Capítulo 19

14.4K 1.1K 52
                                    

- "Merci" - Dije sonriendo a la chica que me había vendido unas cuantas cosas. Ella se despide de mi mientras salía de la tienda y seguí caminando.

Los días aquí pasaron muy rápido por todas las cosas que tenía que hacer, aprender a adaptarme no fue tan fácil pero tampoco muy difícil. En casi cuatro años ya estaba completamente familiarizada con el idioma y el lugar.

Convivir con mi tía y primo en este lugar me hizo muy bien, llamaba de vez en cuando a mamá y papá, también a Adrián y se aseguraba de mandarles saludos a los chicos de mi parte. Me contaban como estaban y yo a ellos, los extrañaba pero aún quería quedarme aquí.

- "Oh, esos son unos aretes muy bellos, señorita" - Escuché a alguien a mi lado y al mirar vi a una mujer de la tercera edad. Yo aún seguía teniendo los aretes ya que me encantaban, fueron un hermoso regalo para mi.

- "Eh... gracias" - Respondí extrañada pero me alejé sin dejar de verla por si intentaba algo.

Cuando la perdí de vista suspiré tranquila y seguí mi camino, me gustaba caminar así que es por eso que no traía auto o le pedía a los otros que me lleven a alguna parte.

- Llegué - Avisé entrando a la casa.

- Genial, justo a tiempo para el almuerzo -

Sonreí y miré hacia la mesa pero noté que habían platos de más.

- ¿Esperamos a alguien? - Pregunté.

- No, porque ya están aquí - Sonríe mi tía y en ese momento sentí olores conocidos.

- Mamá... papá... - Dije y corrí a donde ellos para abrazarlos - Adrián... - Lo abracé llorando.

- Hola cariño - Dicen ellos sonriendo con lágrimas.

- Lamentamos venir de repente pero... queríamos verte... - Dice mamá y yo la abracé.

- Yo también los quería ver, gracias por venir, los extrañé tanto -

- Y nosotros a ti... ha pasado tanto tiempo -

- Cuatro años - Sonreí limpiando mis lágrimas.

- Es demasiado... - Vuelven a abrazarme.

- Adrián, te ves increíble, todo un hombre de veintiún años -

- Y tú con veinte... creciste mucho hermanita - Sonríe.

- ¿Aún no encuentras a tu Mate? - Pregunté.

- Pues aún no... ¿Y tú? - Me pregunta algo dudoso pero yo sonreí con un poco de tristeza.

- Tampoco... pero no me apresuraré a buscarlo, quiero seguir así por un tiempo -

- Te entiendo -

- Bueno, vamos a comer - Dije.

Fuimos al comedor y nos sentamos cada uno en nuestros lugares, hablamos de tantas cosas que apenas y podíamos comer, teníamos tanto para contarnos. Me alegraba tenerlos aquí conmigo.

***

***

- Cariño... ahora que estamos solas... quiero preguntarte, por curiosidad y preocupación de madre... ¿Cómo... estuvo tu primer celo... ? -

Sonreí ligeramente y la agarré de las manos.

- No te preocupes mamá, la tía supo ayudarme, me dió unos supresores gracias a sus contactos y estuve encerrada aquí hasta que se me pasó, por suerte no había nadie más en casa más que ella -

Mamá suspira aliviada y me abraza.

- Que alivio -

- Si... -

- ¿Y el francés? Ya hablas fluidamente, me imagino -

- "Oui, tout à fait, j'ai eu de bons enseignements" - Mamá me miró sin comprender y yo reí ligeramente - Si, completamente, tuve buenas enseñanzas -

- Oh, bueno, se nota bastante - Ríe un poco - Me alegro que te veas mejor -

Asentí.

- ¿Cuánto tiempo se quedarán? -

- Solo unos pocos días, Adrián tiene que regresar... recuerda -

- Si, entiendo... es el Beta y el ex Beta no lo puede cubrir tampoco -

Suspiré, al menos los tendría el tiempo suficiente para ponernos al día... y hablando de ponernos al dia...

- ¿Cómo están... ? -

- ¿Quieres pensar en ellos ahora que te estás recuperando? -

- Son mis mejores amigos... me preocupan aún así -

Mamá suspira pero asiente comprendiendo el como me siento.

- Se ven bien... Oliver presentó a Jane como Luna de la manada un mes después de tu partida -

- ¿Por qué no lo hizo antes? -

- Porque estaba pensando en ti... - Bajé la cabeza - Le dijiste que no te buscara pero aún así lo hizo... - La miré rápidamente - Se peleó con todos ya que sabíamos donde te encontrabas pero no podíamos decirle, se calmó después de una semana, ni Jane pudo calmarlo -

El Mate tiene que ser capaz de calmar a su pareja con solo su existencia... supongo que el lazo que tenía con Oliver afectó un poco, no me imagino otra explicación.

- Ya veo... está bien, gracias por no decirlo -

Ella agarra mi mano y la presiona un poco para darme ánimos, le sonreí. Ambas seguimos hablando de otros temas y los mellizos.

SIEMPRE JUNTOSKde žijí příběhy. Začni objevovat