Capítulo 18

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- ¡Leah! - Con solo abrir la puerta de la casa de mi tía ella saltó sobre mi - Que gusto volver a verte, mi niña -

- Lo mismo digo tía, ha pasado mucho tiempo -

- Demasiado - Ella se separa para sonreírme - Debes de estar cansada por el largo viaje, ven, te mostraré tu nueva habitación -

Asentí, sujete mejor mis cosas y la seguí escaleras arriba mientras miraba todo, esto no era tan diferente a casa, todos en mi familia tienen suficiente dinero. Todo se veía realmente lindo.

- Aquí, espero que te guste, pero si hay algo que quieras cambiar, lo puedes... -

- Está perfecto así, gracias tía - Sonreí ligeramente, ella me mira pero me abraza.

- Bienvenida, cariño -

***

***

Me estiré mientras bostezaba y miraba a todos lados viendo que no estaba en mi casa en la manada... Era verdad, había venido a Canadá con mi tía y primo, y habia pasado la primera noche aquí.

Me levanté y me miré en el espejo de cuerpo completo junto a mi, pero entonces mi teléfono comenzó a sonar, lo agarré y contesté sin mirar por creer que serían mis padres.

- ¿Hola? - Dije adormilada.

- Leah... - Abrí los ojos de par en par.

- Oliver... - Susurré.

¡Mierda! Tuve que haberme fijado...

- ¿Por... Por qué te fuiste así? ¿Dónde estás? No me cuelgues, por favor... -

Me quedé en silencio un muy buen tiempo, mi corazón latía con fuerza y sentí mi garganta repentinamente seca.

- Carajo, sabía que no estabas bien... debí insistir y no quedarme con excusas... - Murmura desde la otra línea.

- Oliver, estoy bien y estaré mejor donde estoy... es todo lo que necesitas saber -

- ¡¿Pero por qué te fuiste?! - Se escuchaba desesperado.

¿Por qué actuaba así? Sí, soy su mejor amiga, una hermanita para él, pero no tiene porque reaccionar así...

- No necesitas saberlo, y por favor... no insistas en buscarme -

- Leah, esto no tiene sentido ¿Qué sucedió? -

- ¡Leah, a desayunar! - Escuché desde la planta de abajo, suspiré pesadamente.

- Tengo que irme... -

- Dime al menos... ¿Te volveré a ver? -

Volví a guardar silencio.

- No lo sé... Tal vez -

- ¿Cuándo? - Escuché otro llamado de mi tía.

- Adiós, Oliver -

- Leah, por favor... -

Quité mi teléfono de mi oreja y colgué la llamada... me quedé mirando la pantalla y decidí bloquear su número para que no volviera a llamarme, pero decidí hacer más.

Borré nuestras conversaciones, salí del grupo que tenía con todos los chicos, bloqueé igual a Jane... fui a mi galería y seleccioné todas las fotos que tenía con ellos, estaba por confirmar para eliminarlas pero me detuve... no podía hacerlo... así que solo lo puse en una carpeta oculta.

Dejé mi teléfono y fui hasta abajo.

- Lo siento, tuve una llamada - Dije cuando los vi.

- ¿Tus padres o amigos? - Pregunta mi tía mientras deja un plato con comida en el que parecía ser mi lugar.

- Mis padres, querían saber si había llegado bien - Sonreí mientras me sentaba.

- Siempre atentos, no los culpo, yo también estaría así - Ella se coloca tras la silla de Max quien sonríe mientras desayuna.

- Esto se ve delicioso - Mencioné mirando la comida.

- Y espero que te guste también, recuerdo que te gustaban mucho las fresas -

- Y me siguen gustando, son deliciosas -

- Me alegro, porque hasta el jugo está hecho de fresas - Sonreí y reí ligeramente - Come lo que quieras, quiero que te alimentes bien -

- Si, gracias por la comida - Dije agarrando los cubiertos y empezando a comer.

Todo estaba tan delicioso como se veía y olía, realmente extrañaba la comida de mi tía, hace de las mejores delicias del mundo, a pesar de solo ser desayunos o meriendas.

- Ya encontré una profesora de francés, es una amiga mía así que te ayudará -

- Suena genial -

- ¿Cuándo quieres empezar? -

- Hm... ¿Mañana? Quiero aprender el idioma cuanto antes, así no encuentro alguna fanática de su idioma y me insulta por hablar en español -

Max casi escupe su jugo por la risa y mi tía igual ríe bastante.

- Nos tocó, no es agradable, casi termino en la cárcel por querer golpearla -

Me reí al igual que Max.

- Yo tuve que arrastrarla y encerrarla en el auto -

- Me lo imagino - Respondí.

Mi tía se sienta y sigue hablando con nosotros mientras desayunábamos.

SIEMPRE JUNTOSWhere stories live. Discover now