de comida, pues le había preparado un pequeño postre y quería dárselo en persona. Pero al llegar a la oficina, le dijeron que todos habían salido a comer a un restaurante. Gun fue hasta ese lugar y lo primero que vio fue a Off sentado al lado de una omega muy muy bonita, conversando de manera muy alegre.

Y eso fue lo que detonó sus pensamientos.

Últimamente ellos no tenían mucho tiempo para salir juntos pues sus días de descanso no coincidían. Además, esa chica era todo lo que Gun no era: mujer, bonita y con una carrera.

Fue ahí cuando tuvo que alejarse y esconderse para calmar su mente, pues en el fondo Gun sabía que esas ideas no tenían fundamentos. Off era su alfa y lo amaba a él. Esa omega solo era una compañera de trabajo y nada más.
Pero como era de esperarse, gracias al vínculo Off había podido sentir los sentimientos de Gun, y seguramente por eso ahora lo tenía frente a él casi llorando de la preocupación.

Lo miró a los ojos y le sonrió, tratando de reconfortarlo un poco.

-          No pasa nada. Vine a traerte esto –le extendió la lonchera y Off le soltó el rostro para tomarla.
-          ¿Qué es?
-          Ábrelo.

Gun sonrió emocionado mientras veía al alfa abrir la lonchera, pues sabía que al mayor le gustaban mucho los postres. Todavía tenía una pequeña sensación de tristeza en el fondo, pero sabía que no tenía que dejarla ganar.

-          ¿Viniste hasta aquí… –Off levantó el rostro y lo miró. Parecía querer llorar pero ahora de emoción– solo para traerme esto? –Gun asintió alegremente– ¡Bebé muchas gracias!

El mayor se acercó y empezó a repartirle besitos por toda la cara, haciéndolo reír. Ahora su corazón se sentía ligero como una pluma, latiendo rápidamente dentro de su pecho y queriendo explotar de amor por su alfa.

-          Lo preparé especialmente para ti…

Después de decir eso, sintió una de las manos de Off en su cuello y luego sus labios estamparse contra los suyos. Sonrió en medio del beso pero lo respondió sin dudarlo ni un segundo. ¿Qué otra cosa podía pedir en la vida? Lo único que necesitaba era a Off.

-          Un segundo –de pronto el mayor terminó el beso y se alejó–, algo pasó, ¿no es así? Hace unos minutos lo sentí…
-          No, no. Olvida eso, no importa –Gun se sentía algo culpable por haber reaccionado de esa manera a algo sin sentido–. Todo está bien, de verdad. Nos vemos en la casa.

OffGun: Avena y Lavanda | #Omegacember2021Where stories live. Discover now