SIEMPRE JUNTOS

Capítulo 44

- Hace tiempo no salíamos todos juntos. Ya nos hacía falta - Habla Iván mientras caminábamos.

- Sí, lo extrañaba - Menciona Matías.

Los otros dos asienten sonriendo, pero yo estaba más concentrada en lo que había cambiado... Caminábamos el mismo recorrido de cuando salíamos juntos antes, hacíamos las mismas cosas... pero era totalmente distinto.

Miré la mano de Oliver sobre mi hombro, apoyaba su abrazo en estos rodeándome y atrayéndome a sí. Acerqué mi mano lentamente mientras él hablaba con los otros de algo que no estaba escuchando y terminé agarrándolo y entrelazando nuestros dedos.

- Es totalmente diferente... - Murmuré casi inaudible.

- ¿Huh? ¿Dijiste algo, Leah? -

- Nada. Oigan ¿Recuerdan ese lugar al que íbamos a comer? Hace tiempo no vamos... ¿Quieren? -

- ¡Por supuesto! Era el mejor restaurante de mi vida - Dice Adrián.

- Exacto, vamos ahora. Tengo hambre -

- Tú siempre tienes hambre - Ríe Oliver y yo le dediqué una mirada fulminante.

- Habla el que se comía hasta una vaca entera si podía - Me crucé de brazos y enarqué una ceja - Como sea, vamos, vamos -

Jalé a Oliver quien ríe junto a los demás por mi entusiasmo y nos siguen. Caminamos rápidamente hasta aquel local de comida al cual entré sonriendo ampliamente, nos sentamos en una mesa... nuestra mesa... así le decíamos.

- No ha cambiado nada... - Admiré el lugar y su capacidad para conservarse igual que antes.

- Es verdad, está igual -

- Bueno, pidan ustedes. Iré al baño un segundo - Me levanté.

- Claro -

Ellos agarran los menús cuando llegaron y yo fui hasta el pasillo donde estaban los baños, uno frente al otro. Entré en este y fui a hacer mis necesidades, lavé mis manos y escuché la puerta abrirse, no le di importancia ya que... era un baño público, pero entonces sentí unas manos sosteniendo delicadamente mi cintura y me metieron en uno de los cubículos antes de que me diera cuenta.

- ¿Qué se supone que haces aquí? -

Él sonríe y pone su dedo sobre sus labios, volví a escuchar la puerta abrirse y luego la conversación de dos chicas. Me concentré en ellas un segundo antes de sentir sus besos en mi cuello.

- Oliver... d..detente... - Estaba comenzando a calentarme - O..Oli..ver... -

Traté de hablar lo más bajo posible, casi que no se podía oírme por lo bajo de mi voz. Las chicas estaban ajenas a esta situación y hablaban entre ellas.

Oliver muerde mi cuello haciéndome brincar en mi lugar y consiguiendo de milagro sujetar el quejido que habría salido de mis labios. Regresa a los besos y caricias leves, solté suspiros por lo bajo y Oliver decidió sentarse en el inodoro para colocarme encima.

Me mira a los ojos y besa mis labios con delicadeza y deseo, las emociones estaban a flor de piel en ambos, no podíamos ocultar lo que queríamos... me sentía diferente y extraña de mí misma. Sus manos recorren mi cintura para meterse bajo mis jeans, posa ambas manos en mi trasero y lo aprieta con anhelo de poseerlo.

- Oliver... - Jadeé.

El brillo en sus ojos destellea más al escuchar su nombre; baja la mirada hasta mi pecho y agarra el cuello ovalado de mi escote, mi respiración hacia que mi pecho subiera y bajara de manera pronunciada. Él termina destapando mis senos, bajando mi brasier junto a la camisa; sus ojos oscurecen al instante de verlos, sus manos no pierden el tiempo y su lengua relame sus labios.

- ¡Mhm... ! - Sentí sus manos sobre mi y su boca lamiendo y besando mi pecho.

Al instante creí que las chicas me habían escuchado pero por suerte o milagro... seguían en lo suyo, no por mucho más, ya que terminaron por irse y dejarnos solos.

- O..Oliver... -

- Deja de hacer eso... o no voy a poder detenerme y esperarte... -

Sus palabras me hicieron erizar, pero él se aleja de mi cerrando los ojos y apartando la cabeza como queriendo alejarse de mi para no continuar.

- Hm, entonces ¿por qué entraste? -

- Porque no podía evitarlo... además... - Se me acerca de nuevo hasta la oreja - Quería poner a prueba tu resistencia... Lo haces bien, mi Luna -

Su lengua pasea por mi oreja y yo le sobresalté y aparté, me coloqué bien la ropa mientras le daba la espalda pero escuché su suspiro y como se levantaba.

- T..Tenemos que volver con los demás -

Abrí la puerta y me arreglé mirándome al espejo, pero noté que Oliver miraba mi trasero sin descaro alguno, hasta sonreía y hacia muecas que demostraban su deseo.

- ¡O..Oye! - Me mira y yo lo fulminé - Ya deja de ver mi trasero -

- Imposible. Me seduce - Me toma por la cintura y besa el hueco de mi cuello.

- Excusas -

- Es en serio... me dice que quiere que lo golpee hasta dejar la marca de mi mano de un rojo intenso - Vuelve a murmurar en mi oído.

- ¡Ahm! - Me sobresalté cuando golpeó mi trasero y lo apretó.

Su sonrisa se siente contra mis labios y yo no pude evitar sentirme realmente... necesitada, por su forma de hablar y de tocarme.

- E..Estás loco, mi trasero no dijo eso. V..Vámonos ya -

Me alejé nerviosa y él comenzó a reír ligeramente, yo salí mientras estaba tratando de bajar mi sonrojo, Oliver salió tras de mi y me tomó por los hombros; ambos regresamos a la mesa con los demás.

- Vaya que sí tardaron - Menciona Iván.

- Sí, ya casi estábamos por empezar sin ustedes - Dice Adrián.

- Lo siento, pero ya estamos aquí. Comencemos que tengo hambre - Dije sonriendo y sentándome de nuevo.