01. [Steven Grant | Moon knight]

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Bienvenidxs a mi primer libro de one shots
Espero que les guste, y si no... Ni modo wey, esto lo hago pa divertirme dijo el residente.

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━━ ❛El chico raro que acosa a mi amigo la estatua❜ ━━

Advertencias: Ningúna, solo Steven siendo una masita a la que debemos proteger. 😖

Personaje: La llamé Evelyn pero si gustan pongan su nombre. Probablemente en el futuro use la "rayita". Disfruten.

Palabras: al rededor de 1550, dah.🥳

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❛Donde Evelyn se ve obligada a
ayudar a su amigo Crawley,
alias la estatua humana, a
deshacerse del joven hombre
que le cuenta su vida cada noche❜






El pequeño reloj en la mesilla de noche comenzó a emitir su característico sonido estridente, como lo hacía puntualmente todas las mañanas.

Evelyn se dió la vuelta incómodamente entre las blancas sábanas de su cama y se movió a rastras en ella para oprimir el pequeño botón con toda la intención de pausar el maldito sonido del infierno que estresaba sus oídos al inicio de cada día.

Luego de que su cálida y—muy—desordenada habitación quedara por fin en el pasible silencio que lo caracterizaba, se dió el tiempo para pensar en la rutina que le esperaba ése día.

Evidentemente, no fué mucho tiempo el que estuvo absuelta en sus pensamientos, porque a decir verdad, era lo mismo de siempre; Salir de la cama, darse una ducha rápida, secarse, ponerse el ridículo uniforme de franjas rojas y azules que combinaba perfectamente con la ridícula decoración del restaurante donde trabajaba, pasar todo el día atendiendo clientes desagradables, golpear mentalmente a algunos cuantos, y después de las 10 pm dejarse caer en su propia miseria hasta que llegara la madrugada, y después, a empezar de nuevo.

Por mucho que deseara quedarse todo el día sin hacer nada, sabía que su remordimiento sería más poderoso que su capacidad de mandar todo al carajo. Al fin de cuentas, ¿No se  había mudado a Londres solo para eso? La verdad era que no, ni siquiera lo sabía, pero era lo que había.

De cualquier manera, debía apresurarse si no quería llegar tarde otra vez, y que el horrendo Bob le advirtiera su posible despido, de nuevo.

Los escasos cinco minutos que pasó debajo de la refrescante regadera habían servido más de lo que pensó, al menos su cabello ya no parecía un nido de pájaros y las ojeras debajo de sus ojos comenzaban a pasar más desapercibidas.

Antes de salir, dejó suficiente comida en el plato de Demon, su gato, que a esas alturas de la mañana debería seguir cómodamente dormido en su cama de ropa vieja, y tomó su bolso con las porquerías que llevaba a todas partes.

El lugar no le quedaba lejos, pero el camino se hacía más largo cada vez que tenía que soportar las miradas de extrañeza de los turistas y locales que veían curiosos su vestimenta.

Ella simplemente los ignoraba, o al menos a la mayoría de ellos.

Luego de tomar el transporte, su caminata se extendía por una de las avenidas principales. Justo unas cuadras más adelante del gran museo de Egipto, se encontraba  el pequeño establecimiento de comida en el que permanecía hasta ya entrada la noche.

MARVEL SERIES: ONE-SHOTS ©Where stories live. Discover now