OffGun: Avena y Lavanda | #Omegacember2021

2. Aroma

Chan chan~~ el día 2 :)

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Habían pasado dos semanas desde que Gun había escuchado la voz de quien supuestamente era su alfa en el supermercado. Al día siguiente había ido otra vez, con mucho miedo pero escuchando a su lobo, sin embargo no se encontró con él. Y volvió a ir los siguientes cuatro días, sin tener éxito. Cada día que pasaba se sentía más extraño, el vacío en su pecho no se iba, y según su lobo, era porque no estaba con su alfa.

¿De qué estás hablando? Gun no entendía nada. Llevo 26 años sin un alfa y nunca antes había sentido esto en mi pecho.

Pero ya escuchamos su voz y percibimos su aroma. Una vez que eso pasa, empieza a formarse el vínculo.

¿Entonces él se siente igual que yo?

No necesariamente, ya que él no pudo olernos, debido a los supresores, y tampoco nos escuchó ni nos vio. Por el momento solo nosotros sabemos que es nuestro alfa.

Gun suspiró. Eso de tener un alfa sonaba complicado.

¿Y ahora qué debo hacer?

Seguir buscando. Si dejaras de tomar los supresores sería más fácil para él encontrarnos.

Volvió a suspirar, agarrándose la cabeza con ambas manos.

No quiero, ¿esa es la única manera?

No lo es, pero podría ser más rápido. Si quieres podemos seguir buscando sin mostrar nuestro olor, pero mientras no lo encontremos seguiremos sintiéndonos vacíos.

No podía creerlo, todo eso de tener un alfa era demasiado difícil y solo le estaba causando problemas.

Eso pasa porque no quisiste acercarte a él en el supermercado. Si lo hubieras hecho, ahora estaríamos más que felices.

Sí, sí, ya me lo dijiste, todo es culpa mía. Voy a dormir.

Se aventó sobre su cama, tratando de ignorar lo mal que se sentía, e intentó que el sueño llegara a él.
 

A la mañana siguiente, cuando terminó de bañarse, Gun se observó en el espejo.

Desde que era pequeño, su madre le había explicado que algún día él encontraría a su alfa, a su otra mitad. En ese entonces se había emocionado. Alguien existía para quererlo solo a él, era como en las películas de los humanos. Ese alguien lo amaría para siempre, y Gun no podía esperar para crecer y finalmente conocer a su alfa. Pero cuando por accidente descubrió lo que había hecho su padre antes de que él naciera, su mundo perfecto se vino abajo. Si su propio padre había lastimado de esa manera a su madre, engañándola, fingiendo ser su otra mitad, seguramente alguien podría hacerle lo mismo a él.

Había un montón de libros infantiles donde pintaban todo color de rosa. Era muy sencillo: siendo un omega encontrabas a tu alfa, se enamoraban, tenían cachorros y vivían felices el resto de su vida. Pero Gun sabía que no todo terminaba así siempre, su pequeña familia de dos integrantes era el vivo ejemplo. Con el tiempo y conociendo a otras personas, aprendió que muchos alfas eran muy arrogantes e incluso violentos, y los omegas siempre se volvían sumisos ante ellos. Gun no quería ser así. No quería que cualquier alfa pudiera sentirse con el derecho de engañarlo. Desde entonces había comenzado a usar los supresores de aroma, y pensaba que nunca querría encontrarse con ningún alfa. Estaba completamente seguro de que no cambiaría de opinión, hasta aquel día en el supermercado.

La charla con su madre había sido de ayuda, y Gun se sentía dispuesto a encontrar a su alfa, pero eso no significaba que no tuviera miedo. En realidad, estaba aterrado. Su mamá decía que todo sería diferente cuando mirara a su alfa a los ojos, y Gun no quería ser grosero, pero ¿cómo podía ella saber eso? Hasta donde él sabía, su madre nunca había podido encontrar a su verdadero alfa.