Capítulo 42

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-Deja de escabullirte en la noche, Andrómeda- soltó Drake en un tono divertido ya frente a su casa- A la noche salen los problemáticos.

-¿Cuánta información tienes para afirmar que no soy problemática?- me acerqué más a él con las manos en mis caderas y un tono bastante serio. Alzó las cejas, sorprendido supongo- Hasta donde sé...- seguí y empecé a dar vueltas sobre su eje- Soy una Kappa, te enfrenté varias veces y... no conoces a la Maggie que existía antes de venir aquí.

Agarró mí brazo izquierdo deteniendo mi movimiento y me miró a los ojos. Con una mirada que me mataba.

-Andrómeda... No me tientes- advirtió.

Esa respuesta tenía demasiadas interpretaciones con la nueva información que tenía, así que, solo me zafé.

-Buenas noches, Drake- dije y antes de que pudiera irme me dio un beso en los labios de muy pocos segundos, pero lo suficiente para derretirme ahí mismo.

Se fue hasta la puerta de su casa y la abrió.

-No creas que lo que pasó en el hotel terminó- soltó dándose vuelta para mirarme. Yo no podía moverme bajo ninguna circunstancia- Buenas noches, Andrómeda.

Entró y yo suspiré para ir a la mía intentando sacar el pensamiento de que Drake y yo podríamos en algún momento relacionarnos de esa forma.

Una vez ya en mí cuarto, Carmen aún no estaba y entendí que no volvería hasta la mañana, Félix otra vez supuse.

Después de unos segundos, me decidí a volver a leer las noticias y ver algo que estuviera mal, ver una mentira escrita entre líneas o, en su defecto, una verdad.

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Desperté sintiendo un agotamiento bastante intenso. Me despabilé frotándome los ojos y agarré mí teléfono en la mesa de noche.

7:54.

-¡MIERDA!

Me levanté de un salto tirando varios papeles al piso, los papeles de las noticias. Me había quedado casi toda la noche leyendo y releyendo. Podía asegurar que ya me las sabía de memoria.

Fui corriendo al baño, mínimo, para lavarme la cara. Tendría tiempo para agarrar café y llevármelo y... llegaría. La ropa la tenía puesta.

Salí lo más rápido que pude a la habitación otra vez y agarré mi mochila. Pero, me detuve al notar a alguien en la habitación.

Lo volteé a mirar con la respiración acelerada.

Y ahí estaba Bryan. Sentado en mi cama leyendo algunos papeles.

Su mirada se despegó de eso y se posó sobre mí. La noté sin ninguna pizca de diversión y su expresión completamente sería.

-¿Max... De dónde sacaste todo esto?

Las hermanas Omega 💌 La aventura de crecerWhere stories live. Discover now